Capítulo 2 - Él

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En realidad, lo que pasó fue algo que, al principio, para mi fue como un milagro.

En un día de estes aburridos en los que no sabes que hacer, tocaron a la puerta, y mi sorpresa aumentó cuando abrí y lo vi. Sí, era él; el chico perfecto, no, ser perfecto es demasiado común; digamos que era mucho más que perfecto, tanto que ni existían palabras para definirlo.

Llevaba una bolsa y preguntaba por mi abuela, pero ella había salido; y me dijo que entonces que ya volvería al día siguiente.

Cuando mi abuela llegó, empecé a interrogarla. Me contó que hace muchos años, cuando yo era un bebé, ese chico y su madre vivían en su actual casa, pero que por motivos personales, tuvieron que mudarse lejos. Ella y la madre del chico se llevaban genial, quedaban todas las semanas y hablaban y hablaban hasta que se hacía de noche. También me dijo que se puso muy triste cuando Ángel y su madre se marcharon. Sí, se llama Ángel, eso me dijo mi abuela. Yo a ella le conté que el chico, bueno, que Ángel iba a volver al día siguiente y que parecía que traia una bolsa para ella.

Al día siguiente, Ángel volvió, pero esta vez venía acompañado de una mujer,no muy mayor, de unos 40 y pico, debía de ser su madre.

Les indiqué que mi abuela estaba en el salón y ambos pasaron. Mi abuela dijo que querían hablar ella y Marta (la madre de Ángel) a solas, y me pidió que me fuese a mi cuarto y que me llevase a Ángel conmigo. Empezamos a hablar, aunque yo decía cosas que ni siquiera yo mismo entendía. Estaba nerviosísimo, y Ángel debió de darse cuenta. Me preguntó si estaba bien, si me pasaba algo y yo le contesté, tartamudeando, que no. No era capaz de mirarle a la cara, pero en el momento en el que dijo la frase: ''Tienes unos ojos preciosos'', no pude evitar levantar la cabeza de golpe y ponerme a pensar: ¿Todo esto es posible? El chico perfecto está en mi casa, y, por si fuese poco, es gay. No, eso es imposible... En mi cabeza volaba la imaginación. En ese momento vibró mi movil, y era un WA de Jess. Decía:

- Feo, ¿nos vemos donde siempre en media hora? 

Levanté la cabeza y miré a Ángel, parecía estar avergonzado por lo que me había dicho. Sin pensar, le pregunté si le apetecía venir conmigo a junto una amiga y eso pareció animarlo. Le contesté el WA  a Jess y le dije:

- Por supuesto, pero me llevo a un amigo. 

Bajamos y le dije a mi abuela que íbamos a dar una vuelta, y tanto a ella como a Marta les pareció bien.

Una difícil elecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora