Parte 11: PROVOCACIÓN

244 16 4
                                    


Al día siguiente, al llegar a la mansión, me di cuenta que habían demasiadas personas ahí dentro, es decir entiendo que nunca hayan tenido sirvientes los Valente, pero contratar una cantidad tan exagerada me parece despilfarrar el dinero.

- Alfredo, qué es esto? – le pregunto al acercarme

- Pues en vista de que la noticia ya se hizo pública, pensé en mostrar formalmente a Luna como Sol Benson, ¿no es una gran idea?

- No, no me parece una gran idea, hay muchos problemas aún por resolver y una fiestita no hará nada por ayudar.

- Pero sí como distracción, tú misma lo has dicho, hay muchos problemas y no creo que sea malo una fiesta, así que avisa a quienes quieras que pueden venir y están invitados – me lo dijo de manera risueña, se ve que está feliz que sea Luna y no yo, su verdadera nieta.

La llamo a Emilia y le aviso de la fiesta que hará Alfredo para Luna. Ella acepta acompañarme durante la noche, y venir incluso antes de que inicie para no tener que soportar todo esto sola. Definitivamente esto es lo más desubicado que se les ha podido ocurrir, que piensan que voy a dejar que su fiesta sea perfecta? Ja. Voy bajando las escaleras cuando encuentro a Simón.

- Hey, buscando a Lunita?, te informo que no esta

- Sí, la buscaba a ella, pero que bueno que me encuentro contigo - me dice

- Aquí me tenes, ¿qué quieres? – le sonrío falsamente

- Tenemos una conversación pendiente, lo olvidas?

- Mmmh, fíjate que no sé de que hablas – me acerco más a él – queres refrescarme la memoria?

- Ambar, déjate de jueguitos, esto que haces no está bien

- ¿Por qué? Es divertido – le respondo alejándome un poco

- Por favor, Ambar quiero ayudarte, si quieres a alguien para que te escuche o te ayude, pues yo estoy aquí.

- Gracias, pero no necesito a nada, ni nadie; me las se arreglar muy bien sola

-En serio? no te creo, sé que no eres así

- Sí, si lo soy, Simón, siempre he sido así, solo que ahora me visto como lo siento.

- Yo conocí a la verdadera Ambar, y no es esto. – ya me estaba hartando, por lo que me acerco mucho a él.

- Porqué tanto interés en cambiarme? Acaso no podes aceptar que te pasan cosas con alguien como yo? – estábamos a muy escasa distancia, mire sus labios y ví que también veía los míos, ¿cree que se la voy a dejar tan fácil?. Cuando estamos más cerca aún, me retiro, dejándolo con las ganas. ... Sí, definitivamente esto es divertido.

Despues de ello, simplemente no soportaba estar en la mansión, habían tantas personas ahí arreglando para la gran fiesta de Lunita y Alfredo.

Salgo un momento a patinar y me pongo a pensar en lo que pasa ahora con toda mi vida, cada vez es más confuso saber en donde inició todo, cuando mi mundo se empezó a desmoronar, cuando me quedé totalmente sola. Sigo sin entender porque mi madrina no viene ya, a sacarme de aquí, por qué aún no se aparece.

A la noche me pongo un vestido negro, fiel a mi nuevo estilo, con cadenas plateadas; Emilia no se aparece aún, por lo que me dijo que llegaría más tarde, que tiene un inconveniente, ni modo, me toca esperar.

Al bajar, se supone que sería algo pequeño, pero NOOO, claro, todo el mundo debía estar ahí, toda la gente de la alta sociedad que frecuentaba mi madrina, los amigos de Alfredo y para variar todos los chicos del Roller, pero claro es algo pequeño e íntimo (nótese el sarcasmo); por qué ponerme en ridículo delante de las personas que mi madrina conocía y yo también? No tengo idea de por qué Alfredo hizo eso, sobretodo ahora que mi madrina anda desaparecida, es que me enoja tanto esta situación; pero si creen que su fiestecita saldrá perfecta, están totalmente equivocados.

-------------------------------------------------------------------------------

Perdón la demora, es semana de entrega de trabajos finales, y estoy como LOCA, ni bien pase el estres prometo subir más a menudo.

Mi propio final ... ¿FELIZ?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora