Find Me

Capítulo 3

Zayn aparca la moto justo debajo de la Torre. Donde hay una acumulación de gente en hogueras, algunas cantando y otras hablando tranquilamente.

    Desde este punto de vista no parecen tan peligrosos como dice Flora. Sólo es gente joven pasándoselo bien, ¿hay algún problema con eso?

    En el fondo, me siento bien por no juzgarlos.

    —Bien, déjame presentarte a mis colegas.

    Viene mucha gente a saludarlo, al parecer es conocido. Empiezan a dispersarse y sólo tenemos en frente a tres chicos de nuestra edad.

    —Mira, estos son David, James y Nick. Chicos, esta es Melanina.

    Los sofisticados amigos de mi acompañante empiezan a soltar grandes carcajadas.

    —Idiota.

    —Uuh, la gatita tiene uñas.

    Habla David, el chico del Departamento de Educación, el que gritaba y estaba apunto de pelearse con Rox. Tiene una gran sonrisa en su cara. Se nota que está muy cómodo aquí, con los suyos.

    —¿Habéis visto? Por eso os la he presentado, es de los nuestros.

    David, James y Nick me miran desde la punta de los pies hasta la coronilla. Me siento incómoda.

    —Carácter tiene.

    Esta vez habla Nick, un chico bajito, con el pelo cobrizo y los ojos azules. Me recuerda un poco a Aki.

    —Sí, vale. Venid chicos, vamos a ver a los demás. 

    James es el único que no ha hablado. Se mantiene quieto y me mira impasible. Me gusta.

    Yo los sigo, como la idiota inexistente que soy en este preciso lugar.

    Nos acercamos a un cúmulo de personas y Zayn empieza a gritar. Los demás lo siguen. Y por qué no, yo también grito. Levanto el brazo derecho y cierro la mano en un puño, siguiendo a los demás.

    —¡Vamos, vamos, vamos!

Me acerco a primera fila en el gran círculo formado por haters y veo a dos chicos peleándose. Van sin camiseta y sólo con pantalones. Estamos a principio de invierno y ellos así. Impresionante.

    Me fijo en los dos chicos que se pelean. Uno es de piel morena y pelo negro, mira con rabia al otro chico cada vez que le apaña un puñetazo. Algo que es difícil —el otro joven se mueve muy deprisa—, y, por el contrario, este segundo tiene una sonrisa torcida en su rostro.

    Intento mirarlo del lado científico del que mi madre lo miraría. Es terrible y espantosamente guapo. Incluso creo que es un poco... ¿sexy? ¿Se decía así? Creo que sí.

    Tiene el pelo recogido en un pañuelo negro, y sus ojos son como las hojas de los arbustos que hay cerca de casa, son preciosos.

    Al cabo de un rato, un par de puñetazos y patadas; la pelea termina. Ha ganado el chico moreno.

    —¡Te lo dije! —sonríe el moreno mientras empieza a saltar de un pie a otro.

    —Vale, vale. Me has ganado.

    Al estirarse puedo verle el torso desnudo. Tiene varios tatuajes y bastante extraños. Me pregunto si hará algún tipo de ejercicio diario para mantenerse... así.

    Sigue sonriendo mientras se pasa la mano por el brazo, donde le han dado varios golpes.

    Nuestras miradas conectan y me da miedo. Miro al suelo.