Consecuencias. (Tomarry)

cap.5 encuentro

con paso seguro en el umbral de la mansión Potter el señor obscuro mas temido de los anteriores 50 años con su apariencia de serpiente derribo la puerta principal y se adentro a la mansión.

Ya en el interior se dirigió a la tercera planta de la mansión, pues que en ese lugar sentía dos núcleos mágicos de infantes, lo cual lo desconcertó ¿No se suponía que en la mansión Potter solo había un mocoso? Toda la comunidad mágica alardeaba de el que estaba destinado a derrotarlo era el único y primogénito hijo de la ancestral casa Potter, que era un niño pelirrojo, con piel morena y ojos cafés una combinación de sus dos padres; Alexander Potter según la comunidad, además de que su fiel mortífago Severus aquella noche que fue a la mansión Ryddle le dijo que solo habían tenido un hijo, solo presentaron a la sociedad a un hijo por lo tanto esto era muy curioso.

Si perder más tiempo en sus divagaciones se dispuso a subir las escaleras, total no había nadie que supiera de su presencia en la mansión y podía estar un poco relajado pues nadie interrumpiría en el lugar.

Mientras en otra parte de la mansión un chico pelirrojo, con un ego tan grande como el interminable océano se adentraba a la alcoba de su querido hermano para poder burlarse un poco en su cara, ya que por el castigo que sus padres le pusieron eran muy pocas las veces que podía hacerlo, pues sus padres no lo dejaban acercarse mucho a el.

- bastardo hola- dijo al entrar y lo que vio fue a su querido hermano en el balcón en su alcoba, viendo la luna y las estrellas- que haces bastardo acaso ya no estás estudiando tu asquerosa magia negra, maldito mortífago.

-que quieres Alexander acaso no ves que me encuentro pensando, ahh! lo lamento, se me había olvidado que tú cociente intelectual no da para tanto, ya que seguramente es de un misero tres y las pocas neuronas que posees están llenas de halagos hacia tu persona o  de cómo hacer para que tus padres te compren alguna cosa sin sentido, que solo hace que te vuelvas más estúpido de lo que ya eres. -Dijo con un tono seco y con un intenso sarcasmo impregnado de veneno.

La reacción de su hermano  no se hizo esperar ya que se puso tan rojo como su caballo, no se alcanzaba a observar donde estaba su frente y donde iniciaba su  cabello.

Harry no podía identificar si el color adquirido fue causado por la vergüenza o por la rabia.

-cállate engendro, hora entiendo por qué mis padres no te quieren, eres solamente un desperdicio de espacio, solamente debí ser yo el que debía nacer esa noche, tú eres un error de la naturaleza, debiste haber muerto en cuanto pisaste este mundo- dijo Álex por la rabia y en cada palabra que soltaba añadía una considerable porción de veneno- por ese motivo mis padres te echan a un lado, porque ellos saben que solamente yo debí haber nacido y no tú.

Si a Harry le afectaron esas palabras no lo demostró, él recordaba cada momento en el que sus padres lo habían hecho de lado, y no necesitaba que su estúpido hermano se lo recordará, él desde muy pequeño se había dado cuenta de que poseía una memoria eidética  vulgarmente llamada memoria fotográfica.

Pero lo más extraño, era que él recordaba su día de nacimiento, por más extraño que pudiera ser, nunca había escuchado, ni leído ningún caso como el suyo pero él lo recordaba, en algunos momentos las imágenes eran un tanto difusas pero luego en otros momentos eran muy claros, no le sorprendía que no estuviera bien enfocado pues, por favor, acababa de nacer, pero en las partes que recordaba con claridad de sus primeros minutos de vida, recordaba que sus padres lo amaban, que era querido, recuerda como su madre lo miraba con adoración y cuando su padre entro a la habitación seguido de dos hombre que en este momento sabía que eran Sirius Black y Remus Lupin, la mirada de su padre era de orgullo al ver a sus dos hijos, después recordaba estar somnoliento y sumergirse en la obscuridad para que tiempo después despertara sobresaltado por el escándalo que los mayores hacían, que su hermano despertaba y empezaba a llorar ruidosamente causando que a él lo dejarán en la cuna sin ningún tipo de cuidado, para luego centrarse en su hermano, siendo así ignorado de una manera olímpica.