Veintinueve

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El clima en Seattle era cómo muchos lo conocen triste, o para otros, perfecto. La mayor parte del año llovía y cuando salía el sol literalmente era un rayo de luz para muchos de sus habitantes. Un rayo de luz salió para Lauren Jauregui cuando despertó del sueño profundo en el que todos los médicos a cargo de su caso habían dado por hecho que nunca despertaría. Los medios de comunicación habían estado intentando acercarse a Lauren desde que había abierto los ojos de aquello ya un mes. Un mes en el que a Karla no se le había permitido ver a Lauren pues la misma ojiverde se negaba a ello, su posición inquebrantable simplemente lastimaba a la morena pero no por ello se iba a alejar, no por ello iba a dejarse vencer si se había quedado más de once años a su lado.

—Las heridas están sanando - Murmuró la enfermera mientras colocaba el ungüento en las yagas en la piel de Lauren, tanto tiempo acostada le había traído consecuencias —¿Estás lista? - La enfermera de piel oscura miró con anhelo a la ojiverde quién sólo la veía con un toque de nostalgia. Andrea le sonrió tratando de animarle un poco.

—Supongo - Fue la respuesta de Lauren Jauregui tan corta cómo las que acostumbraba a dar siempre.

Había llegado el momento al cuál se había rehusado un poco, Lauren no quería admitirlo en voz alta pero, no quería hablar sobre lo que había en su cabeza pues un nudo en su garganta se formaba al recordar lo que prácticamente jamás existió.

Camila no existía, no su Camila.

Había llegado el momento en el que tendría que enfrentar a la mujer de piel morena y ojos marrones, su psicóloga le había recomendado que lo mejor era escuchar lo que Karla tenía para decir, que le ayudaría a entender su realidad a través de la boca de Karla.

El mes anterior había sido una locura, recibió más información de lo que su mente podía soportar, había despertado con veintisiete años siendo una mujer madura o por lo menos eso habría sido si no hubiese estado fuera once años; había sido sometida a muchos estudios, le habían pinchado el brazo tanto que una marca se quedaría ahí, podía asegurarlo. Cerca de tres semanas atrás Lauren había sido contactada con una doctora especializada en casos cómo el de Lauren Jauregui, personas absortas de la realidad; Lauren había creído que todo aquello era una cruel broma de Karla pero con el paso de los días lamentablemente se daba cuenta que no era así, los episodios de paranoia se lo dejaban muy claro.

Con una sonrisa la doctora Hansen la recibió para su terapia psicológica del día, Lauren hizo una mueca más que una sonrisa. La enfermera empujó la silla de ruedas hasta que estuvo cerca del bonito escritorio y luego con un apretón en el hombro salió de ahí cerrando la puerta haciéndole saber a Lauren que la hora había llegado.

—¿Cómo dormiste hoy? - Pregunto la doctora Hansen una vez que estuvo sentada y lista para comenzar.

—Bien.

—No porque quiera escuchar que estás bien significa que tengas que responder con mentiras... puedo ver el cansancio en tu rostro - Lauren desvió la mirada —¿Qué es lo que piensas?

—Quiero terminar con todo esto - La doctora asintió comprensiva —Pienso que tal vez hubiera preferido seguir durmiendo profundo, que todo esto a lo que le llamas realidad es devastadora y cruel para mi - Los orbes verdes brillaban con rabia —¡Mírame! No puedo caminar, no sé si podré hacerlo, tengo yagas por todo el cuerpo que me lastiman recordándome la realidad a la que quieres que entre - Lauren había explotado sus emociones.

—No es por que yo lo quiera, es que lo necesitas y es bueno para ti.

—¿Para mí? ¿Cómo quieres que me sienta? Sé honesta - La doctora se sorprendió al recibir aquella pregunta —Cómo quieres que me sienta si ninguna de las personas en mi cabeza existen o no al menos cómo yo las recuerdo, cómo quieres que me sienta al saber que nada de lo que recuerdo es real, que la mujer que mi mente ama no existe, que ninguna de las personas que creí mi familia lo son - Las lágrimas para este momento ya salían sin control. Le hería no poder ser capaz de recordar ningún sólo detalle de lo que vivió antes de caer en coma por más de diez años.

Double - Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora