6-Enanas

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*Narra Elsa*

-Jesús! Creo que somos mayorcitas para arreglar solas nuestros problemas... Aunque admito que el "castigo" mola mazo jajajaja

-Claro a ti te mola porque tus padres no estan aquí pero soy yo la que tengo que dar explicaciones de porqué no vamos a dormir en el apartamento!!- añadió María muy enfadada

-Eh eh un momento- interrumpió Dani- al decir que vais a dormir en nuestro apartamento estais dando por hecho que no vais a arreglar lo vuestro?

-bff llevas razón Dani, perdon María, se feliz con Pedro, os deseo lo mejor- añadí mientras le daba un beso a la mejilla.

En ese momento Dani y Jesús se pusieron a aplaudir.

-Muy bien Enana, veo que has aprendido la lección- dijo Jesús mientras me agarraba por la cintura- para qué rallarte por el tal Pedro ese si me tienes a mí?- mientras decia esto se mordía el labio y yo no pude resistirme, le besé, fue el beso más dulce que jamás me habían dado.

-Ejem ejem parejita estamos aquí- dijo Dani cortandonos el rollo- oye Jesús qué te parece si llevamos a estas enanas a ya sabes donde...

-Oyee de enanas nada- añadió sarcasticamente María.

-Jajaja sí, sois nuestras enanas os guste o no- dijo Jesús.

- Ahh con que enanas no? pues estas dos enanas van a despeinaros!!- entonces María y yo saltamos a sus espaldas y comenzamos a alborotarles el pelo al final acabamos todos en el suelo y la gente que pasaba por alli nos miraba estrañada.

-Cerrad los ojos- ordenó Jesús.

-Para qué se supone que tenemos que hacerlo?- preguntó María.

Entonces los dos se situaron detrás nuestra y taparon nuestro ojos con sus manos.

-Vosotras callad y limitaros a caminar- nos ordenó Dani.

-Ahh que nos secuestran los hermanos oviedo!!- grité de forma irónica.

-Calla y anda tonta- dijo Jesús dandome un beso en la mejilla.- un momento, parad aquí, no os movais ni abrais los ojos.

-A sus ordenes mi capitán!!- contestamos María y yo al unísono, era un gusto volver a llevarnos bien...

A lo lejos oía a Jesús y a Daniel cuchichear con alguien, pero no sabía exactamente de que hablaban ni con quien. Mientras, María y yo seguiamos con los ojos cerrados para no chafarles la sorpresa.

-Ya estamos aquí!! Vamos seguid andando, cuidado con el escalón. Ya hemos llegado.- Entonces Jesús me agarró por la cintura y añadió- podeis abrir los ojos.

Notaba como la brisa me acariciaba suavemente y jugueteaba con mis mejillas, estabamos a bordo de un pequeño pero precioso yate.

-Es de un amigo de nuestro padre, hemos conseguido que nos dejen dar una vueltecita en él- nos explicó Dani.

-Ahora señoritas, disfruten del viaje- añadió Jesús mientras nos tumbábamos para contemplar el hermoso sol que esta tarde lucía sobre un azulado cielo.

Un cero a la derecha (gemelier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora