Naufragio De Tempestades

"MIEDO DE PERDERSE"

CAPITULO 10

"MIEDO DE PERDERSE"

Sentía un gran hueco en mi estómago, eso que estaba en frente de nosotros no se le podía ni llamar barco, el San Fransokyo estaba hundido solo se sostenía por unas cuantas maderas, una gran parte del barco se encontraba en el agua, otra que era muy poca parecía flotar, yo quería ahogarme.

Uno de mis hombres salió del agua y meneo la cabeza en negativa, no había rastro ni de mi hermano o de algún sobreviviente, lleno de furia ordene que volvieran a buscar algún indicio o cualquier cosa, solo me entregaron papeles mojados difíciles de leer.

Me sentía de lo peor, sentí que hasta el momento nada valía la pena, que todo el esfuerzo que deje en la búsqueda de Tadashi no valiera nada. Podría estar actuando infantilmente, pero la situación era algo que no me entraba en la cabeza, quería a mi hermano de vuelta, ya para este entonces mi tía debería estar preguntando por él y no quería que esa fuerte mujer se derrumbara, no como yo en este momento.

Ni mis títulos y ni mis caprichos podrían borrarme el amargo sabor a decepción, conocía mis capacidades y si estas no me permitían dar con Tadashi entonces tendría que ingeniármelas para algo más. Un fuerte sonido de cañonazo me despertó de mis pensamientos, todos volteamos a ver como un barco desconocido se acercaba peligrosamente a nosotros, el cañonazo fue disparado por Steve quien se encontraba estupefacto por la bandera negra que se distinguía cada vez más.

Fue muy rápido lo que paso, hombre empezaron a ingresar en el barco, con espadas y pistolas y un acento detestable, sus ropas roídas y el mal olor peor al nuestro me hicieron sacar rápido mis armas, grite a Wasabi para que dirigiera a los esclavos a la parte baja del barco, unos pocos defenderían esa entrada, los demás se quedarían a pelear a mi lado, entre más gritaban más podía distinguir su hedor, Honey se escondió en mi camarote junto con Miguel quien estaba reacio a ocultarse, mis hombres sacaron más armas del armario y empezaron a defenderse, para mí no era ningún problema ya que fue de los mejores en mi generación, mi padre fue un habilidoso espadachín y por naturaleza yo también lo era, con métodos un poco diferentes a los demás de la armada.

Los cañones de ambos barcos empezaron asonar haciendo temblar toda la nave, gente caía como moscas al agua, gritos desgarradores de los hombres caídos y el clinclankeo de las espadas llenaban el ambiente, desconocía la imagen del otro capitán por lo que la batalla se alargaría más, mis sentidos se vieron perturbados cuando uno de esos piratas se dirigía a la entrada que llevaba a los tesoros, mi sangre hirvió ya que si no le entregábamos ese tesoro al rey nuestras cabezas serian colgadas, literalmente.

No me dio tiempo de reaccionar cuando vi a un chico moreno interponerse entre el sujeto y la entrada, Miguel trataba de amenazar a ese tipo con un pobre manejo de la espada, vi a lo lejos como Honey lo llamaba con desesperación siendo oportuno para que dos sujetos la sujetaran de la cintura y se dirigieran a su barco, me apresure a llegar antes de que tomaran las cuerda y cruzaran con mi futura cuñada, por fortuna pude cortarle la cabeza a uno y emputarle el brazo al otro recuperando a la rubia, le pedí que volviera adentro a lo que ella se negó con vista a Miguel que tenía dificultades.

Estaba enojado, sintiendo como el moreno volvió a desobedecer órdenes mías, aunque cierta parte de mí ya se estaba acostumbrando, le prometí a Honey que lo llevaría con ella lo antes posible.

Luego sentí un golpe en la cabeza y todo se volvió negro, después un fuerte "splash" y deje de respirar.

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