Capítulo 3.

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Terminó el descanso y debíamos volver al salón, Aiden y yo esperamos a que nuestras acosadoras se fueran, esas chicas debieron salir de un manicomio.

- ¿Y bien?- Dijo Aiden con intriga en su tono de voz.

- ¿Y bien qué?- Lo mire con duda, no lograba entender lo que decía.

Aiden al ver que no entendí, dejó de hablar del tema y siguió su camino hasta su casillero, el trayecto fue relativamente corto y silencioso, a mi hermano parecía importarle poco que yo estuviera pensando en todo y en nada a la vez, después de todo, había una conexión muy fuerte entre nosotros, no sólo por ser gemelos, de hecho era más que eso.

- ¿Qué harás en la tarde bebé?- Escuché una voz detrás mío, giré sobre lis talones y volteé lo más rápido que pude, por desgracia una de mis ACOSADORAS estaba parada ahí.

- ¿Me llamaste bebé?- se notaba la sorpresa, mejor dicho, el miedo en mi voz.

- Si prefieres te puedo llamar de otra forma- dijo con una muy tétrica sonrisa en su rostro.

- Prefiero que me llames Ethan, si no es mucha molestia- aún había miedo en mi voz.

- ¿Entonces?- dijo ella ignorando por completo lo que le dije hace dos segundos.

-...

-Pregunté si tenías planes para hoy - agregó molesta al ver que no respondí. Aunque no era mi culpa, no esperaba que alguien me preguntara por mis planes para la tarde.

- ah.. Si... Claro que tengo planes- mentí.

Aiden notó que estaba en un gran lío y me ayudó a salir de la vista de esas chicas.

- ¿Qué les parece si hacemos esto?-las miradas de las chicas pasaron de estar sobre mi, a estar sobre Aiden.

Pude notar como el se arrepintió de haber captado su atención pero sabía que ya no había vuelta atrás. Dios como deseaba salir corriendo hacia el baño de hombres en cualquier momento.

-¿Hacer qué?- dijeron ellas por fin, habían estado "babeando" por casi un minuto.

Aiden dio un gran suspiro para sus adentros. - Yo les doy un beso en la mejilla y ustedes nos dejan en paz.-hizo mucho énfasis en la palabra mejilla.

Las chicas se lo pensaron mucho pero terminaron por aceptar, después de todo sabían que no llegarían tan lejos.
Aiden después de tanto lamentarse por lo que había dicho, se comenzó a inclinar para besar a una de las chicas cuando...

-....

-¿Qué pasa?- Aiden, levantó la vista y ya no estaban las chicas.

Intenté no reír, él obviamente lo notó y me dio un pequeño golpe en el hombro derecho. No pude contener más las ganas de reír así que dejé escapar una carcajada, giré sobre mis talones y me encontré con Aiden, tenia una cara de... ¿Cómo decirlo? ¿Ojalá te aplaste un camión? ¿Así me pagas cuando salve tu vida imbécil?, bueno creo que ya dije lo suficiente, pero si, en pocas palabras en ese momento me quería matar ahí mismo.

-¿Qué?- Dije entre risa y risa

Aiden ya había relajado un poco sus expresiones.

-Eres un desgraciado mal agradecido-dijo después de calmarse bastante. No entiendo como no me soltó un buen golpe en ese momento, la verdad es que se preocupa tanto por mi como me preocupo por él.

SERÁS MÍA...PRINCESA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora