(EMILY)
Después de una horrible semana en el hospital al fin nos dieron de alta a Damian y a mí, a lo largo de la semana habíamos tenido la visita de los padres de Damian y su hermanita Luz. La cual tampoco reconoció, pero parecía muy feliz de saber que tenía una hermana pequeña.
Los doctores les pidieron a los padres de Damian que no forzaran su mente contándole anécdotas que él no recordaba, por lo cual tuvieron que sobornar muy bien a luz para que no mencionara mi noviazgo con él. Miguel ha venido a verme todos los días lo cual le agradezco un montón, el es el único que de verdad me puede hacer sentir bien en un momento así, un momento en el que me siento como una bolsa de mierda.
Convencí a dexter durante la semana de que sería una buena idea que fuera con la abuela una semana, la abuela vive un poco – muy- lejos, digamos que debo tomar un avión o viajar en bus dos días y no soy una aficionada a los buses así que… el avión es mi opción más rentable.
Dexter se negó un montón y dijo que él quería cuidarme y bla, bla, bla… pero finalmente decidió que conmigo no se puede discutir cuando se trata de la abuela. La cual por cierto no es mi verdadera abuela. Es simplemente una tía-abuela, es –o era- la hermana de mi abuelo. Pero para mí es mi abuela y punto.
Los padres de Damian lo vinieron a buscar en el auto de este pensando en saber si lograría reconocerlo, lo cual obviamente paso. A mí me vino a buscar miguel, Dorothea, Lucy y dexter en el auto “nuevo” de miguel.
- Hey muñeca dime que mi auto es una preciosidad – alardeo miguel
- Dios que egocéntrico eres, solo es un auto usado
- Aguafiestas – se quejo y abrió la puerta del copiloto para mi
- Gracias – le bese la mejilla y entre al auto- hola chicas – salude a los del asiento de atrás
- Hola pequeño saco de problemas – dijo Dorothea con una sonrisa maternal
- Doty – la regaño Lucy- ¿Cómo estas cariño? – pregunto para mi
- Me siento mejor – la verdad es que solo eh llorado frente a miguel, para el resto de mis conocidos estoy llevando toda la situación muy bien.
- ¿estás segura? – pregunto dexter- ¿no quieres un analgésico o algo?
- Dios dexter no quiero que me drogues cada cinco segundo solo relájate, estoy bien –dije un poco a la defensiva
- Vámonos – dijo miguel entrando al auto y poniéndolo en marcha.
Dexter me puso una mirada de “hablaremos de esto después” pero dudo que lo hiciéramos, además yo dije la verdad dexter quería medicarme cada medio minuto. Una razón por la cual no me gustan los hospitales es porque te drogan para sentirte mejor, yo creo que te dopan para que no te des cuenta lo que hacen las enfermeras, pero bueno cada quien cree lo que se la da la gana.
Cuando llegamos a casa Miguel, Dorothea y Lucy se van de inmediato para dejarme “descansar” aunque estoy segura que no han tenido en cuenta que pase toda la semana en una cama con medicamentos que me dopaban, agradezco que me dejen sola, quiero estar sola. Necesito estar sola, en mi cuarto, donde nadie puede oírme o molestarme. Porque solo quiero llorar, no llore en el hospital porque Damian estaba en -literalmente- la cama de al lado. Y no me hubiese gustado explicarle que lloraba por él, además ¿qué le hubiera dicho? “Hey sabes lloro porque no recuerdas que yo era el amor de tu vida y también porque quiero y no quiero que me recuerdes” uno eso no tiene el mas mínimo sentido, y dos eso es bastante contradictorio.
Después de que Dexter al fin me dejara sola en mi habitación me acurruque bien en mi cama y deje que la frustración, la pena, el desespero y todo saliera de mí en un llanto que deje de controlar y encerrar dentro de mí. Llore hasta que me quede dormida.
Sentí ruidos en el piso de abajo y supuse que la tía Esther debía andar viendo a Damian, decidí que si venia hacia mi pieza fingiría seguir dormida, ya que tengo los ojos rojos e hinchados – y adoloridos- de tanto llorar. Cuando alguien abre mi puerta me quedo lo mas quieta posible para que crean que duermo lo cual no es muy difícil de fingir.
- ¿Estás dormida? – susurra una voz familiar, una de chico.
- ¿Damian?
- Hey, hola – dice acercándose a mi cama o eso creo, está oscuro.
- ¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí? Deberías estar dormido
- Tu igual – me recrimino
- Pero yo estoy en mi cama – conteste y el suspiro- ¿y bien?
- La verdad no se qué hago aquí me desperté de un sueño que en realidad no recuerdo y sentí que debía venir aquí pero no se a que – se me hizo un nudo en la garganta quizá soñó los momentos de cuando se metía a mi cama para calmar mis pesadillas
- Bueno mejor vas a descansar
- Si – hizo una pequeña pausa -¿estás bien?
- Si –no- ¿Por qué preguntas?
- No lo se
Se me quedo mirando unos segundos, luego meneo la cabeza negando y se fue. Mis ojos se llenaron de lágrimas pero la verdad es que no sé porque estoy triste. Después de eso me volví a dormir rápidamente.
ESTÁS LEYENDO
EL TIEMPO CONTIGO
Genç KurguAccidentes, mentiras y memorias entrañables, al final todo se resolvera? esta es la segunda parte de mi libro "camina conmigo hasta el final" en verdad espero que les haya gustado el primero y espero que les guste este :)