Addison consigue una beca en Paris por lo que debe irse en el penúltimo año de la escuela. Dejando a Zed y todos sus buenos y malos recuerdos atrás.
Zed queda destrozado y no puede sacársela de la cabeza.
Una chica llega a la ciudad de Seabrook huy...
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(T/N) P.O.V
Rápidamente nos separamos y en un movimiento rápido nos sentamos sobre la cama. Ambos en cuestión de segundos pensar una manera de explicar esto. Su hermano estaba encima de mi, yo estaba abajo de él toda vulnerable es que... dios mío ¿qué hacemos? Zoey está en el marco de la puerta claramente esperando una respuesta, no se irá hasta saberlo.
—yo estaba practicando... RCP en (t/n), fingimos que se desmayó y por eso yo estaba... encima de ella.—dice Zed. Brillante, absurdo pero brillante. Todo bien hasta que Zoey levanta una ceja y se cruza de brazos.
—¿Por eso tu cabeza estaba en su pecho?—pregunta y Zed asiente.
—Así es, escuchaba su pulso.—dice.
—Ajá.—dice Zoey, no parece creerle del todo pero si le cree un poco.—Ven, Cachorro.—dice llamándole. El rápidamente se baja de la cama y la sigue cuando sale de la habitación.
—Eso estuvo cerca.—digo dejándome caer de espaldas en la cama.
—Cerraré la puerta para la próxima vez.—dice Zed acariciándome el estómago. Eso me hace cosquillas haciéndome sentarme de nuevo en la cama.—¿te llevo ya a casa?
—Si, no quiero que mis padres se preocupen.—digo levantándome. Miro a Zed quien ya me está mirándome.—no puedo creer que dije eso.
—Ni yo... ¿te sientes bien?—pregunta con un gesto divertido. Yo asiento lentamente.
—Si, bueno. La relación con mis padres ha cambiado mucho. Incluso dijeron que irían a verme el día de la presentación de animadores.—digo. Zed abre los ojos sorprendido.
—Woah, me sorprende.... Pero que tú les dieras permiso de ir.—dice seguido de una risa. Yo me cruzo de brazos. Zed aún sigue sentado al borde de la cama y al verme así me pone ambas manos en las caderas y me atrae hacia el.—me alegra que haya mejorado la relación con tus padres.
—Si...—pongo mis manos sobre sus hombros. El me sonríe y yo miro hacia abajo para sonreírle.—me alegra que al fin puedo dirigirme a ellos como mis padres y sentir que soy hija de ellos.
—Creo que los tres pudieron avanzar. El daño ya está hecho pero nunca es tarde para crear nuevos recuerdos.—dice y acaricio su mejilla.—tienes suerte de tenerlos a ambos contigo.—se que han pasado varios años pero aún extraña como el primer día a su mamá. Me acerco a él y le abrazo acariciando su cabello.
—Te amo, Zed. Y siempre lo haré.—digo separándome un poco de él para mirarle. El levanta la mirada y sonríe.
—Yo te amo muchísimo y... siempre lo haré.—dice con una sonrisa. Le doy un beso fugaz y nos vamos hacia mi casa.
