Advertencia: Este fic es yaoi (hombre x hombre) si no te gusta es mejor que no lo leas... pero si eres una fujoshi o un fundashi loco por este género, te invito a que lo leas y lo disfrutes.
Los personajes le pertenecen al autor del anime/manga Boku...
Al igual que con la otra historia, pondré canciones para que las disfruten :3
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Mansión Midoriya 7:15 de la mañana
En la mansión de los reconocidos Midoriya, se hallaba un chico con cabellos bastante alborotados de color verde, este se encontraba sentado en un futón de un intenso color negro, la expresión en su rostro representaba aburrimiento, pues su madre Inko Midoriya le habia obligado a estudiar en la gran y más prestigiosa institución de monstruos que hay en el país, la institución "Yueei".
-Izuku...- una delicada y dulce voz le llamo con amabilidad, llamando asi la atención del recién nombrado. -¿Ya estás preparado para tu primer día en la academia Yueei?- pregunto la pequeña peliverde con la mochila del menor en sus manos, este solo se dispuso a curvear sus labios, así, formando una sonrisa, movió su cabeza de arriba hacia abajo en un gesto de asentimiento.
-Si, la verdad estoy muy emocionado... Pero a la vez muy nervioso- musitó con nerviosismo en sus palabras, a pesar de no ser la primera institución de monstruos a la que ha asistido en toda su vida, el primer día siempre le será el más importante. La pequeña mujer de cabellos verdes depósito su mano encima de la cabeza del más alto, sobandole dulcemente.
-Mi niño ya es cada día más grande- soltó la peliverde aún con la actividad que estaba realizando con su mano en la cabeza del pecoso. Sus lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, pues, Izuku, su único hijo, era su más grande orgullo y su más apreciado tesoro. -No tienes por qué estar tan nervioso, sé que es tu primer día en esa institución, pero ya verás que harás muchos amigos, y conocerás a varios monstruos de distintas razas- hablo nuevamente en un tono dulce, separando su mano de los alborotados cabellos de su hijo, está le extendió su mochila a lo que el peliverde la tomo y la colocó entre sus brazos y sobre su espalda.
-Lo se mamá, pero de igual forma el primer día siempre será el más nervioso- soltó el de cabellos verdes. Depósito un pequeño pero dulce beso en las mejillas de la pequeña mujer. -Ya tengo que irme mamá, te amo- hablo por último antes de salir por la gran puerta de su hogar.
-Cuidate Izuku- musitó por último al ver como su hijo salía por la puerta.
- - El de mejillas pecosas, salió con bastante prisa de su hogar, su amable chofer le esperaba a las afueras del edificio.
-Buenos días, joven Midoriya- saludo el humilde hombre mientras abría la puerta del vehículo, dejando así, adentrar al rizado.
-Buenos días señor Bakugou- devolvió el gesto de saludo con una enorme sonrisa.
