Me quedé ahí parada sin saber que hacer, no pude empezar a preocuparme por Ethan.
Pasaron unos segundos para que mi cerebro reaccionara y mi cuerpo se pusiera en marcha para empezar a caminar para entrar en calor, después a trotar y finalmente correr. Debo admitir que no tengo tan mala condición después de todo, aguante bastante bien los primeros veinte minutos, los últimos diez me dediqué a bajar un poco la velocidad y continuar en ese ritmo hasta terminar de ejercitarme para después ir trotando y después caminando ya que no es bueno que pare de golpe.
Me detuve y comencé a respirar para calmar mi corazón, parecía que se saldría de mi pecho en cualquier segundo. Una vez que mis latidos se estabilizaron me decidí a tomar un poco de agua y dirigirme a casa.
Caminé de regreso a casa muy satisfecha con mi desempeño de hoy, además me da gusto saber que no tengo tan mala condición como pensaba, lo cual para mi ya es bastante.
Entré a casa y me encontré con un cuerpo en la cocina, estaba sangrando y aún seguía vivo, realmente no encontraba ninguna explicación lógica para lo que estaba viendo, al ir recorriendo el cuerpo con la mirada me di cuenta de quien se trataba.
Ethan.
Solté la botella de agua, logrando así liberar mis manos y me arrodillé junto a él, se veía muy mal, no sabía que hacer.
Comencé a llorar, en silencio, pero aún así estaba llorando. Ni me pregunten la razón por la que empecé a llorar, no tenía la mas remota idea de lo que estaba pasando en mi interior, era como una gran guerra de emociones y sentimientos que la verdad no sabia que existieran o que al parecer ignoraba, nunca me había pasado algo igual. Aunque bueno tampoco soy muy apegada a las personas pero con Ethan es diferente. Intentaba dejar de llorar pero por alguna extraña razón no podía, las lágrimas parecían ser infinitas e inagotables, y por si se lo preguntan, sí, sigo arrodillada junto a Ethan sin saber que hacer ni como controlar mi llanto que parecía tener vida propia.
—Al...Allison — Ethan intentaba hablar, y digo que intentaba porque cada vez que abría la boca salía sangre de ésta, ocasionando que se ahogara con la misma.
—Intenta no hablar,¿puedes?— las lágrimas seguían recorriendo mi rostro, Ethan tomó mi mano.
Voltee a verlo y me encontré con que sus ojos estaban cerrados, intenté despertarlo. Nada. Volví a intentarlo y despertó.
—T...Tie..Tienes que llamar a mi hermano. E..Él sabr..sabrá que hacer.— dijo con mucho trabajo y volvió a cerrar los ojos. ¿Se habrá muerto?
Algo dentro de mi se partía de poco en poco al verlo así, no podía seguir mirándolo. Tampoco sabía que hacer y eso me preocupaba mucho.
De un momento a otro mis lágrimas dejaron de salir, abriendo paso a un leve dolor de cabeza a causa de las mismas. Creo que me quedé seca, aguarden un segundo.¿Como pretendía Ethan que llamará a su hermano si yo no tengo su número? Rayos debo despertarlo.
—Ethan, ¿me oyes?—Lo movía con mucho cuidado para no lastimarlo más, si eso era posible, claro está.
No parecía querer despertar, ni siquiera creo que lo fuera a intentar. Genial tenía un cuerpo medio muerto sobre mi y además debía llamar a su hermano para que viniera a su rescate y en parte, al mío también.
Sonó el tono de notificación del celular de Ethan, no quería parecer chismosa pero no creo que le importe mucho que vea quien es, total, no se mueve. Tome con mucho cuidado él celular de una de las bolsas de su chaqueta y lo encendí, era Aiden.
Aiden: ¿Dónde estás?, regresé del parque y no te encuentro desde hace rato.
10:10 hrs.
Bien, por lo menos sabía que Aiden estaba preocupado por Ethan, eso en parte era bueno y en parte no, ¿el problema? No conocía a Aiden y no sabía como iba a reaccionar al enterarse de que su hermano estaba sobre mi, desangrando se a más no poder. No lo pensé mucho y lo llamé, mi corazón saltaba cada que escuchaba el tono del teléfono esperando a que atendiera la llamada.
Uno... Dos... Tres... Estaba a nada de colgar y darme por vencida hasta que escuché que atendieron la llamada y micro segundos después escuché su voz. Mis manos sudaban frío, estaba muy nerviosa. ¿Qué iba a decirle? Hola Aiden tu hermano esta en el piso de mi cocina desangrándose como loco y esta inconsciente, ¿Te mando la dirección y vienes?. Dios, enserio yo no tengo corazón ni valentía para tanto.
-Hermano si la hablas ahorita juro que cuelgo y jamás contesto.- supuse que esa era su voz del otro lado de la línea.
Tomé valor de no se donde y me acerque el celular al oído. Mi corazón aun no se estabilizaba y yo seguía sin saber que decir.
-Si cuelgas ahora no se que pueda pasar con Ethan. Está en mi cocina sobre mis piernas inconsciente. Me pidió que te llamara antes de perder la conciencia.- cerré los ojos esperando la oleada de gritos que supuse iba a obtener por parte suya, no fue así.
-¿Dónde están?- escuché su voz bastante relajada.
Le di la dirección y finalicé la llamada, el reloj seguía corriendo y yo no sabia que hacer, la sangre de Ethan se estaba secando y estábamos pegados gracias a ello. Me tomé un tiempo para analizarla y la vi de un color entre morado y negro, eso consiguió asustarme más. Aiden no llegaba y mi cuerpo comenzaba a dormirse, no podía sentir gran parte de éste. No podía hacer nada, comprobé si Ethan seguía vivo, así era su pecho subía y bajaba con una lentitud impresionante que temía que en cualquier segundo dejara de respirar.
Cada tanto volteo a ver la puerta esperando ver cómo un cuerpo justo como el del chico que tengo sobre Mi cruzar por ahí y ayudar a su hermano, ya había pasado bastante tiempo y temo que Ethan pueda morir o le esté pasando algo muy grave.
Que hay gente!!! Ya se, tarde pero bueno aquí el capítulo. Espero que les guste tanto como a mi.
Disculpen si hay faltas de ortografía. Ya cuando acabe la historia veré si la edito o si se queda así.Muchas gracias a los que esperan los capítulos con paciencia y a los que comparten la historia. Les dejaré mi Instagram para que me sigan y si quieren los sigo de vuelta. Besos y gracias por su paciencia. Yo sé lo que es estar esperando una actualización. Chau.
Instagram: @Mickaela_Reyes
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SERÁS MÍA...PRINCESA
Fanfiction¿Alguna vez volveré a confiar en el amor? ¿Por qué debo ser yo la que sufre a menudo? No se en que me eh equivocado. A la mierda el amor... No lo necesito, no ahora. Allison es una chica de 17 años, lo único por lo que debía, y quería, preocupars...