22. Soy Addison.

3.9K 276 32
                                    

(t/n)

No se que era peor.

Por un lado tenía a mis padres, que realmente los detestaba. Luego mi primo, que quien sabe cuando se iría y sin contar que debo estar cuidando de que la tortuga no fuese preparada para la cena.
Y por otro lado... estaba Zed.
A pesar de todo, aunque no quiera admitirlo... lo necesito. Me hace falta su apoyo. Lo necesito, pero ¿Cómo podría decirle eso después de todo lo que pasó?

Descubro que alguien (mi primo) rompió el cerrojo de mi puerta, aunque no encontró a la tortuga. Así que en la mañana me toca llevármela a la escuela. Encuentro una caja de zapatos y le abro hoyos con un lápiz. Tomo unas galletas y salgo de la casa.
Salgo antes de la hora usual para no encontrarme con nadie.
El bus aún no pasa.
Así que me doy el lujo de caminar tranquilamente hacia la escuela.

Cuando llego, ya hay algunas personas. Siento el peso de la tortuga al moverse. No tiene sentido el quedarme afuera. Busco el salón de clases y entro.
Me siento en mi puesto... lejos de Zed. Dejo la tortuga sobre mi mesa. No hay nadie por suerte. Reviso mi celular y después de un rato escucho a alguien entrar. Cuando giro la cabeza, es Zed. Estoy a punto de decirle algo cuando noto que alguien viene con el. Una chica de cabello... ¿blanco? ... no puede ser pero si es...
Veo cómo se abrazan, de una manera cariñosa.

¿Qué?

Ambos entran. Zed me mira con unos ojos... está deseando desaparecer. La chica habla muy contenta y tiene su brazo enrollado a Zed. El mismo brazo que me rodeó. Vaya cosas...

—¡Hola!—dice la chica distrayéndome de mis pensamientos. Cómo está sonriendo, finjo que no me agrada y sonrió.

—Hola.—digo y le doy una mirada rápida a Zed.

—Soy Addison.—dice sonriendo. Ya se. Obvio que eres Addison.

—Yo soy...—Entonces Zed me interrumpe.

—¿Qué es eso? ¿Qué traes en esa caja?—mira con cierta curiosidad mi caja.

—Ah, es una tortuga. La protejo de una amenaza.—digo poniendo una mano sobre la caja con cuidado de no aplastarla.

—¿Global?—pregunta Addison.

—No, de mi primo. Quiere hacerla su cena.—Addison ríe y después me pone la mano en el hombro.

—Bien hecho.—sonríe y asiente. Luego es como si u Isidra decirme algo pero precisa de mi nombre.—Oye pero no me has dicho tu nom...

—Vamos, te presentaré al resto.—dice Zed tomándola de los hombros y dándole la vuelta.

—Pero aún no se su nombre.—dice en un puchero.

—Ya tendrán tiempo de conocerse.—Zed se gira y me da un papelito doblado. Lo miro y tomo. Cuando se ha llevado a Addison leo la nota.

"Tenemos que hablar. Es urgente. 15 minutos antes de que la clase termine, pide ir al baño. Nos veremos afuera de los baños. Por favor, necesito que hablemos. -Zed"

Miro a Zed fijamente esperando llamar su atención. Me mira y asiento. Respira por lo que parece aliviado y mueve su boca diciendo "gracias".

Noto lo incómoda que está Eliza saludando a Addison. Bonzo como no sabe mucho de lo que pasó la saluda de todas formas. Yo solo observo toda la escena a lo lejos. Es como si las cosas pasaran en cámara lenta. Veo cómo ella aún tiene su mano enrollada a su brazo. Es como si reclamase o quisiera darles a entender a todos que es de su "propiedad" o algo así. De verdad que es una chica boba y ridícula. Addison no se queda en la clase, claro. Zed me pide que me siente a su lado y sin dudarlo acepto. No se que me pasa pero no puedo ni quiero negarle nada. Quizás sea el hecho de que estoy en una cornisa sin saber si estoy a punto de perderlo todo lo que en un momento creí parte de mi.
Es extraño.

Dejo a la tortuga debajo de mi lugar. Zed no dice nada. Solo mira hacia al frente y cuando llega la hora pido ir al baño.

Me salgo y me espero afuera. En cuestión de dos minutos llega Zed. Me toma del brazo y me mete al armario del conserje más cercano. Cuando entramos, me tropiezo. Zed me toma del brazo, acercándome a él. Es casi imposible ver en la oscuridad.

—¿que está...?

—Escúchame, no le dije a Addison tu nombre, aún. Porque quería que te conociera en buenas condiciones. Aunque eso no durará. Bucky no tardara en decirle.—suena agitado.—Ella está fuera de control. Vino de sorpresa. Es decir, vino antes. Desde entonces no se me ha despegado de encima.

—¿por qué?

—Cree que... seguimos siendo novios.

—Ya.— digo mirando hacia abajo. Aunque no estoy segura si puede verme realmente pero, con solo la sensación, se me revuelve el estómago. Así de sencillo y rápido. Pasan unos segundos y habla.

—Yo te amo a ti.—dice dando una fuerte respiración.—yo quiero estar contigo, debes creerme.

—Te creo.—busco su mano y el entrelaza nuestros dedos.—de no ser así, ni te estarías molestando en hacer todo esto. Te conozco bien. Se cuando algo te importa.—Entonces me acerco a él. Busco sus labios y lo beso. Prolongadamente. El me toma por la espalda, pegándome a él. Pasan varios segundos y necesito respirar. Separo solo nuestros labios. Cuando estamos a punto de acercarnos otra vez, suena la campana.

—Sal tu primero.—asiento y lo hago.

Corro a buscar mis cosas. Tomo mi mochila y la tortuga.  Cuando salgo, veo a Zed entrar. Solo me guiña el ojo y yo le dedico una sonrisa.

Cuando camino hacia la siguiente clase ceo a Addison. Ella me saluda muy contenta con la mano. Entonces llega su primo. Que primero me observa a mi y luego a Addison. Se acerca a ella y le murmura algo. Inmediatamente su mirada se clava en mi. Ya no está sonriendo. Demonios. Ya sabe quien soy.

Entro a la siguiente clase.
Chequeo que la tortuga esté bien.
Saco de mi mochila una bolsa plástica con lechuga. Le doy un poco y esta se la come casi de un solo bocado. Mientras continuo contemplando la tortuga, siento una mano en mi hombro. Es Zed. Luego llegan Bonzo y Eliza. Todos me miran.

—(t/n)...—comienza Eliza.

—Ya lo se.—Estoy muerta.

—Nosotros. No. Dejar. Sola. A. (T/n).—dice Bonzo y me abraza. Lo abrazo.

—Bucky y su gran bocota.—dice Zed.—aunque no negaré que ya me lo esperaba.—Me encojo de hombros.—Ellos te cuidarán. Addison puede ser un poco intensa y creo que ya tienes suficiente con tu primo.

—¿Están seguros? La conocieron antes a ella que a mi.

—Si, en eso tienes razón.—dice Eliza poniéndome un brazo sobre mi hombro.— tuvimos momentos intensos pero aun así me agradas más que ella y haces muy feliz a uno de mis mejores amigos. Creo que no necesito más razones.

A pesar de todo... tengo una sensación extraña, como si algo fuese a pasar.

El estómago se me revuelve.

(Publicado en Septiembre 7, 2018)
(Editado en Abril, 2021)

Here we go again! | (Zed y Tu) ZOMBIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora