La decisión

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El celular de Jazmín no paraba de vibrar en su mesa de luz.
Ella intentó silenciarlo de un manotazo medio dormida pero fue en vano, así que decidió levantarse y comenzar nuevamente su día.
Fue al baño y se miró en el espejo. Tenía los ojos hinchados y alguna marca en el cuello que le recordaba su noche anterior con tanta nostalgia que le empezó a doler un poco el cuerpo.
De golpe algo la distrajo. El timbre de la puerta sonaba. No sabía quién era pero no quería ver a nadie. Miró la hora y recién era media mañana. Por la tarde tenía que pasar por el colegio a dar clases así que se vistió rápidamente y bajó. La persona que estaba tocando el timbre siguió parada allí. Sabía que ella estaba adentro.
Jazmín suspiró y abrió la puerta para encontrarse con su mejor amiga.

"Jaz. No me atendías el teléfono y me asusté. Pensé que estabas con Flor pero la vi hace un rato saliendo de su casa."

El solo hecho de escuchar su nombre le estrujó el corazón.

"¿Me abrazás?"

Miranda era una amiga de las que prefieren una broma a una demostración de afecto. Pero Jazmín rompía los esquemas de cualquiera, así que estiró sus brazos y recibió a su amiga, quien rompió en llanto ante el contacto.
Cuando logró calmarse, ambas se sentaron en la mesa del jardín junto con una taza de café.

"¿Tan mal estuvo anoche?"

"Anoche fue perfecto. La mejor noche de mi vida Miru. Fue, no sé, mágico. Pero lo arruiné todo. Le pedí que se quede y obvio, no estaba preparada para eso. A la mañana abrió los ojos y no entendía nada. Se asustó viéndose en una casa desconocida, sin ropa y al lado de una mujer."

"Entiendo. Igual no está mal lo que hiciste. Lo intentaste. También era raro que se despierte en su casa y se olvidara de vos."

"Ya lo sé. Todo es muy confuso y muy difícil."

"Ahora debe haber visto el video que le armaste y va a querer verte. ¿Qué le vas a decir?"

"No sé. Hoy tenía llamadas perdidas de Flor en mi celular. Sé que tengo que hablar con ella pero me da miedo. Me da miedo al punto que llegamos."

"¿Te arrepentís?"

"No. Eso jamás. Yo voy a seguir luchando por ella, por esto que somos. No quiero bajar los brazos."

"¡Esa es mi amiga!" le espetó Miranda mientras la abrazaba. Ahora no podía dejar de hacerlo.

Por la tarde Jazmín fue a trabajar intentando poner su mente allí, dejando que los niños la distrajeran. No fue una clase muy larga pero le bastó con esos minutos para arrancarle varias sonrisas. Al salir, pasó por el centro de la ciudad para hacer algunas compras y volvió a su casa.
Con algo de dificultad y cargada de bolsas entró a su hogar.
Era tan tranquilo que podían dejar las puertas de sus casas abiertas que nada sucedía. Solo que Jazmín no tenía previsto que alguien entrara y se llevó un gran susto al verla sentada allí en su mesa.

"Flor. Me asustaste." Le dijo Jazmín con su mano en el pecho y respirando agitadamente.

"Perdón. No te quise asustar. Hola Jaz." Estaba sentada mirando para abajo y con sus dedos delineaba los bordes de un cuaderno de Jazmín que estaba sobre la mesa. Ese cuaderno que Flor de curiosa leyó y que cambió todos sus planes.

"Hola. No pasa nada. ¿Estás bien?"

Flor no le respondió. Se paró y se lanzó a sus brazos apretándola fuertemente. Jazmín sentía que se desarmaba en ese agarre pero fue fuerte y también la abrazó. Se quedaron algunos minutos así hasta que Flor rompió el contacto.

"Perdoname."

"No Flor."

"Si, te tengo que pedir perdón. Te traté horrible hoy y no te lo merecías."

"Ya está. No es tu culpa."

Se miraron en silencio. Jazmín no pudo evitar sonreír. Estaba allí de nuevo, con el mismo brillo en sus ojos que la noche anterior. No podía ser tan difícil intentarlo. Y verla así, frente a ella, la hacía suponer que todo valía la pena.
Jazmín preparó un té y lo llevó al jardín para que se sentaran allí.
Flor estaba en el interior de la casa dando vueltas hasta que salió a su encuentro.
En sus manos traía un cuaderno. No el mismo que había leído de Jazmín. Era uno suyo.

"¿Qué es eso Flor?"

"Esto es algo que necesito que veas."

Flor se sentó a su lado y empezó a pasar las hojas. Con una letra prolija y con muchos colores por todos lados, estaban escritas todas aquellas cosas que olvidaba a diario y que quería recordar. Allí había anotado todo lo que había sucedido luego de su accidente. Pero en un gran porcentaje, esas historias pertenecían a Jazmín.

"Necesito leerte algunas páginas."

Jazmín la miró y la tomó de la mano. Sabía que sería algo muy fuerte para ambas. Flor suspiró y comenzó a leer.

"Hoy Jazmín me vino a visitar por la mañana junto con un video. El mismo que veo a diario y me ayuda a entender qué es lo que me pasa. Fue un día hermoso... Jazmín es hermosa. Tiene unos ojos en los que me encanta perderme. Hoy en la playa no podía dejar de mirarla. No entendía que me pasaba hasta que su mano junto con la mía tocaron mi pecho y se encontraron con mi corazón latiendo tan fuerte que se sentía apenas rozamos mi piel. Ahí estaba la razón. Y sus labios sobre los míos me terminaron de dar todas las respuestas. Jazmín me ama. Y creo que yo a ella también."

Jazmín se secaba las lágrimas mientras Flor buscaba otra página.

"Jazmín me escribió una canción que se la hago cantar cada vez que puedo. Tiene una voz hermosa, no creo cansarme nunca de escucharla. También cocina muy bien. Es perfecta..."

Flor la miró a los ojos y Jazmín seguía emocionada.

"Hoy fue un día muy especial. Jazmín duerme a metros mío y yo aprovecho para escribir esto antes de que suceda lo inevitable. Hoy fue la noche en la que entendí que existen miles de formas de amar. Pero hay una muy especial. Una que conocemos solamente ella y yo. La veo dormir así, tan tranquila, y no puedo dejar de hacerlo. La amo. Amo cada partecita de ella. Amo que me haga amarla a diario. No me quiero olvidar de esto jamás..."

Flor también estaba emocionada. Jazmín apoyó su cabeza en su hombro mientras le acariciaba el brazo. Se quedaron allí varios minutos.

"Este cuaderno lo empecé a escribir desde que me diste el video. De alguna forma quería tener con mis palabras todo lo que sucedió. Es una forma de encontrarme conmigo misma. Y encontrarme con vos Jaz."

Jazmín no aguantó más. Se separó un poco y buscó con sus manos su rostro para acomodarse y besarla. Besarla para volver a escribir su historia. Se olvidó que para Flor era su primer beso. No le importó. Flor correspondió ese beso aumentando la intensidad y rodeando su cuello con sus brazos. Sus lágrimas caían también.

"No llores Flor. Está todo bien."

"Jaz, es muy difícil esto. Yo..."

"¿Qué cosa Flor?"

"Estoy muy nerviosa."

"No tenés que estar nerviosa. Yo estoy con vos."

"Es que yo tomé una decisión."

Jazmín la miró extrañada "¿Qué decisión?"

"Quiero cortar con vos."

Como si fuera la primera vez - FlozminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora