"LA DESESPERACIÓN DE UN NIÑO"

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ok, antes de leer, quiero aclarar que las canciones que yo ponga NO tiene nada que ver con el capitulo, solo quiero que las escuchen por que ami me gustaron y quería compartirlas.

En dado caso de que la canción me inspire para el capitulo, o el momento lo amerite, yo les avisare para que no haya malentendido.

con esto dicho Enjoy:

CAPITULO 2

"LA DESESPERACION DE UN NIÑO"

La hora de arribar se aproximaba, todo estaba listo, solo faltaba soltar las correas y bajar las velas para poder zarpar, mis segundos, Fred y Honey daban instrucciones a los cabos en la cubierta, todo era un verdadero caos, no porque las cosas resultaran mal, sino porque había marinos yendo de aquí para allá acaparando las ordenes que se les daba, muy pronto volveríamos al mar donde mi investigación personal nos esperaba, en todo el viaje de estos seis meses estuve organizando un pequeño plan para encontrar a Tadashi, quería ahorrar el mayor tiempo que me fuera posible y no levantar sospechas.

Todavía recuerdo la respuesta de mis demás superiores, todos déspotas y viendo que lo de Tadashi era ya una causa perdida solo me dieron condolencias antes de tiempo, no sabían lo que decían, por alguna razón le tenían mucho miedo a esas aguas, donde según ellos te encontrabas con la muerte misma, no sabían que había más allá, todo estaba cubierto con una densa neblina, por eso es que los demás le tenían miedo, no creía en cuentos tan absurdos como sirenas o monstruos marinos que la gente comúnmente contaba, pero creía en corsarios pagados para saquear los barcos de las demás naciones y también creía en los insufribles piratas.

En mi cabeza pasaba una y otra vez las imágenes de mi niñez, donde Tadashi siempre cuidaba de mí y de tía Cass, él aun joven tuvo que convertirse en un adulto antes de tiempo, sus cuidados y palabras de aliento jamás las olvidare, aun después de zarpar y dejarnos, a veces sin tiempo definido, nunca olvide el gran cariño que me tenía y el que yo le tengo, a pesar de mi persona tan distante siempre podía contentarme al recordar los buenos tiempos, no tenía muchos recuerdos de mis padres más de lo que Tadashi me contaba, tía Cass nunca los conoció aunque aseguro que le hubiera encantado, y siempre le estaré agradecido a mi hermano por no dejar morir su recuerdo, a pesar de que sus memorias sean muy pocas puesto que al fallecer él contaba apenas con siete años.

Mi lista de amistades era muy limitada, solo se reducía a mi primera oficial, mis segundos y Wasabi, sin mencionar a mi tía. Mi primera me llamo la atención cuando todo estaba listo para eso de las 12:00 de la tarde, estábamos preparados para recibir el cargamento de Cortez para el rey, esta excusa para ir por mi hermano no tomo por sorpresa al rey, quien solo es un avaro, nos "permitió" ir en esta búsqueda, siempre y cuando volviéramos con sus tesoros, nadie debía enterarse que dio permiso a un barco para una misión suicida, acepte sus condiciones a pesar de mi descontento, lo inhumano ya estaba integrado en la vida de estas personas, y no importa que tanto te declares en desacuerdos con estas situaciones, esta clase de gente jamás tomaría en cuenta tu inconformidad.

Los soldados de Cortez empezaron a subir los cofres repletos de oro, no pude evitar pensar en la traición de Ernesto hacia su corona, podría parecer muy buen anfitrión y alagarme cuanto pudiera, pero tenía que tener siempre presente que esto solo era una guerra de bandos, los cofres eran de madera nueva con bordes de oro, conté seis en total, fueron directo hasta la prisión del barco donde viajarían con los esclavos, solo por su protección, a final de cuentas eran más importantes los cofres que un puñado de esclavos, en palabras de otros.

Luego fue el turno de los esclavos, todos eran hombres, ninguna mujer, todos lloraban e imploraban volver con sus familias, se arrodillaban, pedían, peleaban contra los guardias, y en la parte de abajo, en el puerto, había una gran cantidad de mujeres y niños que lloraban desesperados por sus padres y maridos, pidiendo ser regresados, tratando de cruzar la gran escolta del regente. Ni Honey, ni Wasabi quisieron quedarse a ver, solo Fred y Gogo me asistían en ese momento, por alguna razón sentía que las cosas no podían estar peor, no quería ver nada de esto, era horrible, tan solo mirar como un puñado de soldados trogloditas trataban de someter a lo que sería un grupo de esclavos me daba nauseas.

Naufragio De TempestadesWhere stories live. Discover now