Así como se escucha, después de una gran batalla donde la sangre resultaba ser sólo decoración en la oscura noche, llega la luz del sol y como una broma el mensaje de que están lloviendo babosas; y tal cual lo imaginas se hace real. Poco a poco esas babosas de diferentes tamaños y colores comienzan a caer de entre las nubes e instintivamente se acercan a ti con rudeza. En este punto estos pequeños enemigos no son realmente una molestia, todo lo contrario ya estás tan acostumbrado a ellos que parece que son una broma muy mal hecha, pero bueno el mundo es literalmente una broma así que sólo debes ignorar la situación y seguir con tu vida, como siempre.
Al regresar a la casa encuentras al guía que, como normalmente lo hace, está mirando de aquí para allá y simplemente esperando a... no se sabe muy bien, pero parece que espera algo o a alguien. En fin, de la nada mientras guardabas tus nuevos objetos en los cofres el guía se acerca y te dice lo siguiente:
—Hay muchas formas de hacer que los demás se muden a nuestra ciudad —te mira serio— Por supuesto, necesitarán una casa en la que vivir.
Eso es cuanto menos curioso pero, ¿si tiene razón?, aunque también recuerdas que en este lugar no parece haber nadie más que él y tú mismo -aparte del hombre loco de la maldición, claro-. Te parece que es una muy buena idea intentarlo, después de todo el guía no sólo habla por hablar. Pero esta vez quieres que las cosas sean diferentes y decides exponer tus dotes de construcción y, aprovechado que en este mundo la gravedad no funciona como debería, decides crear una habitación flotante.
«No creo que los demás quieran vivir en una casa tan modesta como la de nosotros», piensas.
Bloque.
Babosa.
Bloque.
Y después babosa...
Parece mentira, pero hay demasiadas babosas por todos lados, ya sea las verdes de toda la vida u otras más exóticas de color rojo, morado o rosa. Todas se acercan a darte las buenas tardes pero tú no tienes tiempo para hacerles caso, tienes una casa que construir. Ahora que lo piensas, la madera flotante no es precisamente más bonita que tu anterior casa pero funciona y es habitable. Después de hacer la forma base, poner las paredes, una silla, una mesa y su respectiva fuente de luz parece que por fin alguien puede mudarse, pero claro la puerta es también necesaria; justo al ponerla aparece un mensaje nuevo ante ti.
El mercader ha llegado.
Fue más rápido de lo que imaginabas, esperabas verlo llegar desde la lejanía y que tal vez estaría un poco confundido como tú, pero no, fue muy repentino y cuando menos te lo esperabas, ves al mercader jugando con el guía al "piedra, papel o tijeras". Al verlo bien y comprobar que se ve sólo un poco más cuerdo que el anciano de la Mazmorra pero no más que el guía, tus ilusiones de poder saber qué pasa en este mundo se van muy rápidamente. El mercader por su parte es un hombre ya mayor, vestido con la gabardina típica para un viejo con su sombrero y todo, al acercarte y hablar con él, te ofrece nada más y nada menos un poco de basura: un pico y hacha como los que ya tenías, antorchas y pociones de salud pequeñas. Esto último no viene nada mal, aunque parece ser que las personas de este mundo podrán estar perdidas pero no son para nada tontas, ya que a pesar de tener objetos aparentemente infinitos aun así te cobran por ellos.
Dejando el tema de sus productos de lado, el viejo mercader acepta su nueva casa y, sin preguntar mucho, decides continuar construyendo más habitaciones. Tal vez sea sólo tu imaginación, pero tu intuición te dice que debe haber más gente en este lugar. Una mirada más, el guía y el mercader te observan mientras construyes las habitaciones más feas que existen, pero no opinan nada al respecto y se limitan a sólo observar. Cuando ya estás más concentrado y, de un momento a otro entre babosa y babosa, al guía se le ocurre decir algo como que algunos habitantes requieren ciertos requisitos para poder venirse a vivir contigo, lo cual es nuevamente curioso. Sus palabras no fueron precisamente esas, pero estabas muy centrado intentado descifrar el nuevo mensaje como para ponerle demasiada atención.
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Terraria "La historia de un héroe"
Fiksi PenggemarBienvenidos a "la historia de un héroe" Terraria es un juego de supervivencia estilo 2D el cual no tiene ningún tipo de historia, pero después de muchas horas de juego y tras pensarlo un poco es posible crear una "secuencia" de "eventos" que pueden...