Veinticinco

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El humor de Camila Cabello era terrible, estaba completamente irritada pues no había podido escabullirse de Lauren como lo tenía planeado, la ojiverde no había permitido que Camila viajara sola, ella misma había comprado un par de boletos para un rápido viaje de Filadelfia a Nueva York. No era cómo si Camila no disfrutara de la compañía de su novia en aquel viaje pero tenía planes, tal vez podría escabullirse de ella un par de horas al llegar a Nueva York.

Lauren extrañaba a su familia, quería ver a Normani y Andrea además, creía que era el momento perfecto para pasear por los lugares donde se enamoró de Camila y recordar momentos lindos a su lado. Lauren podía notar lo distraída que Camila estaba pero ella se encargaría de hacerla sentir mejor así cómo la morena siempre estaba dispuesta a sacarle una sonrisa en momentos complicados, ella lo haría por Camila, lo haría todo.

—Hola - Camila agitó la mano hacia la secretaria del señor Cabello —Se encuentra disponible - Miró la puerta y la secretaria la miro confundida pues ella ni siquiera saludaba cuando llegaba —Soy Camila.

—Oh, señorita... - Susurró avergonzada —Un momento - La secretaria llamó a su padre y la morena vio cómo la secretaria hacía una mueca disgustada.

—No quiere verme, ¿Cierto?

—Dice que más tarde se comunica contigo, te invita a cenar - Sonrió pero Camila suspiró con tristeza.

¿Había hecho algo malo? ¿Que había hecho para que su padre se mostrara distante con ella de nuevo?

—Dile que no... que no se preocupe sólo que... - Camila se colocó de rodillas ante la secretaria y se acercó a ella para que pusiera toda su atención en la morena —Dile que es importante que esté muy cerca de Karla que... ella lo necesita -Camila hablaba cómo si fuera el secreto más importante del mundo. La secretaria sonrió y miró a la morena con admiración, llevaba tantos años al lado de los Cabello y sin duda alguna, Camila no era parte de esa familia y no era secreto que Karla Cabello necesitaba con urgencia un poquito de atención por parte de su familia.

—¿Has comido algo ya? - La morena negó mientras se colocaba de pie nuevamente y miraba la hora en su teléfono —Es mi hora de comida, ¿Quieres acompañarme? - La morena se encogió de hombros para luego asentir. Lauren estaba disfrutando de su familia y quería darle tiempo con ellas pues sabía que habían muchas cosas que debía contarles.

Sarah tomó por sorpresa a Camila cuando se dirigieron a un lugar de comida rápida, Camila amaba comer hamburguesas por eso mismo la sonrisa en su rostro era enorme, la morena creía que Sarah la llevaría a un lugar de alto precio, creía que la mujer mayor comía sólo cosas ligeras. Camila negó con la cabeza, ella mejor que nadie sabía que no se debía juzgar antes sin conocer al menos un poco de la persona. La mujer mayor le dio la libertad a Camila de que pidiera lo que quisiera, la mujer mayor no se molestó cuando ensució su ropa por un descuido, al contrario, Sarah tenía sus manos manchadas de salsa bbq que escurría de la jugosa hamburguesa.

Camila se sentía cómoda con su compañía y tomando un poco de valor se atrevió a hablarle sobre sus planes, sus nuevos proyectos, Camila necesitaba una opinión sabia e intuía que Sarah además de Andrea, era la mujer indicada bueno, en primera opción le preguntaría a su nana pero ella ya había cargado con mucho por muchísimo tiempo, por segunda opción a la mamá de Hailee pero ella estaba muy lejos así que esperanzada por que Sarah pudiese ayudarle le contó meticulosamente cómo quería buscar alguna institución de apoyo.

Algunas veces caía en los pensamientos negativos sobre ella siendo estúpida incapaz de realizar cosas sorprendentes o simples, pero el doctor Olsdal le había repetido incontables veces que aquello sería normal, había vivido casi veinticuatro años reprimida y con las burlas y ataques de su propia familia, había vivido con el desprecio de la mujer que le había dado la vida. Evidentemente no había sido fácil superar aquello pero, ahora estaba convencida de que sólo son un par de cables cruzados en su interior que no están funcionando bien y por ello necesitaba más ayuda y paciencia que el resto, entendió que no estaba mal aprender a su paso y que sobretodo no era culpa suya haber nacido así.

Double - Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora