One Shots (Camren y tú)

Lo siento Lauren Prt 2

P.O.V Rayis

Estaba acariciando la cabellera de mi amada mientras ella dormía plácidamente. Estaba tan concentrada en mi acción que no escuché como se abría la puerta y sus pasos, grave error.

Me di cuenta de que mi infierno empezó ahí en ese momento, cuando sentí el primer golpe que hizo lanzarme de la cama.

Sentí el segundo, el tercero, el cuarto...sentí todos. Todos los golpes, todos los insultos, todas mis lágrimas. Él no paraba de darme golpes y yo estaba en estado de shock, no podía reaccionar. Pero entonces fijé mi mirada en ella. Estaba tumbada en la cama y no se enteraba de nada, y fue en ese momento en el que reaccioné. Le di un gran puñetazo a Ty en sus partes, haciendo que se separe de mí y deje de golpearme. Mientras que el lleva sus manos a su entrepierna por no soportar el dolor, lo pienso dos veces y le hago un gancho que impacta en su cara. Él derrama sangre por su boca ante el golpe que ha recibido, yo también sangro pero más que él...juro por el amor que siento por Lauren que él derramará más sangre que yo.

Cuando Ty siente la sangre en su boca me mira con esa mirada...me quiere matar ahora mismo. Se lanza contra mí, me coge de la cintura con fuerza y logra tumbarme. Se pone a horcajadas de mi y comienza a golpear mi cara con sus dos manos. Izquierda, derecha, izquierda, derecha, así todo el tiempo, haciendo que derrame sangre por mi boca y que me ahogue poco a poco por la sangre.

Hubo un momento en el que dejé de sentir los golpes. Era como si hubiese muerto y ahora sólo era un alma. Lo veía encima de mí con una cara de furia y golpeándome con ira. La veía durmiendo, como si no pasara nada.

Ty deja de golpearme, sigue mi mirada y la fija en ella. Se dirige hacia Lauren. Camina mientras se remanga y hace crujir sus puños. Intento levantarme del suelo pero no puedo. No siento nada. No puedo mover ni el cuello...nada, sólo escucho y observo.

Observo como coge a Lauren con una mano por su larga melena. Observo como le da un golpe en la cara que le deja casi inconsciente. Observo y escucho como le grita unas palabras que demuestran todo menos amor, "Puta", "Zorra", "Deberías estar muerta", "Te voy a matar", "Lesbiana de mierda".

Cuando a él le parece suficiente le deja de golpear, la tira al suelo y le susurra unas palabras al oído.

-¿Ves? Te dije que no te fueses o si no habrían consecuencias... Mira a tu amante o mejor dicho a tu lesbiana favorita.- Me señala.- Ella ahora va a morir por tu culpa.- Ella y yo hicimos contacto visual.

Lágrimas salían de esos hermosos ojos y de los míos también. Él la comenzó a golpear y esta vez pude reaccionar mejor.

-Lo siento Lauren.- Eso fue lo que dije antes de las dos nos desmayemos.

P.O.V Lauren

Un pitido. Dos pitidos. Tres pitidos. Así sucesivamente es lo único que consigo escuchar.

Noto que hay una luz tenue. Poco a poco empiezo a sentir mi cuerpo. Siento el dolor pero no es mucho. Cuando ha pasado un tiempo así, escucho como abren la puerta y oigo unas voces.

-Su pulso está bien.- Noto como empieza a tocar cosas a mi alrededor.- Todo está bien, sólo necesita el último bote de suero de hoy.

-Vale, en cuanto pueda mi ayudante se lo podemos.

-Ya está hecho todo el chequeo. Vámonos.- Las dos voces se van y deduzco que por lo que he escuchado es que estoy en un hospital.

Poco a poco empiezo a abrir mis ojos. Veo paredes blancas, máquinas de respiración asistidas y una camilla en la que yo estoy tumbada. Efectivamente estoy en un hospital.
Veo un botón donde arriba se sitúa un cartel," Para llamar a una enfermera" en varios idiomas. Lo presiono y al minuto o así aparece una enfermera.

Pasaron unos minutos hasta que la enfermera terminase de chequear que todo estaba bien y dejar que mi padre entre a la habitación.

-Lauren, hija mía...-Corrió hacia mí con los brazos abiertos para darme un abrazo el cual yo acepté con ansias.- Ya estás bien, no sabes lo que hemos sufrido.- Sollozaba en mi hombro.

-Papá tranquilo, todo a pasado...- Susurré para intentar calmarlo.

-Él no debió hacerte eso a ti y a ______.- Por favor que no le halla pasado nada malo a mi ______.

-¿Ella está bien?¿Qué le hizo ese maldito?¿Dónde está ese cabrón?.- Me alteré demasiado, mi pulsó subió y la máquina no paraba de pitar.

- Ty le dio una paliza a _______ y a ti también. A _____ le rompió dos costillas, los dos pómulos de la cara y ha dañado seriamente su cuello.- No le ha podido pasar esto, no a ella.- A ti te hizo menos daño ya que la policía lo disparó a tiempo, justo cuando él te iba a clavar un cuchillo. Le dispararon y bueno...lo borraron del mapa.- Al escuchar esas palabras sentí un alivio dentro de mí.- En cuanto el estado de salud de ______... ella está en coma.

9 meses después.

Es increíble como la cosa más incómoda del mundo o mayormente conocida como butaca de hospital, puede llegar a ser tan cómoda después de un tiempo. He pasado ocho meses en una butaca de hospital al lado de una camilla de donde colgaban muchos cables, conectados a la persona que amo con locura, _______. Lleva más de 10 meses en estado de coma mientras que yo sólo he estado un mes en coma.

Nueve meses en los que he estado todos los amaneceres, atardeceres y anocheceres con ella, a su lado, en una butaca de color rojo. Le he estado hablando todos los días sobre cómo me sentía y como estaba sentimentalmente y siempre le decía "te amo".

-Cariño, te prometo que en cuanto despiertes te pediré matrimonio.- Le dejé un beso en su mano.- Ahora vuelvo, voy al baño.- Me levanté y caminé hacía el aseo y antes de entrar le doy una última mirada.

Cuando salgo me vuelvo a sentar en la butaca, le vuelvo a coger su mano y juego con sus dedos.

-Sí quiero.

-¿Qué? ______...¡Estas despierta!.- Me levanté de un salto y me lancé a ella. Le cogí su cara entre mis manos y le di un beso, ese beso que he estado esperando tanto tiempo, tantos meses.- ¿Qué has dicho, amor?.- Ella abre los ojos y los vuelvo a ver, estaba vez sus ojos no sueltan lágrimas y no pronuncian un "Lo siento Lauren", estaba vez es diferente.

-Sí quiero, Lauren. Me quiero casar contigo.- Esta vez fue las palabras que me hicieron feliz de por vida.