»22.Llego El Día

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Altagracia Sandoval

Entró a la casa, se escucha risa, y el olor a pastel inmediatamente entro por todo mi nariz, Amo el pastel, oh bueno. Matias lo hace, porque solo comía cada dos años pastel de chocolate. Pero este bebe odia el de chocolate.

Camine hasta la cocina, y vi a Doña Azucena, Saúl y Luna. Todos estaban llenos de harina, Saúl corría detrás de Luna.

Fue una escena tan hermosa, mí pequeña y hermosa familia. Me alegra tanto que Saúl quiera a Luna como una hija, y que Doña Azucena la quiera como una nieta, hace una semana me dijo que Luna tenía algunas cosas parecidas a Clara. Su nariz, sus ojos. Sus dulzura, y sencillez. Tantas cosas, amo ver a mi familia así, al amor de mí vida y a mí hija. Porque eso es, ¡ hija!

Pero tengo una idea, lo que no me gusto mucho fue ver la cocina de mi casa llena de harina, aunque por mi familia haré una excepción. Pero les daré un sustico, uno chiquito.

—¿Que paso aquí? —lleve mis manos a mí cintura, y frunci el ceño, que empieze del drama.

Saul y Luna paran de correr, y todas sus miradas estan puestas en mi. Luna tiene cara de terror, igual Saúl. ¡Oh por Dios! ¿Tan buena actriz soy?

—Altagracia...—menciono Saúl.

—¿Alguien me puede explicar porque mi cocina esta así? ¡Saul! Eres el hombre de la casa, y te pones a hacer estas payaserias. ¡por Dios! Además..

—Espera... Altagracia, por favor. Calmate, ¿si? No es nada malo, podemos limpiarlo. No es nada del otro mundo, nada más estábamos haciéndote un pastel.—Doña azucena me vio y río, creo que se dio cuenta que solo estaba dramatizando. Le guiñe el ojo en forma de que todo era drama.

—¡No Saúl! Sabes muy bien como soy, no me gusta que mí casa este así de sucia. Y tú Luna, ¿también te prestaste para esto?

—¡Okey ya basta! ¿sabes que? No haré más nada para ti, ¿eso es lo que quieres? Pues bien...—creo que se enojo, y el no dramatiza. — Ya, Luna anda a tú habitación y cambiate, mamá iré a darme una ducha para luego llevarte a casa. Hoy alguien está de mal humor.—sin más salio de la cocina. Enojado.

—Solo...era broma, ahora el se enojo...¡oh rayos!

—Fue un broma de muy mal gusto Altagracia, creo que te pasaste, al menos podías ser menos dura, o mas realista.—Luna salió de la cocina.. ¿enojada también? ¡las cague!

—En está casa no se puede hacer una broma.—camine hacía la nevera, olía a quemado.

—¡EL PASTEL! —grito Azucena.

(...)

Saúl entro a casa, ya llevo a doña Azucena. Aún está molesto, me mira y quita su mirada, sube las escaleras. Tengo que hacer algo, no quiero que pase toda la vida molesto por una estupidez. Pero primero hablaré con Luna.

—¿Luna?

—¡Estoy dormida!

—¿Encerio? ¿y estas hablando dormida?—entre a la habitación, ella tenía su cabeza sobre la almohada y estaba sonriendo, con su hermosa sonrisa.— Quiero hablar contigo, no quiero que estés molesta, solo quería darle un susto..uno chiquitito..

—Altagracia, mira..yo no estoy molesta.—se sentó en la cama y me hizo señas para que me sentara a su lado— Solo que no me gusto mucho, la forma en la que hablaste, y se que fue jugando pero al menos podrías ser menos dura, y hacerme una seña de que era juego y te lo fuera seguido. No vuelvas a hacer eso, no sabes todo lo que eh sufrido por esas bromas.

Privilegio De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora