Prefacio

68 9 2
                                    

Siempre he pensado que podría haber alguna forma de huir de todo esto. Que podría escapar y perderme en la oscuridad para no volver la vista hacia atrás, nunca más.

O no. Tal vez sabía desde el principio que eso no iba a pasar nunca. Que estoy condenada de por vida a seguir el camino que ya tenía hecho y arado para mí.

Mis raíces se habían extendido por todo mi ser, hasta llegar a mi corazón. Tanto que lo asfixiaba y me costaba mantener la calma. Este es mi camino, no puedo hacer nada para evitarlo.

Elevar la mirada al gran cielo; oscuro por la caída del sol al atardecer. Respirar profundo y mantener la vista fija en la gran intemperie que se presenta ante mis ojos. Y entonces buscar a la estrella que haga que mi mundo sólo gire al rededor de ella. Que haga que mi opaca y aburrida existencia se ilumine. Que me haga dichosa.

Y es así como empieza todo.

Find MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora