Pelotero

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Todos de chiquitos fuimos a un cumpleaños en un pelotero. Sino, no sos humano. Salí.
Son más o menos así.

El 99% de las veces, como no tenías ni idea de qué le gustaba al pibe/a, le comprabas Mujercitas o Paco (eran altos perfumes, tuve mil).

Ibas al castillo inflable y venía la que se agarraba de la rejita para tirar el castillo abajo, nena dejame el castillo en paz que querés que se caiga todo abajo y no podamos salir de la lona, y lo mismo cuando las que animaban nos apagaban el inflador y se empezaba a desinflar. Todo por ir a comer.

Ibas al pelotero y estaba lleno de pibitos tirando pelotas y no podías entrar, o sea, podías perder un ojo. Además explicame PARA QUÉ tirás las pelotitas afuera loco, terminaba el cumpleaños y quedaban tres nomás.

En la mesa no faltaba el que se ponía a tirar papitas a los demás, FLACO ESTÁS DESPERDICIANDO PAPITAS, si a vos no te gusta comerlas todo bien pero NO ME DEJES A MÍ SIN COMIDA.
Después estaba el escultor que hacía muñequitos con los chizitos y palitos.
Estaba el bobo que pensaba que podía incrustar los palitos en las papas, o sea no podés hacer eso, NO TE DAS CUENTA DE QUE SE ROMPE TODA.
Teníamos al asqueroso que mezclaba coca con seven up, fanta, agua, levite, fernet, vodka, detergente, todo lo que encontraba en la mesa y lo peor es que mojaba los chizitos ahí Y SE LOS COMÍA, que asco chabón.

Después de comer te ponían a hacer juegos, NO QUIERO HACER JUEGOS ME QUIERO IR AL PELOTERO Y HACER LO QUE YO QUIEROOOO
Pero bueno ahí terminabas jugando a las sillas, divididos en el equipo de las chicas y los chicos.
Había otro juego que era de sentarte en el globo hasta que explote, a mí me daba miedo tipo NO QUIERO QUE EXPLOTE ABAJO MÍO SOY CHIQUITA

La hora de la piñata era matar o morir. Metías la mano ahí y la sacabas con un dedo menos. Los que se sentaban adelante de todo y hacían bolsita con la remera, ESO ERA UNA INJUSTICIA. Admito que lo hice pero ESTABA CANSADA DE QUE ME CAGUEN. Y no faltaba la típica de ir después de la hora de la piñata para ver si había quedado algo, un caramelo, un juguetito, ALGO.
No sé ustedes pero cuando yo iba con mis primos acordábamos en agarrar todos los caramelos que podíamos. Después los juntábamos y los repartíamos en casa, ALTO NEGOCIADO.

No podían faltar las nenas creídas que se ponían a bailar la canción de las divinas (yo era una) o de casi ángeles, TE SABÍAS TODA LA COREO, showmatch un poroto al lado nuestro.
Si eras nena venían las que te hacían el maquillaje artístico, lo mejor es que yo no me lo sacaba porque me encantaba. Al otro día te levantabas con la mitad de la cara verde pero ni ahí te lo sacabas.
El tobogán tenía electricidad estática, no me jodan.

Y lo mejor era cuando te daban la bolsita cuando te ibas, que tenía un alfajor fulbito, chupetines EL MEJOR ERA EL DE COCA, el turrón y los caramelos masticables que eran más duros que una piedra pero así felices los comíamos.

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