⇶ Kiss me, fast [The kissing booth 1]

Twelve:

El día del baile se había echo presente, aquella noche donde la ansiedad y la emoción eran dos sentimientos qué iban de la mano o, como en el caso de Juliet y Derek, era una de las pocas oportunidades qué tenían para comer fresas con chocolate, el postre principal de aquella festividad.

Ahora mismo, Juliet se encontraba frente al espejo, observando con admiración aquel hermoso vestido color rosado qué llevaba puesto. Esta, había optado por llevar su cabello recogido en una trenza y completó su look con unos zapatos de tacón plateados, los cuales hacían juego con su pequeño bolso.

No obstante, aún tenía la sensación de qué le faltaba algo o más bien, alguien: su incondicional mejor amigo, Derek Evans. Ambos, no se dirigían la palabra hacía como aproximadamente unas tres semanas, específicamente, desde aquel incidente en el pasillo. Sin embargo, Derek intentó acercarse varias veces a Juliet, pero ésta solo lo ignoraba, su orgullo, en aquellas situaciones, podía llegar a ser uno de sus peores defectos. Y Derek, lo sabía a la perfección.

Además, la chica intuía qué al pisar aquel salón de baile, todo su mundo se derrumbaría, ya qué Derek, probablemente, se hallaría junto a Liliane y ésta, por defecto, ya habría logrado enredarlo en sus poderosas redes amorosas.

Sin embargo, sorpresivamente, eso no fue lo qué se concretó. Liliane, se hallaba parada en una de las columnas completamente sola, observando con impaciencia su teléfono. Su mirada emitía exasperación y ansiedad, parecía estar esperando un mensaje, muy específico.

Juliet le hizo una señal a Kieran de qué volvería en un momento, éste solo asintió, para ponerse a hablar con uno de los tantos estudiantes. La joven, por su parte, se acercó a la pelirroja, recibiendo al instante una mirada de tristeza por parte de ésta. Aquello sorprendió a Juliet, ella no era de expresar aquel estado de ánimo.

—Y-Yo lo intente, realmente lo hice...—gimoteó Liliane, haciendo un gran esfuerzo por no arruinar su maquillaje—. Pero él no puede olvidarte...¿Como lo haría? Eres Juliet Flynn.

La susodicha, solo se limitó a observarla con confusión, Liliane jamás se mostraba triste por ningún chico, ella solo expresaba un solo sentimiento o quizá dos: su enojo y rencor hacia Juliet, en cualquier orden y momento del día.

—¿De qué hablas, Liliane? No puedes culparme de qué Derek te haya dejado plantada —espetó la chica, un poco molesta ante aquello qué la pelirroja expresaba—.

Para la sorpresa de la menor, Liliane, sólo se limitó a soltar una risa sarcástica y hasta cierto punto, amargada.

—No seas idiota Juliet, él no me dejo plantada —repuso la chica, rodando sus ojos—.