Uno.

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Brooklyn NY, 2014

Llevaba despierta desde hace horas escuchando como su padre volvía a golpear a su madre hasta el cansancio, su cansancio. No tenía caso dormir cuando en menos de quince minutos sonaría el despertador anunciando otro día de instituto, con dieciséis años Lauren había perdido el sentido de la vida, había perdido sus sueños, con dieciséis años Lauren no veía la hora en la que afortunadamente un día ya no despertara más.

Su padre había sido un alcohólico desde que ella tenía memoria, golpeaba a su madre cada que tenía oportunidad cada que esta cometía cualquier error por más mínimo que fuese, había ocasiones en las que su madre lograba escabullirse y Lauren era quien pagaba las consecuencias. Con su madre no era nada diferente, ella se encargaba de repetirle lo mucho que despreciaba a la ojiverde por el simple hecho de parecerse a Michael su padre, no había día en el que Clara no le recordara cuanto la odiaba por que por su culpa había quedado atada al monstruo de su padre.

Le gustaba ir al instituto por qué en ese lugar podía escapar de las palabras dolorosas y de los golpes aunque fuera como una sombra nada más entre todos sus compañeros y así estaba bien pues no quería cruzarse en el camino de Karla Cabello, el terror del instituto.

Cuando dejo de escuchar movimiento en la habitación de sus padres tomo sus cosas de aseo personal y corrió a la ducha donde lavo su cuerpo lo más rápido que podía; todos los días era como estar en una misión imposible tratando de hacer tiempo récord de ducharse, alistarse y salir disparada de casa antes de que alguno de sus padres la viera.

Sus metas, ser mayor de edad y huir de casa o morir en alguna de las golpizas.

Lo primero que ocurriera.

Invierno estaba comenzando y lamentablemente las vacaciones se acercaban, debía encontrar un empleo de medio tiempo así su padre no se molestaría por estar en casa sin aportar nada bueno, su cuerpo se estremecía al solo pensar la furia que desataría en él.

Brooklyn Technical High School.

Suspiro con pesadez cuando llego al instituto siete minutos tarde, aferró sus libros al cuerpo para correr y poder llegar a su lugar antes que la señorita Molko entrara al aula, sabía que se retrasaba unos minutos por quedarse coqueteando con el entrenador de baloncesto. El aire le faltaba pero ya lograba ver la puerta unos pasos más y lo lograba, lo que no sucedió por qué había chocado contra un pequeño cuerpo haciendo que volaran hojas, libros y por supuesto ellas.

Comenzó a temblar cuando se dio cuenta que el cuerpo con el que se había estampado era el que más había deseado y temido al mismo tiempo.

Karla Cabello Estrabao.

—Lo siento...

—Sí que lo vas a sentir Freaky de mierda.

Karla tomó todas sus cosas para adentrarse al aula no sin antes dedicarle la sonrisa maquiavélica que anunciaba el principio de la tortura de la ojiverde.

—Mierda... en qué mierda me he metido - Susurró con cansancio y temor.

Las clases continuaron no de mejor manera, se había olvidado en casa el trabajo del profesor Warren el cual la calificación sería importante y por tratar de huir de sus padres ahora estaría en serios problemas pues necesitaba mantener el promedio perfecto si quería conservar la beca que tenía.

¿Cuando sería el día en que sus problemas terminaran? Por lo visto jamás.

—Lauren...

—Oh dios - Lauren había dado un pequeño salto del susto - Brock, no vuelvas a hacer eso...

—No hice nada Lauren... ¿Que sucede? Has estado más rara de lo normal.

Brock Dawson, el moreno y atlético mejor amigo de Lauren, mejor dicho su único amigo. El chico jugaba soccer en el instituto pero de igual manera era callado y vivía en las sombras como su amiga ojiverde.

—Me metí en un buen lío - Lauren comenzó a morder su labio con nerviosismo - Me he estampado con Karla C - Brock abrió los ojos espantado - Eso no es todo... Al chocar hice que volaran sus cosas ¡Ella se cayó! Dijo que lo iba a lamentar... - Brock la abrazó - Tengo miedo Brock... tú sabes lo que ella es capaz de hacer.

—No dejaré que te haga nada pequeña... Sólo trata de evitarla lo más que puedas ¿Bien? - Lauren asintió.

—Hola Lauren... - Su piel se estremeció con solo escuchar su voz.

—Déjala en paz, Karla - Ella alzó sus manos.

—Simplemente estoy saludando a Lauren - La manera en que decía su nombre no le gustaba para nada, advertía su fin - Nos vemos pronto - Guiñó para Lauren y se alejó para tomar la mano de Taylor Hill, su co-capitana de porristas y novia.

Eran la pareja ideal lesbica, las dos porritas siendo hermosas sin duda con la vida resuelta desde que nacieron.

—Deja de babear por tu matona.

—Yo no estoy babeando por nadie - Bufó.

—Como digas... Vamos a comer que tengo entrenamiento mas tarde.

En otro punto del instituto se presenciaba una pelea de pareja, se podía observar a la más alta reclamándole algo a la otra quien solo la veía con aburrimiento.

—¿Te gusta la Freaky? Que horror Karla... Te voy avisando que no seré la estúpida del instituto - Karla reviró los ojos - ¡No me ignores!

—Cierra la puta boca ya - Karla tomó con fuerza la mandíbula de Taylor - No te metas en mis asuntos y para que lo sepas no, no me gusta la Freaky de mierda - Hizo su agarre más fuerte aún - No fastidies ¿Entendido? - Taylor con los ojos cristalizados asintió - Buena chica - Le dio un casto beso en los labios y por fin la soltó.

—Odio amarte, eres una mierda - Karla solo sonrió con arrogancia.

—Lo sé.

La rubia odiaba querer tanto a Karla, odiaba haberse enamorado de un ser tan repulsivo, odiaba no tener el valor de ponerle un alto a la relación tóxica que llevaban por más de un año. Aún recordaba cuando se conocieron en el campamento de verano, parecía tan... distinta. La Karla que conoció no era ni la sombra de lo que ahora era, la Karla antigua se preocupaba por los demás, por ella... la Karla antigua le recordaba lo mucho que la quería, lo hermosa que era, lo importante que era para ella que entrara a este instituto para seguir juntas.

Karla C. como quería que la llamasen ahora solo se preocupaba por ella y por hacer la vida miserable de los demás.

¿Que había ocurrido los últimos días de vacaciones?

No tenía idea y sería mejor no indagar, no quería que la morena se enfadara con ella a tal grado de soltarle un golpe por que ahora ya no dudaba que fuera capaz de eso.


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¡Hola!👀

¡Gracias por leerme!😚

Hasta pronto😚❤️

Double - Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora