epílogo

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4 años después.

—es fácil lo que tenés que hacer. le das esto —mauro metió unas pastillas en mi mano disimuladamente—, me paga y nos vamos. ¿si? —asentí. él me dio un beso y me señaló con la cabeza el señor al que le debía entregar esto.

resumiendo; mauro se hizo el "patrón" de esta movida. neo está preso y tomas después de años de resentimiento, encontró la dirección de romina y se fue a vivir con ella a no se que país.

ahora éramos mauro y yo nomás.

acomodé mi escote, dejando que se vean un poco más mis tetas. a veces así, te pagan más.

caminé hasta román, quien me miraba mientras sonreía. me sente en la silla a su lado y mauro en la otra, la demás gente no se percataba de lo que sucedía. era un bar muy oscuro y movido, no se veía nada.

—treinta y uno del dieciocho —soltó él de repente. ese era el código, solo nuestros clientes lo sabían.

la fecha donde catri nació.

le sonreí y vi como su vista se deslizaba hasta mi escote. agarré su mano por debajo de la mesa y le di disimuladamente las pastillas. él se las guardo en un bolsillo y del otro sacó plata. se la entregó a mauro, quien empezó a contarla.

—¡la policia! —gritó uno de allí.

mire a mauro alarmada y él movió sus labios. "corre" fue lo que dijo.

la gente corría para todos lados. ninguno venía acá para disfrutar, si no para vender o comprar.

me paré de la silla rápidamente, la policía agarraba gente al azar.

esquive muchas personas, pero un par de veces me empujaron o me tiraron alcohol encima mío, pero lo que menos me importaba era eso.

mauro venía corriendo atras mío. yo llegué hasta la puerta del bar y me escondí en un pequeño sitio oscuro que había allí.

parecía todo en cámara lenta. vi como la policía intentaba agarrar a mauro, pero este saco una navaja. para todo esto, yo ya estaba llorando.

mauro llegó a apuñalar a un policía, pero otro detrás de él le disparó.

el estruendo hizo que todos se callaran. me tape la boca para no gritar. le habían disparado.

mauro me miró y me sonrió, para después desmoronarse. la sangre estaba en todo su cuerpo. la gente gritaba, yo estaba aturdida.

salí de mi trance y sequé unas lágrimas, pero era al pedo, no podía parar de llorar.

empecé a correr lejos de ahí. en cualquier otro momento de mi vida hubiese corrido hasta mauro, hubiese estado allí apesar de las consecuencias, pero ahora no. tengo una responsabilidad. mi hijo.

al fin y al cabo, estos son los riesgos que uno corre con este trabajo.

«¿te doy un consejo? no nos subestimes, vas a rogar estar con nosotros después, hija de la yuta».

dos meses dps pero acá esta. es una verga ya se, pero bueno

hija de la yuta » duki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora