»19.Culpa«

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Altagracia Sandoval

—¡¿Que mierda hace el aquí?! —dijo Luna, estaba asustada y enojada al mismo tiempo.

El que grito su nombre era un chico, de unos 20 a 23 años. Que no sea lo que estoy pensando.

—¡¿Que hacés aquí?! ¿porque te viniste? —grito se acerco a ella y la jalo del brazo, al momento Matamoros se interpuso y lo empujo haciendo que el soltará Luna.

—Ey...—dijo alzando sus manos en son de paz.

—A ver muchachito, —dije y me puse al frente de Matamoros.— Primero me vas a decir quien eres? Segundo porque tratas a MI hija así?

—¿su hija? —río— ella es MI mujer, ella no tenia que averce venido de París su hermana estaba preocupada.

—¿mi hermana estaba preocupada? —dijo enojada.— No seas tan imbécil tu y mi "hermana" son unos malditos traidores, así que ya dejame en paz. Se feliz con ella, cogetela las veces que quieras, haz lo que se te de la gana si quieres después de que te canses la matas y la comes. Pero a mi dejame en paz.—sus lágrimas empezaron a salir,

—Te voy a decir algo, Luna no esta sola. ¿ok? Me tiene a mi, y tiene a mucha gente, ¿como supiste que se había venido para acá? No te cansas de amargarle la vida, la humillaste y no la dejaras ser feliz. Te lo digo y te lo advierto una vez niño, si te acercas a Luna, si le haces daño o si tratas de hacerlo te las veras conmigo, y con mi gente ¿entendiste?

Río.

—Uys no, que miedo. ¿que me puede hacer una pinche embarazada como usted?

—No te metas conmigo, no colmes mi paciencia, porque mira que por mis manos han pasado muchos.—dije en voz baja.

Camine hasta donde estaba Luna, tome su mano y caminamos. Aquel hombre solo se quedo mirando, todo con atención. ¿como se entero que luna se había venido acá? O peor, ¿porque vino si el mismo la corrió?

(...)

Desde que llegamos del centro comercial Luna se encerró en su habitación, no quiere salir. No quiere comer, no quiere hacer nada. Matamoros me aviso que mañana nos mudaremos, me pregunto si quería que adornaran la habitación de Matias, o si lo haría yo. Me gustaría hacerlo yo, y bueno con algunas opciones de Saúl. Porque tiene pésimo gusto en esas cosas.

Me preocupa Luna, ella no tiene que estar mal. Ese idiota no la encontrara, ni le hará daño.

(...)

Bajamos todos del auto, al fin. Una casa donde vivir, donde no tenemos que estar subiendo cada vez un maldito ascensor. Ufs' es que estresa su musiquita.

Al entrar a casa estaba mas hermosa de como la había visto, ya que había mandado a poner algunos cuadros, muebles, sofá cama y todo eso.

—Me encanta.—dijo Saúl.

El no había venido acá. Gire y Luna no estaba, salí y estaba tomándose una fotografía. Le encanta la fotografía, además es súper hermosa y en todas sale súper bella, mire que Matteo sale de su casa y al ver a Luna se le forma una sonrisa en su rostro.

—Luna..—dijo.—

Luna se asombro y guardo su teléfono al tiro, la conozco. Y se que no quiere darle su número.

—Hola Matteo.

Entre a casa de nuevo, puse mi bolsa en el sofá. Fui a cual seria mi habitación es súper hermosa, me encanta. Tiene una cama grande, al lado de cada lado de la cama esta su mesa de noche con su lampara. Además tiene un camino y esta el baño, tiene dos baños. Bueno, uno donde solo esta un espejo y una repisa, creo que es donde guardare mi maquillaje y todo eso, y el otro si es el baño.

Privilegio De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora