『𝐌𝐢𝐬𝐭𝐚𝐤𝐞𝐬 || 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐲𝐩𝐨𝐨𝐥 + 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』

10

Peter abrió sus ojos, pestañeó un par de veces tratando de ver con claridad aun estaba aturdido por la situación por lo cual se encontraba un poco desorbitado.

Quiso levantarse de la camilla pero el dolor en su bajo vientre lo detuvo, era como si todas sus entrañas quisieran salirse por ahí, volvió a cerrar sus ojos y recordó todo lo que había pasado.

El parto.

Su hija.

Él.

¿Que había pasado?

—No cariño, no trates de hacer esfuerzo—Steve rápidamente llego a su lado para que volviera a su posición anterior pero calmar a Peter en esas circunstancias era imposible.

—¿Que... dónde esta mi hija?

Con tanta ansiedad recorriendo su cuerpo no pudo darse cuenta que su padre estaba sentado en el sillón al frente de su camilla, en sus brazos cargaba un pequeño bulto entre mantas blancas. De ahí, salían pequeños balbuceos que lograban sacar mas de una sonrisa llena de ternura por parte de Tony Stark.

El hombre de hierro aún con el pequeño bulto en brazos, se levanto del sillón y camino lentamente con una gran sonrisa hasta llegar a lado de su hijo.

—Pet, es ella, es tu hija.

Peter abrió su boca sin decir nada, estaba sorprendido pero muy feliz. Con una mano temblorosa, destapo dejando ver la cara de su primogénita, tenía que aceptarlo era  muy parecida a Wade, su cabello rubio, su boca, hasta la forma en como dormía. Lloró, no pudo evitar soltar lágrimas de felicidad, después de tanto esfuerzo, de tanto sufrimiento tenía su recompensa.

Tony puso con delicadeza a su nieta en los brazos de su hijo y Peter por primera vez sintió ese calor que llenaba su corazón de una manera distinta. El amor que sentía porque sus padres o Wade no se comparaba a lo que sentía ahora. Cuando la pequeña abrió un poco sus ojos tan chocolates como los de él, le sonrió como si reconociera de quien se trataba.

—Hola preciosa—tomo una de las manitas de su pequeña y ella con sus deditos apretó el agarre—. Soy papi.

Steve y Tony no pudieron evitar soltar algunas lagrimas debido a la emoción. Ver como su hijo se convertía en padre era algo hermoso y tierno.

Matt quien se mantenía en silencio sintió la felicidad que Peter irradiaba en ese instante, sabía lo mucho que el adolescente había esperado por ese preciso momento.

—Matt—Peter lo llamo—. ¿Ya la conociste?

El pelirrojo asintió. Cuando la trajeron después de casi 5 horas en la incubadora, los primeros en acercarse fueron los abuelos, Tony y Steve la habían llenado de halagos y solo podían escuchar los balbuceos de la bebe. Steve lo llamó para que la conociera y el toco su delicado y fino rostro, era bella.

Matt se acerco hasta un lado de Peter y acariciar el rostro de la pequeña.

—Es preciosa—afirmó.

—¿Quieres cargarla?

Negó con miedo. Nunca antes había hecho algo así y la idea de que la bebe se cayera le aterraba.

—No creo que sea prudente.

—Lo harás bien—sonrió Peter—. ¿Pops lo ayudas?

—Claro.

Steve tomo a la pequeña y la puso entre los brazos de Matt. El pequeño bulto se removió y los brazos de Matt temblaron pero al final la bebe tomo una cómoda posición.

La puerta fue abierta torpemente por un Wade Wilson con un ramo enorme de flores, un par de o mas bien, docena de globos y el cafe que Tony le había pedido -aunque solo lo había hecho para deshacerse de Wade por un rato-. Wilson ni si quiera se había dado cuenta que Peter estaba despierto, ahí, sosteniendo en brazos a su hija, quien solo la había podido conocer a través del cristal.

Después de que Bruce saliera a interrumpir la escena que Stark protagonizaba, la noticia de que Peter y la bebe habían reaccionado sin duda fue un alivio para todos. Sentían como si todo hubiera vuelto a la normalidad y lo agradecían.

Tony no pidió disculpas, el había disfrutado golpear a Wade pero al fin de cuentas tenía que compartir ese momento con él aunque no le agradaba la idea.

—Tuve que ir a tres cafeterías diferentes y ninguna tenía cafe descafeinado—exclamó con enfado Wade entregándole el vaso a Tony—. Espero que lo disfrute—dijo con un tono nada agradable.

—Si, bueno, seguro está frío y no me gusta así—sonrió Tony dejándolo a un lado.

—¿Alguna noticia?

Cuando Wade soltó todo lo que cargaba entre sus brazos, encontró a Peter despierto, el rostro del castaño detonaba asombro al encontrarse con su ex pareja y padre de su hija, no evito el que se cristalizaran sus ojos, Wade también pudo sentir los suyos aguarse. Tantas emociones juntas en un día lo estaban matando, la maquina que indicaba los latidos de Peter comenzaba a alterarse, una clara señal de como Wade ponía al pequeño Rogers-Stark.

Los ojos de Steve y Tony miraban con atención la escena, esperaban ver quien haría el primer movimiento pero en realidad parecían estar paralizados. Wade quiso decirle mil cosas a Peter pero sus palabras se estancaban junto con el nudo en su garganta.

Cuando miro a Matt y vio a quien cargaba una ira recorrió su cuerpo, ¿por que demonios Murdock era quien cargaba a su hija antes que él? ¡Él no era el padre para hacer eso! No pudo evitar fruncir el ceño y Peter lo noto, reconoció su actitud, pues claro, lo conocía de pies a cabeza, cada actitud que tenía y cuando la tenía.

Queriendo calmar la tensión o lo que fuera que Wade quisiera hacer, Peter fue el primero en hablar.

—Wade...—el rubio aparto la mirada fulminante de Matt y ahora una llena de arrepentimiento y tristeza se poso en su pequeño.

—Peter yo...—con un ademan lo detuvo.

—Si estas aquí supongo que es porque te han contado lo que pasa.

El momento se volvió incomodo en aquella habitación, a pesar del mar de sentimientos que Peter tenía hacía el mayor, decidió ignorarlos pues ahora el motivo era mas importante que sus problemas anteriores. A partir de ahora, su hija era lo mas importante. Wade no dijo ni hizo movimiento alguno. Matt en cambio, con delicadeza y nuevamente con ayuda de Steve devolvió a la pequeña a brazos de su padre. Wilson vio la escena con ternura.

Peter abrió un poco la manta que cubría el rostro de la bebe y no pudo evitar sonreír una vez más. Levanto la vista para ver a Wade y le tendió su mano.

—Ven. Mira, es nuestra hija.

Con pasos lentos y temblorosos, tomando la mano de Peter, se acercó. Sus mejillas se empaparon de lágrimas, la nena era preciosa. Su mano acarició la pequeña y delicada mejilla de su hija y ella se removió. Bostezo y regalo un pequeña sonrisa para volver a dormir.

—Peter... es hermosa—su corazón latía con prisa, nunca antes pensó vivir un momento así y ahora que lo vivía se sentía tan irreal. Era algo hermoso sin duda.

—Lo es.

Peter le paso con delicadeza el pequeño bulto enredado entre mantas y Wade la sostuvo con toda la delicadeza del mundo. Era algo único y especial que nunca iba a olvidar.

***********************

Decidí alargar un poco más la historia, je.

¿Que les pareció el reencuentro?

Voten y comenten.

Xoxo.