Dieciséis

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Una ventaja de ser un hombre importante de negocios es que obtienes lo que desees con solo chasquear los dedos.

¿La desventaja?

Estás en la mira del mundo todo el tiempo.

Alejandro Cabello consiguió agilizar todos los trámites en solo tres meses sin levantar sospechas por parte de Sinuhe y Karla, obsequiarle una casa hogar a Camila era lo mínimo que podía hacer por ella. No borraría el daño que le hizo con su cobardía pero al menos esperaba que su ángel no le guardara rencor de ahora en adelante. Lo que no sabía era que Camila no odiaba a su padre, ni siquiera odiaba a su madre y hermana, jamás podría hacerlo, ella no tenía tiempo para desgastar llenando de maldad su corazón, envenenando el alma cuando tenía a Lauren para amar.

La casa estaba ubicada en Filadelfia, Pensilvania. No es que Alejandro Cabello quisiera alejar a su hija nuevamente, lo único que quería era protegerla que fuese feliz y si su seguridad estaba en sus manos haría todo lo posible por mantener la paz cerca de Camila. Sabía que cuando Sinuhe o Karla se enteraran de lo que había hecho para Camila no descansarían hasta destruir cualquier sueño que la morena se hubiese propuesto. Él estaba consciente de lo que su esposa e hija eran capaces de hacer, pudo tantas veces ponerles un alto pero no lo hizo pues era su familia después de todo.

—Papá estuvo aquí anoche... - Habló Camila desde la barra mientras veía como su novia le preparaba el desayuno aún adormilada, sus ojos se cerraban por segundos pero es que ella no había podido dormir después de la charla que había tenido con Alejandro Cabello.

—¿Sucedió algo malo? - La morena desvió la mirada —Lo digo por qué no te ves feliz como otros días que se reúnen... - Lauren dejó de picar la fruta y centró su atención a su novia. Lauren creía que no toda la familia Cabello estaba perdida, ella creía que el señor Alejandro era un hombre bueno que había cometido muchos errores pero un alma bondadosa al fin de cuentas.

—Dijo que ya estaba listo los.. los trámites... dijo que... ya compró la casa - Lauren sonrió.

—¿Y por qué te ves triste? Deberías estar feliz amor, cada día estás más cerca de cumplir tus sueños... - Habló eufórica.

—¿Pensilvania? - Camila la interrumpió —Sé que eso no está aquí... Alejandro compró la casa en... Pensilvania... Filadelfia...

Lauren se quedó viendo a la nada por varios minutos, muchos a decir verdad. Sabía que no estaba demasiado lejos pero se había acostumbrado a pasar la mayoría del tiempo junto a Camila, ¿Cómo serían sus días sin la morena? ¿Volverían a ser grises? Su cuerpo se estremecía al recordar aquellos días apagados, aquellos días de oscuridad.

—Filadelfia es lindo... es tranquilo, ¿Te mostró fotos de la casa? - Lauren trato de sonar feliz lo único que consiguió fue que su sonrisa falsa pareciera una mueca. Camila frunció su ceño.

—Tú... ¿Quieres que me vaya? - El dolor en la mirada marrón no pasó desapercibido por Lauren.

—¿Qué? ¡No! - Lauren se colocó entre sus piernas —Quiero que cumplas tus sueños y metas... estoy odiando la idea de que estarás a más de dos horas de distancia pero no seré yo quien te frustre los planes... estoy apoyándote en lo que te has propuesto, no seré una roca en tu camino seré ese elástico que te dé el pequeño empujón que necesitas - La ojiverde acarició su mejilla —Aún no te vas y ya te estoy extrañando demasiado... - Camila se abrazó a ella escondiendo su rostro en la curva del cuello.

—¿Vienes... tú irías conmigo? - Susurró —No puedo hacerlo sin ti... no voy a conseguirlo... no quiero y y... y no quiero estar lejos de ti... te amo Lolo, te amo - Lauren alejo a su morena para verla a los ojos. Ambas con los ojos cristalinos —No... nunca supe lo que se sentía amar o que... que me amaran... pero sé que así debe de sentirse por qué mi.. mi corazón brinca cada vez que te veo - Tocó su pecho —Mi estomago se siente feliz cuando me besas - Tocó su barriga —Mi cabeza piensa en ti aunque... aunque esté durmiendo - Señaló lo mencionado —Mi cara duele por sonreír... sonríe por qué estás conmigo... no puedo hacerlo sin ti.

Double - Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora