Estaba parada enfrente de mi maleta, en ese momento en el que cuando miraba a mi alrededor me detenía para ver cada cosa, cada una de las cosas que se encontraba en mi cuarto era un recuerdo agradable para mí.
Mi cuarto donde guardaba mis más fuertes secretos, donde estas paredes me vieron crecer, reír hasta el momento en que entre a la escuela, se desvelaban conmigo y me vieron en mis momentos más difíciles.
Sentimentalismo o no todo eso me venía a la cabeza, no podía evitarlo, era como un baúl lleno de recuerdos, recuerdos que me encantaban y que no me había dado cuenta hasta este momento, en el que tenía que dejarlo.
Toda mi ropa estaba adentro de la maleta, bueno en realidad la que más me agradaba, mi mama me comento que no pusiera mucha que aun así iba a llevar uniforme, pero lo que ella no sabe es que no voy a una escuela en realidad.
Puse también adentro de mi maleta cosas personales y fotos, recuerdos, quería llevarme todo pero haciendo eso me vería muy sospechosa, me sentía extraña. La maleta estaba exageradamente grande era muy difícil de cerrarla, estaba a un paso para irme y no estaba lista para todos los cambios que me iba a traer todo esto.
Cerré mi maleta, y después me acosté en un lado de la cama muy pequeño porque la maleta no me daba mucho espacio, vi hacia mi escritorio y reconocí el álbum de fotos que me había regalado Alex en mi cumpleaños, dude mucho en tomarlo pero es que necesitaba verlo.
Empecé a hojear y las lágrimas no se tardaron en llegar, no quería ponerle punto a una historia que no quería que tuviera final, solo era una discusión ¿no es así? Todo esto tenía que pasar, él y yo volveríamos a ser como antes, como siempre.
Tome el álbum y abrí de nuevo la maleta metiéndolo en ella, después lo cerré de nuevo, estaba a menos de un día de un cambio radical en mi vida.
Había ido durante la semana con Andrés a checar el departamento del cual me había comentado, no quise decirle nada a Andrés sobre lo que había sucedido con Alex, no tenía por qué contarle eso aparte de que lo podía tomar mal o hasta mal interpretar y no quería malos entendidos y menos ahora, Andrés estaba fascinado con la idea de ese departamento.
***
El departamento se encontraba en una zona agradable, no estaba tan lejos de casa de Andrés, creo que por eso le agradaba demasiado o en realidad era muy bueno, Andrés ya me había comentado su precio pero se me hacía muy accesible como para que estuviera tan bien, estaba cruzando los dedos antes de llegar al lugar donde estaba ubicado el departamento, quería que fuera bueno, tenía que rentar ya, estaba a dos días de "irme", en realidad si me iba, porque toda mi vida cambiaria.
Cuando llegamos el edificio era enorme, me baje del carro y espere a que Andrés me alcanzara me tomo de la mano y me sonrió, después empezamos a caminar, el lugar era bonito, tenía un pequeñito jardín al frente y después estaban los timbres, había en la pared como 12 timbres y cada uno tenía un número, me imagino yo que de departamento, Andrés toco el nueve y después se abrió la puerta de entrada, estaba una pequeña recepción y después un elevador un poco antiguo.
Subimos a el elevador y mi mano empezó a sudar, estaba nerviosa, era pésima con esto de tomar decisiones, me empecé a sentir incomoda y solté la mano de Andrés y cruce los brazos moviendo demasiado mi pie izquierdo y recargada en el derecho, Andrés volteo a verme y sonrió.
-Puedes estar tranquila, todo estará bien- dijo sonriendo mientras esperábamos a que el elevador marcara el piso en el cual teníamos que bajar.
-Estoy tranquila-dije mientras miraba al suelo, el elevador era muy lento si hubiera sabido mejor subía las escaleras.
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Para el amor SI hay edad
RomanceToda la gente dice que para el amor no hay edad, que no importa la diferencia de edades, pero en esta historia no se da lo común si no, lo diferente. Abril es una chica de 17 años que iba a rehabilitación a causa de una fractura en el pie y se enamo...