»28.¿Otravez?«

399 41 0
                                    

Luna Sanders

Despierto, tengo a Matías en mis brazos. Me muevo un poco lento para no despertarlo hasta que salgo de la cama, me doy una ducha corta.. Cubro a Matías, pongo almohadas alrededor de el para que no se caiga, aunque aún es pequeño no se mueve mucho ni gatea, pero nunca sabemos. Me pongo un vestido con un estampado de animal print, muy bonito. Peino un poco mi cabello y salgo de mi habitación, voy directo a la habitación dónde se quedó Regína con Isabella.

Di unos toques en la puerta, y una ojerosa Regína apareció.

—Buenos días, ¿como amaneció Isabella?

—Pues creó que bien, aunque creo que debemos llevarla a un hospital.

—¿No dormiste verdad?

—No, no pude dormir. Primero porque Altagracia no ha llamado para decirnos nada sobre Saúl, si está bien o mal. Si necesita algo, y segundo porque tenía que estar pendiente de Isabella, no quiero que nada le pase ella es lo mas sagrado de mi vida Luna, y debo agradecerte por lo que hiciste por ella, actuaste como toda una profesional, mereces un buen titulo de doctora. —Sonreí.

—Deberías descansar un poco, yo me quedo con Isabella— Asintió.

—Perdoname.

—¿Porque me pides perdón?—pregunte desconcertada,.

—Por herir a Altagracia, se que fui una tonta y una estúpida, una mal agradecida pero estaba llena de dolor, estaba confundida y llena de rabia y descargue todo ese dolor y esa rabia contra ella, que lo único que hizo fue darnos ese amor que tiene porque Altagracia es una mujer muy fría por fuera, pero tiene unos sentimientos hermosos..

—Dímelo a mi, que eh tenido el placer de conocer a esa Altagracia llena de amor, que regala amor y que siempre está ahí cuando la necesito. Pero Regína, eso no justifica lo que le hiciste, agradece que Altagracia te perdonó, y te dio una segunda oportunidad así mismo hizo con su hija, y con Saúl. —Sonreí.— ella es una gran mujer.. Igual no te preocupes, eso ya quedo en el pasado.—asentí sonriendo.—

—Voy a darme una ducha, me avisas cualquier cosa Luna.—reí.

—Tranquila Regína, igual estaremos en la misma habitación ambas. Ve, y luego ven a descansar. —asintió.—

†Altagracia Sandoval†

Abro los ojos con dificultad, me pesan. La luz de la habitación pega en mi rostro.. Pestañeo varias veces hasta abrir mis ojos por completo.

Volteo mi cara y veo a una enfermera...

—¿Qué..pasó?..—llevo una mano a mi cabeza— ¿Que hago aquí?

—Tuvo una recaída, cuando le dieron la noticia sobre su esposo, su nervios bajaron junto con su hemoglobina. Pero esta bien.

—¿Cómo está él? —suspire, ojalá esté bien y no allá salido nada mal.

El silencio de su parte hace que me desespere..

—¿Como esta el? ¡Por Dios! —volví a preguntar.

—Es mejor que se tranquilize.  Si no tendré que inyectarle un sedante, su esposo esta bien todo salio bien y no necesita un nuevo riñón pronto se recuperará por el momento solo debe tener reposo, igual que usted hasta que su hemoglobina vuelva a la normalidad—asentí

—¿Puedo ir a verlo? Por favor!

—Ahora no, está dormido. No le puedo decir nada más, el doctor vendrá a verla pronto.

Privilegio De AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora