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Peter vio a Bruce entrar a la habitación y con el una mesa metálica con distintos instrumentos.

—¿Cómo te sientes Peter?

—Como si me quisiera partir en dos—sonrió de lado.

Bruce río.—Bien, vamos a aplicarte la primera inyección que ayudara a fortalecer los pulmones del bebe, ¿esta bien?

Al castaño no le quedo mas que asentir y comenzó a tragar saliva con dificultad. Cuando su tío enseño la aguja quiso desmayarse y agradeció tener a sus papás junto a él para apoyarlo.

—Tranquilo cariño. Lo vas a hacer muy bien, ¿si?—Tony le susurro acariciando sus castaños cabellos. Steve por su parte sobaba la mano de su primogénito tratando de relajarlo.

Cuando la aguja entro casi ni sintió, sin embargo el liquido en ella ardió como los mil demonios. Mordió su labio y cerro los ojos ante eso.

—Listo—avisó Bruce—. La siguiente es en una hora.

Peter asintió queriendo morir.

Tony y Steve se encontraban ahí, si bien no habían tenido tiempo de hablar con calma sus problemas, porque lo que menos había era eso, tiempo. No querían ser imprudentes, no en ese momento. Lo único que quedaba era apoyar a su hijo si este se lo permitía, estar a su lado y brindarle el amor que siempre tuvo pero por idiota, no lo había demostrado.

—¿Te encuentras bien cariño?

—Eso creo Pops—su respiración era agitada y en su vientre los fuertes dolores no cesaban—. Solo... quiero que esto acabe ya.

—Es un proceso difícil bebe pero cuando tengas a esa pequeña en brazos—llevo su mano hacía el vientre de su hijo y lo acarició con ternura—, todo habrá valido la pena.

Peter sonrió. No negaba que había actuado de una manera impulsiva, propia de un Stark gracias a su enojo, no obstante, a pesar de sentirse lastimado con su padre, lo seguía amando, era inevitable, era su padre quien lo había traído al mundo, quien había sacrificado miles de cosas por él. Y agradecía que a pesar de todo, los dos estuvieran ahí con él. Sin ellos dos ahí, probablemente podría enfrentar esa situación. Los ánimos que ambos padres le daban, el amor que le demostraban lo hacían querer seguir adelante.

Matt desde que había llegado al hospital con Peter se había mantenido alejado, decidió darle el espacio que la familia necesitaba. Mientras Tony se encontraba hablando de cualquier cosa de la bebe con Peter, Steve se sentó a un lado de Matt.

—Gracias por lo que has hecho por mi hijo—hablo Steve sin quitar su vista de su familia—. No sabes el terror que nos genero cuando supimos que Peter había acabado en el hospital.

—No podía dejarlo y mucho menos en su estado. Me alerté aun más cuando me contó que no tenía a nadie más para apoyarlo—Steve sintió su corazón romperse. Que Peter hubiera pensado eso por una discusión que a Tony le había salido carísima lo ponía muy mal. Para él Tony y Peter era lo más preciado de su vida y sabía que para su esposo era lo mismo y que Peter haya tenido que vivir en aquella situación teniendo todo era un golpe bajo porque sabía que nada mas que Tony y él eran los responsables—. Es un gran chico con un enorme corazón, cualquiera podría amarlo.

Steve se sorprendió ante las palabras del pelirrojo pero no dijo nada.

Las dos inyecciones siguientes fueron aún mas dolorosas sumándole a los intensos dolores en su vientre que causaba el bebe por querer salir ya.

Peter sudaba y se retorcía en la camilla. Bruce lo llevo al quirófano para aplicar la anestesia epidural. Si antes Peter había visto una aguja enorme, esta lo era el doble. Los efectos no tardaron en llegar y hasta mareado se sentía.

Bruce salió con una cara de preocupación, se acerco con aquella discreción que caracterizaba y eso aumento al nerviosismo del matrimonio Rogers-Stark.

—Tony, Steve—Bruce jugueteaba con sus dedos—. Esto, la situación es complicada. Como saben, Peter apenas y tiene 8 meses con unos días, después de la ultima ecografía se puede ver que la bebe necesita salir ya pero es algo muy arriesgado.

—¿Como que muy arriesgado?—saltó Tony con desespero—Lo mismo dijeron cuando tuve a Peter, a pesar de mi edad y...

—Bruce al grano—el Capitan estaba acostumbrado a hablar las cosas con claridad y había sido entrenado para soportar las cosas más fuertes y dolorosas aunque no estaba seguro si podría soportar lo que Bruce pudiera decir.

—Hay riesgo de que alguno de los no sobreviva.

Cualquier ruido para los oídos de ambos padres pareciera haber desaparecido, la noticia había sido un golpe duro. Tony comenzó a respirar pesadamente y sintió como sus piernas temblaban. Steve sostuvo al hombre de hierro para que no cayera por la impresión.

—Bruce... haz todo lo posible por salvarlo—suplicó Tony.

—Sabes que lo haré.

Bruce tomó la mano de su hermano de la ciencia, dando una mirada de afirmación. Volteó y volvió a entrar al quirófano.

—Tío—con la poca estabilidad que quedaban en el cuerpo de Peter lo llamo. Bruce volteó y se acerco a él—. Escuche todo lo que dijiste afuera—Bruce no se sorprendió después de todo sabía las habilidades de su tan amado sobrino—. Sálvala por favor.

Tenía dos peticiones y su tarea era cumplirlas, la pregunta sería, ¿podría hacerlo?

La doctora Cho, Bruce, el equipo de doctores especializados y Stephen estaban ahí, tratando de hacer lo mejor posible pero la situación no lo era para nada. El nerviosismo y el miedo eran los principales factores de aquella situación.

Peter solo veía como todos estaban concentrados en su labor, sintió un leve jalón en su parte baja, su respiración comenzaba a agitarse y el ritmo cardíaco comenzaba a subir aceleradamente mientras su presión disminuía.

—Necesito que te relajes por favor cariño—pidió Bruce. Peter trato de hacerlo.

Tony movía con impaciencia su pie y Steve caminaba de un lado a otro. Steve vivía aquella incertidumbre por segunda vez, la primera era cuando Tony había dado a luz a Peter, no obstante aquella vez él estaba a un lado de Tony y ahora su hijo estaba solo.

En la mente de Tony no cabía la posibilidad de perder a su hijo era algo que no podía siquiera pensarlo. Desde que Peter se había ido de su lado, pudo sentir un vacío enorme y sumándole a la incertidumbre de su estado, prácticamente se había vuelto loco. Había extrañado su voz, su sonrisa, su presencia, ya no se hallaba sin su hijo, estaba tan acostumbrado a él. Su familia no estaba completa si uno de los tres faltaba.

—La presión esta disminuyendo—gritó casi alarmado Strange.

—Bruce—pronunció aterrorizada la doctora Cho cuando saco a la bebe y esta no lloraba.

—Tío... ¿que esta pasando?—con pocas, casi nulas fuerzas Peter pudo decir— ¿por que no llora mi hija? ¡Quiero verla!

La fuerza con la que Peter pedía ver a su bebe y las lagrimas en su rostro hacían que su pulso y presión disminuyera.

Los doctores se miraron entre si e hicieron su trabajo pero todo parecía ser en vano. No había respuesta, no había ruido más que el de las respiraciones agitadas de los especialistas y los débiles latidos de Peter.

—Tío—susurro Peter en un ultimo aliento antes de cerrar sus ojos y que la máquina indicara un sonido que erizaba la piel de los presentes.

Los gritos dentro de la sala no de hicieron esperar, tan fuerte era que hasta Steve y Tony pudieron presenciarlos.

—¿Steve?—Tony lo miro aterrado.

—¡Lo perdemos!—escucharon la voz desesperada de Bruce.

Tony quiso entrar pero los brazos de su esposo sobre el lo detuvieron. El hombre de hierro gritaba, con todas sus fuerzas que lo salvaran y Steve... Steve se aferro a como pudo de Tony queriendo que aquello solo fuera una mentira.

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Que dramática situación ah.

Voten y comenten.

Xoxo.

『𝐌𝐢𝐬𝐭𝐚𝐤𝐞𝐬 || 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐲𝐩𝐨𝐨𝐥 + 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora