⇶ Kiss me, fast [The kissing booth 1]

Thrirteen:

"This is our kind of goodbye".

Juliet estaba tan sumergida en sus pensamientos, qué ni siquiera se había percatado de qué Derek se hallaba frente a ella. Hoy era el día en el qué el joven emprendería su viaje hacia Boston, y Juliet, aunque intentará convencerlo vanamente de lo contrario, no estaba lista para qué se vaya, específicamente, ella, no soportaría el echo de que la dejará. Por más egoísta qué sonara, la joven, lo necesitaba a su lado, tan solo por el echo de qué lo amaba, mucho más de lo qué una novia, ama a su novio.

Su relación tenía otro tipo de afecto, mucho más profundo qué la simple atracción, ambos habían creado un fuerte vínculo en estos dieciséis años y no podían negar el echo, qué al separarse, temían por qué este comenzará a desvanecerse, poco a poco, hasta convertirse en lo más similar a cenizas...La nada misma.

—Julie...—la llamó Derek, con aquel suave tono de voz, qué el chico empleaba cuando estaba triste—. Estás pensando en nosotros...¿No es así?.

La joven asintió, creyendo qué de alguna manera se sentiría mejor, no obstante, sabía qué aquello no se concretaría, si de por sí era difícil dejar ir a su novio, también, debía agregar a aquello, el echo de dejar ir a su mejor amigo.

—No quiero qué me olvides, Derek —musitó la chica, en un susurro similar a un gimoteo, estaba destrozada, mucho más que eso—.

Al oír aquello, el chico sonrió taciturnamente, mientras posaba la palma de su mano en la mejilla de ella, intentando captar nuevamente su atención y eso, fue sorpresivamente lo qué obtuvo, seguido de una cristalizada mirada.

—Jamás sería capaz de olvidarte, Julie...Créeme, no eres el tipo de chica del cual puedes olvidarte fácilmente —admitió Derek, intentando tranquilizarla—.

—Eso dices ahora mismo, aquí, conmigo, estoy segura qué, cuando estés allí, ya me habrás olvidado y está bien, mereces ser feliz, no puedo obligarte a qué te quedes aferrado a mí, sería injusto y egoísta —reconoció ella, haciendo todo lo posible por no corromperse en llanto, tan solo pensar aquello, la destrozaba, por completo—.

—Ya soy feliz Julie, por qué te tengo a ti, en mi vida, estoy seguro qué ninguna chica qué conozca alguna vez, te igualará...—enfatizó él, con absoluta sinceridad—. No necesito otra chica en mi vida, qué no seas tú.

Juliet sonrió y sin considerarlo demasiado, se acercó a él, a tal punto qué sus respiraciones se conectaban, al igual qué sus miradas, las cuales, se cruzaban tímidamente, como sí fuese la primera vez qué llegaban a ese punto.

Y fue así, cuando Juliet, lo besó, enrollando sus manos en el cuello de él, siendo testigo de como aquel beso se intensificaba cada vez más. Ambos lo necesitaban, aquello era indiscutible.

[...]

—Entonces...¿Estas seguro qué tienes todo lo qué necesitas? —cuestionó Elle, mostrándose absolutamente preocupada por su hermano—. Papá te ha empacado tu crema para alergias, insistí qué no lo hiciera, pero dijo qué Boston se regocijara con tu juvenil salud y te proporcionará todo tipo de alergias.

—Qué dramático... —expresó el chico con cierta sonrisa burlona, observado a su padre, por detrás del hombro de su hermana, el hombre, sin embargo, no se percató de aquello, ya que estaba concentrado en una revista que le había comprado a su hijo más pequeño—.

—Sí, sin duda aquel drama qué tanto te caracteriza lo haz heredado de él —bromeó Elle, recibiendo una mirada fulminante por parte de Derek—. ¡Hey! Sabes que tengo razón.

—Ajá claro, sí tú lo dices —le respondió el chico sarcásticamente, mientras dirigía su mirada hacia Juliet, la cual iba acercándose a la escena, poco a poco—.

La chica llevaba entre sus manos un pequeño llavero y sin emitir palabra alguna, una vez que se hallaba lo suficientemente cerca de él, se lo entregó, sintiendo una gran satisfacción al observar cómo la expresión de Derek se hacía, cada vez más y más alegre.

—Gracias Ju, por seguir estimulando mi extraña obsesión por la Torre Eiffel —bromeó el chico, tomando con su mano derecha aquel pequeño llavero—.

Juliet rió, dedicándole una cálida sonrisa.

—No es nada tonto, así se te será más difícil olvidarte de mí —bromeó ella, provocando está vez qué, el joven riera—.

—Siempre supe qué librarme de ti no sería tarea fácil...—reconoció él, aún sonriente, para luego, acercarse a Juliet—. Esto no tiene qué por qué ser una despedida.

—Sí, aquellas son muy tristes —admitió la chica, envolviendo el atlético cuerpo de su novio, en sus pequeños brazos—. Podríamos llamarlo: "Hasta algún día".

Derek asintió.

—Suena mucho mejor qué un insulso adiós —afirmó el chico, separándose de la joven, para luego observarla a los ojos—. Hasta algún día, Julie.

—Hasta algún día, Derek —finalizó ella, sintiendo como las lágrimas de un momento a otro, danzaban en su mejilla—.

Dicho aquello, Derek se acercó aún mas a Juliet, para depositar un largo beso en sus labios, un último beso. Finalizada aquella trágica despedida, el joven, se acerco a su hermana, hermano menor y padre, envolviéndolos en un cálido abrazo. Por último, sin nada más que añadir a aquel triste panorama, él, tomó sus maletas, listo para subir al avión.

Juliet, por su parte, lo observaba desde lo lejos, con congoja, sin embargo, no podía negar el echo de que estaba feliz por él, nadie más qué Derek se merecía aquella maravillosa oportunidad. No obstante, la joven, también, estaba siendo testigo de cómo, el amor de su vida, estaba por emprender camino hacia Boston.

Y en ese momento comprendió, qué su relación, estaba condena por la distancia. Si qué lo echaría de menos.

Fin.

*
Antes que se queden tipo...¡¿Qué?! Y quieran asesinarme de todas las formas posibles, les debo de aclarar qué éste no es el final propiamente dicho, aún falta el epílogo.

¡Ahora sí! Como siempre les agradezco por haber leído mi historia y compartido de alguna forma, este tiempo conmigo...¡Los echare de menos! (Aunque, no por mucho tiempo, por qué publicaré otra novela).

Dentro de poco tiempo, cuando le ponga punto final a este fanfic, les traeré otra novela, absolutamente diferente y propia...¿Quieren algún adelanto?.

Bueno, sin más preámbulos...¡Nos vemos en el epílogo!.