hija de la yuta » duki.

cuatro

el anterior rubio, ahora pelirrosa, ¿o rojo? como sea, sonrió al verme. se acercó a mí y me susurró al oído:

—te lo dije, linda, ibas a rogar estar con nosotros —lo fulmine con la mirada. divise con mi mirada el lugar y una sensación desconocida recorrió mi cuerpo cuando vi al de cara tatuada que apuñaló a el morocho. él me miro de arriba a abajo y se acercó a mí.

—¿nueva? —levanté una ceja.

—¿perdón?

—¿tú primera vez acá? —creo que se refería al vip.

—no, el finde pasado lo fue.

—ah si, yo no estaba, tuve unos... asuntos —sonrió amablemente. si no supiera que esos asuntos eran apuñalar a gente que debia vaya a saber uno que, pensaría que es amable.— ¿querés tomar algo? —asentí. él camino hasta la barra y pidió un dr. lemon.

—que flojito, eso es agua —largó una carcajada.

—lo mejor se hace esperar —me guiño un ojo. cuando le dieron el dr. lemon agarró un vaso grande y le puso un poco menos de la mitad de lo antes mencionado y todo lo demás lo lleno de vodka.— proba y vamos a ver si es agua —agarré el vaso y tomé un largo trago, y no miento cuando digo largo, la bebida quedo por la mitad. neo me miro y asintió.

sin embargo, yo disimulaba el ardor.
nos acercamos a los demás y vi como duki me miraba. me senté a su lado y me paré al instante cuando escuché soy soltero. mire a mai, esta era nuestra canción.

—¡ay que lindo que es ser soltero! —cantamos fuertemente. nos reíamos y bailabamos al mismo tiempo. seguimos cantando hasta que sentí unas manos en mi cintura y una respiración en mi cuello. sin importar quien era, seguí meneando.

—yo te re doy porque estoy soltero —la masculina voz de duki se escuchó en mi oído. sonreí y me di vuelta.

—yo te re doy porque estoy soltero —repetí al compás de la canción. él sonrió de lado y corto la distancia.

el beso era salvaje, su lengua reclamaba poder y la mía también. llevo sus manos a mi orto y le mordí el labio.

—no soy un buen pibe, así que si jugas con fuego, te podes quemar —me miró.

—estoy preparada para las quemaduras —otra vez, nuestros labios se unieron.