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-Capitulo 6-

"Luego añadió:-Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona."

Marcos 7:20-23

HyukJae entró como una fiera indomable a la sala de juntas. El sonido de la puerta aporreándose hizo que varios de los presentes dieran un brinco sobre el asiento. Oh, joder, el rey estaba de malas.

¿Y cómo no estarlo? Es decir, ¿Quién en su sano juicio preferiría ir a una aburrida junta en vez de estarse follando el culo más delicioso del mundo? ¡Maldita sea! Ese pequeño humano le había calentado los huevos, y sólo él podía enfriárselos.

-Espero que lo que tengas que decir sea en verdad importante, JongWoon.- dijo encolerizado el demonio rubio sentándose en la silla frente a todos, tratando de que su excitada polla pase desapercibida bajo sus pantalones.
-Si no quieres escucharlo, entonces lárgate.- le respondió con altanería el pelinegro.
-Escúchame, imbécil...
-¡Tranquilos, joder! -HeeChul, al notar cómo los lobos comenzaban a alterarse, se puso de pie e intentó calmarlos. -JongWoon di de una vez lo que averiguaste, no hagas esto más difícil.

Rodando los ojos con notoria pesadez, JongWoon se puso de pie y sacó de su gabardina una hermosa pluma blanca, brillante como el sol. Los demonios presentes abrieron los ojos como platos al ver la tremenda evidencia que había conseguido el ángel caído.

-Un ángel está mudando sus alas. -dijo JongWoon tirando la pluma al centro de la mesa.

Todos los ángeles, sin importar si son celestiales o caídos, suelen mudar sus alas cada determinado tiempo; la textura y el color de su plumaje es lo que identifica su naturaleza y rango. Aquella pluma que ahora los demonios tenían en su poder, era tan blanca como la nieve y brillante como un diamante, tan suave como el algodón pero fuerte como el metal. Aquella hermosa pluma blanca le pertenecía a un arcángel. Uno que estaba rondando muy cerca.

-¿Dónde mie**a la conseguiste? -cuestionó KyuHyun demasiado asombrado. Eso no sólo era una evidencia, era la evidencia.
-Se me ocurrió investigar en el bosque, cerca de la laguna. Ahí, junto a una roca, la encontré. -HyukJae inmediatamente frunció el seño. ¿En el bosque? ¿Cerca del lago? ¿¡En una roca!? ¡Ese hijo de put* había estado cerca de DongHae! Había sido un milagro que JongWoon no haya descubierto a su pequeño azabache. Estaba más que seguro que DongHae sería una presa fácil, no sólo para un demonio, para cualquiera. Ese chiquillo era tan inocente, que temía que cualquiera de los pecados se aventurara por más evidencias de nuevo al bosque y se encontraran con su belleza humana.
-¿Quién te dio permiso para investigar en el bosque? -ladró el líder.
-¿Necesito un permiso para buscar evidencias? ¡No me jodas!
-Yo investigaré en el bosque, JongWoon.
-Já. ¿Acaso escondes un tesoro ahí, HyukJae? -"sí, y el más hermoso de todos", pensó HyukJae mordiéndose con fuerza la lengua para no soltar ninguna palabra.
-Yo investigaré en el bosque. ¿Ha quedado claro? -cuestionó con autoridad el rubio demonio.

¿Tenía caso discutir con HyukJae? Cuando el varón daba una orden, esta se cumplía y punto. Claro que no tenía caso cuestionarle algo al demonio líder y los demás ángeles caídos tampoco se veían con ánimos de contradecirlo.

-Bien. -Dijo SungMin contorneándose con sensualidad en su asiento.- ¿entonces qué hacemos? ¿Nada?
-Podríamos dividirnos para seguir buscando. -propuso HeeChul.
-Sí, les diré qué lugar es el que van a investigar.- sentenció el líder.

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