Capítulo 1

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—Hola amor. ¿Cómo te encuentras? ¿Tienes dinero? ¿Estas comiendo bien?— la voz de Anne resonó por el auricular del teléfono.

—Bien, si, si mamá. Deja de preocuparte tanto.

La madre de Harry llamaba cada mañana desde que su hijo decidió dejar Cheshire y aceptar una mejor oportunidad de trabajo en Londres hacía ya dos años atrás. Harry no la culpaba, debía ser difícil dejar ir a tu hijo, más aún cuando este se mudaba solo a una gran ciudad. 

—Bueno, soy tu madre, tengo derecho a preocuparme. Además nunca me cuentas nada, tengo que atestarte de preguntas.

—Mamá, hablamos cada mañana, no tengo mucho que contarte más que mi aburrida rutina. 

—Bueno, pero quiero que me cuentes otro tipo de cosas, si te gusta tu trabajo, a que famosos has conocido, si puedes presentármelos algún día, si has conocido a alguien... Ese es el tipo de cosas que quisiera que me cuentes.

Harry pensó durante un segundo en hablarle de Louis Tomlinson, pero no tenía nada que decir de él, no lo conocía, no realmente, tan solo le había hecho fotos unas cuantas veces. 

—No, no he conocido a nadie, mamá. Y si, me gusta trabajar aquí, aunque a veces es muy cansado ya que me llaman a cubrir fiestas aburridas a altas horas de la noche.

—¿Cómo están Zayn y Niall?— su madre siempre le preguntaba por sus amigos.

—Ellos están bien, me dijeron que te diga que te mandan saludos.

Ella soltó una risita. —Bueno, me alegro de que te guste allí, y de que ellos estén bien, mándales saludos de mi parte. Debo colgar hijo. Que tengas un buen día. Te amo.

—También te amo, mamá—. Harry puedo oír a su madre mandando un beso, sonrió un momento y luego el sonido de línea desconectada. Realmente extrañaba su hogar, y sobre todo a su madre Anne y a su hermana Gemma. Aunque hablaba con su madre a diario y texteaba con Gemma muchas veces al día, no era lo mismo, no puedes abrazar a alguien por teléfono, del mismo modo que no puedes conocer a alguien por sus fotos.

Cuando llegó a Londres tan lleno de sueños y esperanzas no se detuvo a pensar en el significativo cambio que eso ocasionaría en su vida, ni en como extrañaría tanto Holmes Chapel, pero tampoco había pensado en que legaría a conocer a Niall y Zayn, sus mejores amigos, quienes en ese preciso momento tocaron el timbre del apartamento.

Harry dejó el teléfono inalámbrico en su lugar, se puso su bolso al hombro y fue a abrir la puerta. Justo como lo sospechaba, Niall estaba allí, ataviado con su abrigo, y junto a él estaba Zayn, con las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero negra. 

—Y hablando de roma... —Harry musitó, suficientemente alto como para que sus amigos oyeran.

—¿Estabas hablando de nosotros?— preguntó el rubio.

—Mamá, por teléfono— dijo Harry mientras salía y cerraba la puerta tras de sí—.

—Bueno—dijo el moreno—. Veníamos a invitarte a la cafetería de Dory, la banda de Josh va a tocar allí esta noche. Es viernes, así que supuse que querrías ir.

Y así era, los viernes a la noche eran sagrados para Harry, quien trabajaba toda la semana y desde el lunes esperaba que llegara el viernes para poder salir a algún pub, bar o cafetería con sus amigos. Era el único día en que podía hacerlo ya que los sábados a la noche generalmente cubría fiestas y eventos mediáticos. 

 —Si, por supuesto— respondió mientras caminaba por el pasillo hacía el ascensor, seguido por Niall y Zayn. Solían hacer esto varias veces a la semana, cuando sus horarios coincidían, llegaban a su casa segundos antes de que Harry saliera y lo acompañaban hasta la estación del metro, donde tomaban caminos diferentes, Harry rumbo a las oficinas del periódico y Zayn y Niall rumbo a la universidad, donde Zayn estudiaba arte y Niall estudiaba música. Muchas veces resultaba ser la única oportunidad que tenían los tres para conversar. 

El Fotógrafo - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora