Capitulo 13 "El viejo de la maldición"

2K 102 6
                                    


Antes de irte de este lugar maldito te das cuenta de algo, los ojos han dejado caer un ítem especial, parecen pedazos de piel y, dentro de lo asqueroso que es, es muy importante no perder detalle sobre todo lo que hay en el mundo. Recoges el material y te vas de ahí.

Al llegar a casa y hablar con la dríada, no parece tener información nueva, de hecho es como si nada hubiese pasado, será que... No, no puede ser. Decides hablar con el guía, con la idea de saber su opinión acerca de los pedazos de piel y carne que le has traído, él no parece sorprenderse en lo absoluto, simplemente te informa que con ellos puedes crear un conjunto de cosas nuevas.

Increíblemente no ha pasado nada, puede ser tal vez que ¿esa no sea la verdadera corrupción? «No, no tiene sentido», piensas mientras formulas que tal vez sea que los habitantes no recuerden o no entiendan lo que ha pasado. Has destruido al guardián de la corrupción, pero nada ha cambiado, tal vez si destruyes algún altar demoníaco algo cambie. Corres hacia la cueva donde se encuentra el altar más cercano y, estado frente a frente, ves cómo no ha cambiado en lo absoluto; al golpearlo este nuevamente se defiende aporreándote con la misma fuerza que la primera vez, no parece que su poder haya cambiado ¿Por qué? Era evidente que algo debía haber ocurrido, pero todo sigue exactamente igual. Tal vez esa corrupción no sea el problema y todo viene desde otro lado, pero te parece imposible basándote de lo que has podido ver. De cualquier forma, si es así el problema, entonces tiene que estar del mismo lado del mundo que el viejo de la maldición y esa sospechosa construcción.

Después de todo eso, decides que lo mejor es abrir la bolsa del tesoro del cerebro ese, pero lo que consigues es una terrible decepción; casi no hay ningún artículo, dentro hay más de aquel material que soltó el ojo -era bastante obvio ya eran el ojo y el cerebro de Cthulhu-, además de dinero y un objeto raro que no es otra cosa que un pequeño corazón. El nombre del objeto está resaltado en arcoíris como los de las otras bolsas, este se llama cerebro de confusión y su etiqueta explica que puede confundir a los enemigo cercanos -valga la redundancia-. Suena interesante de primeras pero tus accesorios están llenos y no parece ser algo realmente importante. Además de repasar el contenido de la bolsa, los corazones que rompiste igualmente te dieron cosas raras, las 5 cosas en cuestión fueron: la varita carmesí, la pistola de antes, una lanza llamada tenedor podrido, un colgante que dice ser un collar del pánico y un pequeño corazón carmesí. Todo eso parecía estar encerrado dentro de los corazones; el collar te parece un bonito accesorio pero su utilidad real no es precisamente buena, pero lo último sí que es raro.

Examinas mejor el pequeño corazón y, al tenerlo en la mano, hace aparecer en tu inventario unas cuantas ranuras especiales; este sólo se puede dejar donde está el ícono de una estrella y, al dejarlo ahí, éste aparece en la realidad. Un pequeño corazón latiente, que en lugar de flotar rueda y rebota en el suelo, ahora te persigue y es amigable. Lejos de lo repulsivo que se ve, éste emite una ligera luz roja que podría ser bastante útil para estar siempre iluminado.

Al procesar tus nuevos materiales, ves que el guía vuelve a tener razón, ahora las posibilidades con los lingotes carmesí son más amplias. Decides fabricarte una armadura nueva y un pico, que es para lo que te alcanza; esto es sólo posible utilizando las muestras de tejido que los ojos te han soltado, lo cual quiere decir que a simple vista esto debe ser mejor que lo que ya tenías y ciertamente lo es. Te enfundas con una brillante armadura roja que te ofrece más defensa que la anterior y con un pico más poderoso que seguramente te permitirá abrirte paso por las cuevas más fácilmente. Este día es completamente para prepararse ya que nuevamente presientes que la del viejo no será sólo una pequeña maldición.

Al hablar con el guía y ver que la munición de armas de fuego también puede variar, por ejemplo con balas de meteorito, decides regresar a la selva. Al pasar por la corrupción ves cómo efectivamente nada ha cambiado, parece que algo está completamente mal, pero sólo tú o el mundo están equivocados. Cuando llegas y picas un poco más de mineral del meteorito, recuerdas la extraña puerta que estaba en esa edificación de la selva; esa misteriosa puerta que no se podía romper y que no podía abrirse de ninguna forma humanamente posible. Ahora mismo tienes un par de cargas explosivas, así que imaginas que podrían ser de utilidad entrar en ese sitio y, cuando te empiezas a abrir camino por las enredaderas, te das cuenta de que la selva parece crecer muy rápido y, sin quererlo, te pierdes.

Terraria "La historia de un héroe"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora