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Peter observo a la mujer de cabellos negros sentada justo al final de la barra. Sabía perfectamente quien era, Jessica Jones; la había visto un par de veces a lo lejos por los pasillos del complejo de los vengadores cuando entrenaba, más nunca habían cruzado palabra alguna.

Era la segunda vez que la miraba ahí, la primera creyó que era coincidencia y salió casi huyendo del lugar, no quería que medio SHIELD viniera en su búsqueda, claro, si es que les interesaba. Esta vez, gracias a su sentido arácnido noto cada movimiento sigiloso que ella hacía, hablaba por teléfono y escucho cada palabra. Lo estaban buscando.

—¿Estas bien cariño?—May poso una mano en el hombro del joven castaño haciéndolo sobresaltar.

—Si, yo solo estaba pensando—río volviendo a su trabajo de limpiar la barra.

Peter miro como Jessica pedía la cuenta y se retiraba del lugar con tranquilidad.

—Señora May, ¿puedo salir antes?

—Claro cariño, ¿te encuentras bien?

Peter negó, mintiendo.—Me duele un poco el vientre y los pies.

—Esta bien, puedes irte. Después de cerrar paso a ver como estas, ¿esta bien?

—Si, gracias.

Peter fue a la parte de atrás del local, quito su uniforme y tomo su mochila. Salió del lugar lo mas rápido que su estado le permitió y entro al edificio de su departamento.

Observo por la ventana de su habitación con ligera agitación pero no encontró a nadie. Aun así no podía quedarse ahí, conociendo las habilidades de Jessica, sabía que para esas alturas ya sabría todo de él.

Escandalizado, recogió sus pertenencias para salir de ahí por la puerta trasera, no podía arriesgarse a pasar un minuto más ahí.

La noche cayó y Peter seguía sin rumbo alguno, lo bueno de aquello es que ya no había rastro de esa mujer de cabellos obscuros.

Diviso un letrero colorido de un hotel a las afueras de la ciudad, por esa noche ese lugar sería bueno para dormir.

(...)

Stark mantenía el rostro neutro, los nervios le carcomían y solo podía pensar en lo que le iba a decir a su hijo.

Steve al notar el estado de su esposo, tomo una de las manos de Tony y la acaricio con suma delicadeza, dandole ánimos.

—Tranquilo cariño, todo va a estar bien—susurro Steve.

—¿Y si me odia Steve?—Tony se removió nervioso, eso no podía ser posible. Temía aquello, él mas que nadie había explorado ese sentimiento hacia su padre y no quería que Peter sintiera lo mismo por él.

—No lo hace—afirmó el Capitan—. Tony, te equivocaste, es solo eso. Peter sabe cuanto lo amas. Es solo que... Pet y tu tienen el mismo carácter son tan orgullosos—el castaño asintió concordando con aquello—, pero también tienen un gran corazón.

Tony sonrió. Suspiro para calmar sus nervios y se empapo de la seguridad que siempre le caracterizaba.

Llegaron a aquel local estilo vintage. El matrimonio Rogers-Stark podían sentir sus corazones golpear con fuerza su pecho, cada paso que daban les daba esperanzas de ver a su hijo.

Los clientes del lugar, callaron unos minutos debido a la emoción de ver a tan grandes figuras. May sabía quienes eran y le alegraba saber que por fin Peter podría cuidar y vivir su etapa como debía.

—Buenas tardes—Stark quito sus lentes y miro a la mujer de cabello canoso—. Buscamos a nuestro hijo Peter, sabemos que trabaja aquí.

May sonrió.—Así es, pero hace una hora que salió, dijo que se sentía un poco mal.

Steve y Tony se miraron preocupados. El hombre de hierro se contuvo en tener un ataque de histeria, pensar que su bebe la podría estar pasando mal le llenaba de preocupación.

—Podría llevarlos a su departamento si quieren, estoy a punto de cerrar.

—No es necesario, sabemos donde vive, muchas gracias—Steve apretó los hombros de Tony para relajarlo un poco y salieron de ahí.

Caminaron apresuradamente hasta el edificio. Cuando se presentaron el casero inmediatamente los dejo pasar.

Tony miro con una mueca de disgusto lo asqueroso que estaba el lugar, descuidado, con olor a humedad e incluso basura por los pasillos, ese no era ambiente para su hijo y mucho menos en su estado. Dos pisos mas y llegaron hasta la puerta del departamento de Peter.

Toco con suavidad sin recibir respuesta.

—Peter, soy Pops—dijo Steve y nuevamente el silencio se hizo presente—. ¿Pet?

—¡Derríbala Steve! Nuestro hijo podría estar en peligro—el castaño pensaba lo peor.

Steve dio una patada a la puerta logrando abrirla y al entrar encontraron un lugar totalmente vacío. Peter se había ido.

(...)

Peter se removió una vez más en la cama tratando de conciliar el sueño. El constante movimiento del pequeño dentro de su vientre seguro por hambre lo molestaba.

Con el hospedaje en el hotel, apenas y le había alcanzado para comprar unas galletas y una botella de agua.

Se sentía tan miserable, tan mal padre. ¿Como era posible que le diera esa vida a su hijo? Se sento en la cama y comenzó a llorar gracias a la desesperación.

—Perdóname bebe—murmuró tomando su vientre con delicadeza—. Perdóname por ser tan débil, por no poder tratarte como debes. ¡Dios! Ni siquiera he podido tener una cita con el ginecólogo desde hace meses. Tal vez tu abuelo tenía razón y no soy mas que una decepción.

Se sentía tan solo, tan desesperado, tan vulnerable.

Los remordimientos de ser un mal padre y por otro lado los recuerdos de Wade Wilson rondándole la mente no ayudaba en nada, ¿pensaría en él alguna vez? ¿Lo extrañaría o es que Vanessa si sería el amor de su vida como alguna vez le dijo que él lo era? Promesas vacías y preguntas sin respuestas era lo único que tenía.

Las únicas fuerzas que tenía era gracias a su hijo, de tan solo imaginarlo en sus brazos hacía que su corazón brincara. Él era lo único que valía la pena en su vida ahora.

********************

¿Listas para la aparición de Deadpool?

Voten y comenten.

Xoxo.

『𝐌𝐢𝐬𝐭𝐚𝐤𝐞𝐬 || 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐲𝐩𝐨𝐨𝐥 + 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora