Here we go again! | (Zed y Tu) ZOMBIES

9. Una chica y un zombie

(t/n)

El sábado fue mejor de lo que imaginaba.
A Bonzo le fue más que bien en su cita, no me sorprendería que pronto esos dos anden de novios.

Mis padres me pidieron explicaciones de donde estuve todo el sábado y les dije la verdad, dije que estuve con unos amigos. Se alegraron y me dijeron "por fin te integras en algo" pero, no les dije que eran Zombies, porque bueno... ellos nunca me lo preguntaron. Así que no mentí, solo seleccioné la información que les daría. ¿Lo ven? No es mentir, porque si estuve con unos amigos.

En fin, la "cita" espontánea con Zed resultó bastante bien. Nos divertimos aunque el lado negativo es que no nos dimos cuenta cuando Bonzo y Bree se fueron. Estábamos tan concentrados en nosotros que se nos olvidó el motivo principal de estar en ese lugar.
Aún así, hace unos minutos Bonzo me contó todo sobre su cita, bueno, a mi y a Zed. Por alguna razón Eliza no ha llegado todavía, estoy segura que le gustaría saberlo.

Después de un rato Eliza entra como si nada, justo para entrar a clases. Se sienta en su lugar pero no les dijera la palabra a Zed ni Bonzo y mucho menos a mi. ¿Qué estará pasando? ¿Tendrá algún problema en casa?

Observó a Zed que bosteza cuando la clase empieza. Yo también lo hago inconscientemente. Anoche nos quedamos hablando hasta muy tarde por mensajes, esa es la razón porque ambos estamos cansados. No se como la conversación se hizo tan larga. Hablamos de muchísimas cosas.
Me pongo en una posición más cómoda sobre mi asiento y apoyo mi cabeza sobre mis manos. Escucho que el maestro habla pero no logro captar ni una palabra de lo que dice, solo lo veo mover los labios. Asiento de vez en cuando para fingir que lo escucho. ¿Como le estará haciendo Zed? Giro hacía su asiento y veo que se ha quedado dormido sobre su mesa. Intento despertarlo tirándole bolitas de papel pero es imposible. Nada lo despierta. El maestro no se ha dado cuenta y ya han pasado algunos minutos. La clase está más aburrida y no soporto el sueño. Me recuesto sobre mi mesa y cierro los ojos. Solo serán unos segundos...

No se cuanto tiempo ha pasado pero un golpe fuerte contra mi mesa me despierta de golpe. Me levanto exaltada, mirando hacia todos lados y entonces me doy cuenta que tengo al maestro frente mío con la regla sobre mi mesa.

—Así que... a la señorita (t/n) y el señor Zed les ha parecido que esta es la clase para dormir.–observo a Zed quien está tan asustado como yo. Me mira con los ojos bien abiertos.—Ambos, a la oficina de la directora.—Nos quedamos sin pestañear por unos segundos.—ahora.—dice en un tono más alto y salimos del lugar.

Al salir nos miramos el uno al otro y comenzamos a caminar—. De verdad que me dió un susto.—digo con la mano en el pecho.

—¡Ni que me lo digas!—dice levantando sus manos.—¡Me pegó en la cabeza con esa regla!

—No puede ser.—digo molesta cruzándome de brazos.

—A ti no te pegó... ¿Verdad?—pregunta poniendo su mano en mi hombro haciendo que me detenga. Cierta preocupación se asoma en su mirada, una preocupación autentica.

—No, no lo hizo. Le pegó a la pobre mesa.—digo sonriendo.—y a tú pobre cabeza.

Quien sabe cómo terminó de nuevo en los brazos de Zed cuando unos chicos pasan corriendo y por poco me aplastan. Iban al gimnasio para educación física. Zed y yo nos miramos asimilando lo que acaba de pasar pero después de varios segundos reaccionamos y nos separamos.

—Gracias.—murmuro y entramos a la oficina de la directora.

Cuando entramos la directora nos observa, primero a Zed y luego a mi. Es la primera vez que la veo, mis padres ya la conocían pero yo, hasta ahorita he tenido el placer. Se levanta de su silla y se pone frente a nosotros.—Una chica y... un zombie.—se cruza de brazos—.¿que podría salir mal? - Veo a Zed traga con fuerza.—me estoy imaginando muchas historias de cómo pudieron terminar aquí pero les concederé la palabra.