Un cero a la derecha (gemelier)

18- Seguir cantando.

Subí al escenario temblando, estaba super nerviosa aunque sabía que este iba a ser uno de los mejores momentos de mi vida, pero cuando los dos hermanos comenzaron a hablar de mí ante tanta gente, las piernas me fallaron y caí, después de esto solo recuerdo despertar en una habitación roja rodeada de caras extrañas.

*Narra Jesús*

-Por favor, rogamos a una persona muy especial que suba al escenario, queríamos dedicarle esta canción: Elsa sube al escenario- dije totalmente ilusionado.

Subiendo las escaleras estaba preciosa, ¿que pensaría la gente cuando anunciara que era mi novia? y lo más importante ¿que pensaría ella al oír a todo el mundo gritando su nombre?- Veréis, esta niña es especial, ella que a conseguido...- tuve que parar al oír a mi hermano gritar y entonces la ví. Comenzé a llorar y abracé a Elsa con fuerzas, no me importaba la gente,no me importaba parar el concierto, todo fuera por ella.

Entonces dos hombres vestidos de blanco subieron al escenario y se llevaron a Elsa, quise ir con ellos pero mi mánager me lo impidió, debíamos terminar el concierto con normalidad.

Tuve  que seguir cantando, la voz no me salia del cuerpo, pero, tuve que seguir cantando, aun sabiendo que mi pequeña nos necesitaba a mi hermano y a mi a su lado, tuve que seguir cantando...

*Narra Elsa*

-Ho..ho.. hola... ¿quienes sois? ¿dónde estoy?- dije sin entender nada.

-Tranquila pequeña, no pasa nada, descansa un poco, por lo que se ve eres muy propicia a desmayar cuando te sientes nerviosa o asustada- me tranquilizó Eva sentándose a mi lado y acariciándome el pelo

-¿COMO ESTAS? ¿ESTAS MEJOR? ¡¡EL CONCIERTO A SIDO ETERNO!!- los hermanos entraron en la habitación gritando, se les veía muy preocupados.

-Shh, por favor no griteis, me duele la cabeza- todo me retumbaba y sentía un fuertísimo dolor de cabeza.

-Perdón, no queríamos molestarte- dijeron al unísono y ambos se acercaron y me dieron un beso en la mejilla.

-Oye chicos voy a hablar con el doctor, ¿os importaría cuidarla un momento?- intervino Eva.- Jesús ¿y si tú mientras vas a la farmacia a por sus pastillas? esta a unas manzanas de aquí.

-¿Y por qué no va Daniel?- se quejó.

-Porque él no sabe cuales son sus pastillas, venga corre, cuanto antes las tome antes desaparecerá su dolor de cabeza.

- Está bien...- contestó Jesús resignado y despidiéndose de mi con un beso se dirigió hacia la farmacia.

-Dani, por favor ¿me cantas un poco?- pregunté poniendo pucheritos.

-Mmm... espera que lo piense.. jajaja anda ven aquí.- me tumbé en su regazo y mientras me cantaba quedé plácidamente dormida.