Un nuevo intento

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De nuevo estaba parada enfrente del centro de rehabilitación pero una hora antes de mi terapia con el patán, así que me aproxime a entrar y llegue con Juan.

-Hola Juan ¿Cómo estás?-dije cuando vi que estaba solo y no tenía gente, así que no lo distraía de su trabajo.

-Hola ¿Abril, cierto? Muy bien ¿y tú?- dijo con su sonrisa carismática de siempre.

-Así es, muy bien también, oye de casualidad donde es lo de la consulta a pacientes, bueno por si tienes quejas o cosas de ese tipo.

-¿Tienes una queja?-dijo sorprendido.

-No, bueno el lugar es maravilloso pero quisiera unos cambios respecto a mi consulta.

-oh ya veo, ¿Quién me habías dicho que era tu terapeuta?

-El terapeuta Adame.

-Pero si él es fabuloso en su trabajo.

Ah sí?, pues al parecer tenía algo contra mí, eso era lo del paciente tan importante que le quite, mire a juan e hice una sonrisa lo más fingida y después él dijo- Bueno está en el otro edificio de al lado, sales de este y hay un pasillo que comunica a él, luego luego esta recepción.

-Gracias juan, que amable- Salí de la sala y me aproxime como había dicho, el lugar era muy bonito, el pasillo era al aire libre y a los lados tenia jardines repletos de flores, había varios niños alrededor de ellos jugando.

Llegue al edificio y estaba una señorita de en recepción o en caja, no sabía bien a lo que se dedicaba.

-Hola buenas tardes, quiero un cambio en mi terapia por diferentes problemas.

-Buenas tardes- nomas dijo eso y yo realmente pensé que no había escuchado lo que le había dicho que era de tanta importancia para mí, la mire con enojo pero ella fingía que yo no estaba ahí, hasta que después de mucho rato dijo- ¿Quién es tu terapeuta?

-Es An ..El terapeuta Adame.

-Espera un momento por favor- se levantó de su silla y después se fue, yo no sabía que hacer o si se iba a tardar mucho pero preferí irme a sentar a una sala de espera que estaba enfrente de la recepción, me senté y mire el lugar, todo un centro de rehabilitación, había posters de doctores sexys, bueno eso era mentira pero había fotos de huesos e información para la gente por todos lados, aunque parecía que el sitio en donde me encontraba estaba abandonado, no era nada que ver con el otro edificio, no escuchaba ni un solo ruido, pareciera que estuviera abandonado, hasta el volumen de la televisión estaba en volumen mínimo, ni siquiera entendía para que le prendían si no le subían.
Llego la muchacha de nuevo a su escritorio y empezó a ordenar unos papeles y después dijo en un tono medio alto- La que se iba a quejar pase por aquí.

No me iba a quejar solo quería el cambio que parte no comprendían de eso, me levante y me dirigí al escritorio y dije- no me voy a quejar solo quiero un cambio.

La muchacha por primera vez se me quedo viendo y sus ojos brillaron y no entendía porque hasta que sentí una respiración atrás de mí, la muchacha que atendía lo saludo coquetamente, pero yo no vi su respuesta ya que estaba volteada, y luego escuche.

-Así que, buscas un cambio eh- su voz se escuchaba un poco enojada, pero a la misma vez era una voz seductora, voltee a verlo y luego le dijo a la muchacha.-Ahorita te la regreso Gabriela- me tomo del brazo y me jalo al pasillo que esta al aire libre.

-Suéltame, ¿Qué haces aquí?-dije enojada y haciendo que me soltara.

-Aquí trabajo-dijo riendo- pero en realidad me llamaron porque mi paciente quiere un cambio de terapeuta y ella no sabe lo malo que es para mí.

Para el amor SI hay edadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora