Consecuencias. (Tomarry)

cap 3. tiempo

Habían pasado unas semanas desde la fiesta de cumpleaños de Alexander Potter y este ya era conocido por casi toda la comunidad mágica de Inglaterra, ya que como la población era muy pequeña la información sé expandía de una manera muy rápida y los rumores de un posible salvador que derrotará a el señor obscuro se volvieron casi constantes.

En la gran mansion Potter, los patriarca de la familia se encontraban orgullosos de su hijo ya que estaba siendo toda una celebridad por la profecía.

Sin embargo su primogénito se encontraba muy triste ya que gracias a su aprendizaje rápido y razonamiento se daba cuenta que sus padres no le prestaban ni la más mínima atención.

El constantemente trataba de llamar su atención, enseñándoles que a su temprana edad ya era capaz de leer libros que no tenían dibujos, estos eran ha cerca de las costumbres mágicas que cada vez eran olvidadas por sus integrantes el cual encontró en la biblioteca familia, un echo extraordinario que el joven de un año y semanas pudiera realizar.

Sin embargo sus padres lo ignoraban pues estaban maravillados de que su pequeño Alexander se pudiera sentar correctamente por 3 minutos sin caer, cuando el ya caminaba solo, y cuando por fin se dignaba a mirarlo solo era para regañarlo ya que estaban cuidando a su querido hijo y no podían prestarle atención así que era inmediatamente enviado a su habitación y lo castigaban por haberlos interrumpido.

El sabía que nunca podría competir por atención contra su hermano.

Por ello el busco refugio de su soledad en los libros de texto de la biblioteca Potter, está se encontraba en la parte trasera de la mansion y nadie que no fuera un elfo doméstico para limpiar entraba en ella.

Un total desperdicio pensaba el pequeño Harry ya que está se encontraba llena de conocimiento y libros que valen enormemente la pena leer.

Como nadie en la casa pasaba por ahí además de que era prácticamente olvidado por todos en la mansion a excepción de la elfina Daisy que era la encargada de cuidarlo le era demasiado fácil entrar y acceder a ella cuando quisiera solo tenía que ser precavido.

Allí encontró muchos libros con conocimiento ancestrales y cuando encontró un libro de magia sin varita empezó a practicarla. Eso era todo, solo el, sus libros, Deisy y su amiga la soledad, solo eso. No había más que eso.

Al pasar el tiempo los gemelos iban creciendo uno de viento en popa y otro no tanto.

Mientras uno se empezó a comportar de una manera fría, calculadora y sigilosa, el otro empezó a ser altanero, flojo y con un ego enorme. Uno buscaba el conocimiento ya que el conocimiento es poder y el otro buscaba como sobornar a sus padres para que le compraran el juguete de estreno.

A sus 6 años Harry se podría decir que era un prodigio como lo llamarían en el mundo muggles ya que a su temprana edad tenía el conocimiento mágico de un niño de 4 año en su educación mágica, además de que se especializaba en otras ramas de la magia que no eran estudiadas a fondo, amaba el conocimiento y lo buscaba casi con desesperación ya que mientras más aprendía más se superaba a si mismo y más sentía que valía.

Esta dependencia se empezó a sonar gracias a el vasto apreció que le demostraron sus padres desde su nacimiento, así que desarrollo una extraña afición a demostrarse a si mismo que el valía, que no era inferior y que él no sería opacado por nadie, que el brillaría aún si otros se empeñaban a tratar de ocultarlo.

Así fue hasta que un día que se encontraba leyendo un libro de magia obscura que todo empezó a cambiar y no precisamente para bien, su adorada madre lo encontró en su amada biblioteca con el libro en su regazo y armó un escándalo.

- cómo te atreves a tocar esos libros, mi propio hijo es un mago obscuro, no lo puedo permitir, eres una deshonra para nuestra familia, tú eres un peligro para mí pequeño Alexander serás partidario de el que no debe ser nombrado - empezó a gritar mientras lo arrastraba al despacho de su marido- no lo permitiré. James!!!

-¿que pasa Lily?- dijo sorprendido el patriarca de la familia Potter.

-harry se encontraba en la biblioteca con un libro de magia obscura- dijo escandalizada.

- que eso es imposible, innombrable que mi propio hijo haga eso, como es que paso -

- yo iba hacia la biblioteca para buscar un libro que los tutores privados de Álex me pidieron y en uno de los sillones de encontraba Harry leyendo este libro- y le extendió un libro de magia a su marido.

y por primera vez miró a su hijo que se encontraba atrás de su mujer con la mirada en un rincón de su despacho- Harry esto no es bueno te encuentras castigado con restricción a tu habitación, no saldrás y no cometas hasta mañana, haber si esto te quitará estas tendencias por la magia obscura, no podrás regresar a la biblioteca y está siempre se encontrará bajo llave me ha entendido - dejo y cuando el pequeño Harry asintió con la cabeza dijo- bien ha ora sal de aquí.

-tenemos que decirle a Dumbledore para que nos aconseje - dijo Lily.

-si, tienes razón- dijo James.- pero será después no deseo que se entere nadie así lo podemos resolver nosotros mismos y si las cosas no cambian, ya veremos qué hacer.

Así ambos terminaron con la plática, no habían acordado nada en concreto pero la semilla se encontraba sembrada y en cualquier movimiento podría florecer desenvolviendo muchos acontecimientos que no los dejaría muy bien parados

Las normas para el pequeño Harry se hicieron más rígidas a pesar de que sus padres pasaban menos tiempo con el que antes, se las arreglaron para que el único método de escape que tenía Harry para despejar la mente de toda la soledad que lo rodeaba.

y sin darse cuenta de que si Harry tenía ya la semilla de el desprecio hacia sus padres por todo el olvido que le habían brindado ese acto solo había dado la palanca para que en verdad los odiara, despreciara y aborreciera.

Sin embargo, sus padres no contaron de que Harry con tanto conocimiento (que no tenían ni la más remota idea) se las arreglaba para ir en la noche a la biblioteca, abrir la puerta con un Alohomora infiltrarse en esta para recoger unos libros, y cerrarla de nuevo para que no sospecharan.

Claro que tenía que ser más cuidadoso con sus horas de lectura y que con ayuda de un hechizo de detección que se encontraba en el corredor que pasaba por su cuarto, así cada vez que alguien se encontraba afuera de su cuarto el rápidamente escondía sus libros en la tabla suelta que había abajo de su cama.

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Lo lamento, enserio lo lamento por no cumplir con mi palabra de que actualizaría pero mi salida me dejó agotada, además de que el lunes que quería seguir avanzando con la historia, pero es la semana de revisión antes de los exámenes y está que sigue será la que me torturan con las pruebas así que no actualizaré.

En el poco tiempo que pude sacar en la semana me puse a hacer el borrador sin embargo trataré de avanzar.

Jessy ❣