Terraria "La historia de un héroe"

Capítulo 19 "La pesadilla mecánica"

Tras llegar al suelo ves cómo te persigue un gran dragón blanco tan largo como una serpiente, pero volando por el cielo; desgraciadamente no te deja muchas más opciones que comenzar a dispárale ya que no hace nada más que intentar embestirte, supones que es para matarte, al igual que prácticamente todo en este mundo. La batalla es muy simple, a comparación de tu anterior pelea con los Gemelos, este enemigo no es más que un simple "buenos días" después de una horrible noche.

Tras un rato de dispararle el dragón muere, o mejor dicho se esfuma en la nada dejando caer unas monedas y un nuevo tipo de almas. Ahora tienes muchas más cosas para investigar, empezando por tu bolsa del tesoro. En ella en cuentas lo esperado: más lingotes, una pieza más de la vagoneta mecánica y, lo más importante, las almas de visión. El guía te da información certera sin siquiera pestañear y, a pesar de poder crear nuevas armas con las almas de los jefes, te resultan mucho más interesantes las almas de vuelo, aquellas que te ha dejado el dragón. Con este tipo de almas y con una de las muchas plumas existentes en este lugar, puedes crear alas que te permiten volar. Esto es increíble y ciertamente desalentador, no por el hecho de poder volar sino porque el guía te deja en claro que las plumas son objetos raros que puedes conseguir sólo de enemigos fuertes, y eso es preocupante dado que por la gran cantidad de plumas que hay también debe de haber cientos de enemigos que aún no has visto.

Dejando eso de lado, la idea de poder tener alas cambia mucho tu perspectiva del mundo, ahora tienes un objetivo que tanto beneficia tu supervivencia como te interesa por lo increíble que resulta poder volar. De entre todas las posibilidades, te llaman la atención las alas de fuego; estas por simple obviedad deberían estar en el infierno, pero en este punto ese lugar ya no parece ser preocupante, así que el viaje será directo al punto más profundo de Terraria.

Al llegar al infierno vez que todo está exactamente normal, claro todo lo normal que puede ser un infierno en la tierra. Además de simplemente estar tal cual lo dejaste la última vez que estuviste aquí, todo lleno de lava y enemigos, tras moverte un poco descubres que, sí hay cambios, empezando por que en el techo del infierno además de cenizas hay grandes cantidades de titanio, el material que antes no podías romper pero con tu nuevo pico es todo un deleite. Cuando pasa un tiempo, te das cuenta que realmente no hay tanto material como imaginabas, de hecho, has tenido mucha suerte en poder conseguir un poco.

El titanio es aparentemente muy complicado de encontrar y para hacer esto más divertido aparece un nuevo enemigo, éste es igual que los demonios voladores pero, a diferencia de ellos, es de color rojo y en sus garras lleva un tridente bastante peligroso. Sin mucho titubeo, comienza a lanzarte unos tridentes de color morado y, al pelear uno contra uno, es muy fácil ganar pero, cuando de la nada te ves rodeado de estos enemigos, sólo basta un golpe para ver lo mortífero que pueden llegar a ser. El daño provocado por varios de estos tridentes es tal, que después de ser golpeado, el regreso a casa es lo único que recuerdas. Se podría decir con total seguridad que no hubieras soportado más de 2 golpes así.

Fuera de eso ya has conseguido un poco de titanio, este es claramente una mejora de tus herramientas actuales, pero la cantidad se limita unos poco lingotes. Espera. Ni siquiera para fundir lingotes te alcanza, antes debes mejorar tu horno con dicho material para, de esta manera, poder malearlo, así que del viaje sólo resultó beneficiado... el Sr. Horno. Está bien, dentro de lo que cabe, es una mejora después de todo. Ahora viendo que no es para nada un juego el arriesgarte a estar en zonas "conocidas/desconocidas", debes planificar bien tus movimientos y mantenerte alerta en todo momento para evitar problemas...

«¿Eso es la corrupción?», piensas.

Tal vez cegado por las diferentes batallas que has tenido o quizá porque simplemente no lo podías ver, pero la corrupción ahora avanza a una velocidad alarmante y, desde la lejana mancha corrupta de detrás de la Mazmorra, ésta se ha extendido hasta tu casa. Sólo de un lado ya que la bendición parece no ser tan agresiva. Los habitantes de tu hogar parecen estar algo preocupados y los enemigos no tardan en aparecer pero, ¿qué se puede hacer? En este mundo todos saben qué hay que hacer pero nadie hablará hasta que lo preguntes. La situación se ve salvada gracias a que la nueva inquilina tiene nuevas cosas a la venta, su traje y su profesión deja bastante claro que es una Steampunk, adelantada a su época y con inventos mecánicos revolucionarios tal vez; pero en su tienda tiene un arma capaz de controlar las diferentes fuerzas de la naturaleza: el Cleantaminator. Ella también vende las soluciones de colores te permiten trasformar el ambiente a tu antojo.