Como si fuera la primera vez - Flozmin

Una noche especial

Jazmín tenía las manos más suaves que tocaron alguna vez la piel de Flor.
Y Flor tenía la piel más suave que Jazmín había tocado en su vida.
Sus roces parecían estar sincronizados al compás de la música de aquel disco de pasta que había puesto Jazmín en su tocadiscos.
Antes de eso, Jazmín había entrado los platos de la cena rápidamente mientras Flor le pedía pasar al baño.
Ahora estaban paradas en el medio de la sala, mirándose a los ojos. Con cada roce de las yemas de los dedos de Jazmín en la piel descubierta de sus brazos, Flor volvía a cerrar fuerte sus ojos.

"¿Estás bien Flor?"

"Estoy perfecta."

Al ver la tranquilidad de Flor, Jazmín avanzó un paso y pegó sus cuerpos suavemente. Llevó una de sus manos a su espalda y comenzó a subirla para mezclarla con su pelo, mientras con su otra mano se aferró más fuerte a su cadera.
Sus besos fueron acelerándose y sus lenguas danzaban al mismo ritmo. Jazmín volvió a tomar otro impulso y mordió su labio inferior tirando suavemente de él, para alejar sus labios de su boca y llevarlos a su cuello.
Primero recorrió ese espacio lentamente, pero cuando sintió el dulce perfume de Flor, sus instintos se encendieron e involuntariamente clavó sus dientes, sin generarle daño.
Flor se aferró más fuerte a la cintura de Jazmín, en donde se sujetaba desde que sus cuerpos chocaron y clavó sus uñas a través de su remera, mientras de su garganta emitía un leve ruido. Jazmín sonrió en su cuello y subió hasta su lóbulo. Lo atrapó con sus labios y tiró de él un par de veces jugando también con su nariz en ese hueco. Aprovechó ese lugar para hablarle con un susurro ronco.

"Cómo me gustás, por favor."

Flor respiró pesadamente y le respondió.

"¿Mucho te gusto?"

Jazmín volvió a sonreír.

"No te das una idea. Me volvés loca."

"Vos también, me gustás mucho. Pero mucho eh."

Esto último se lo dijo con una connotación de sinceridad y no de provocación, mirándola a los ojos. Jazmín así lo entendió e hizo que sus labios volvieran a juntarse, esta vez de forma feroz. Con una ferocidad tan fuerte que, por impulso, la fue arrimando contra una de las columnas de la sala. Allí no tuvo piedad con su boca y recorrió todo su cuello, mientras sus manos, poco tímidas, comenzaron a escabullirse por los espacios libres de su espalda.
No había espacio libre entre sus cuerpos y el aire se volvía cada vez más pesado. Flor intentaba no pensar, pero su mente no estaba de acuerdo y de golpe la hizo frenar y declarar aquello que se presentaba como una necesidad de aclarar.

"Jaz. Necesito decirte algo. Es... la primera vez que yo... bueno, que estoy con... una mujer."

Jazmín la miró sorprendida.

"¿Sí? Yo pensé que... bueno. Estaba segura que ya habías estado antes con mujeres."

"¿Por qué pensaste eso?"

"Porque sino ¿Cómo te fijaste en mí?"

Flor sonrió de lado y acarició su pelo.

"Porque yo me enamoro de las personas más allá de lo que son. Y vos me enamoraste Jaz, todas y cada una de las veces que nos vimos. Cada vez que te conocí. No lo recuerdo, pero te juro que lo siento."

Los ojos de Jazmín brillaron como nunca. Sintió un fuerte golpe en su pecho con esas palabras.

"Te amo Flor."

"Yo también te amo Jaz."

"Y te voy a cuidar."

"Lo sé. Y yo también."