Guerra

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Natsu estaba escapando de aquel horror que le perseguía. El aire estaba impregnado de cenizas y el suelo parecía escupir la sangre de personas que habían muerto.

Tenía miedo de regresar la mirada, pero su cuerpo actuó por él. Volteo, viendo como Gildarts, Lyon, Wendy, Erza y un ejército de asesinos estaban decididos a matarlo.

Intentó gritar, pero la voz no le salía. Las lágrimas corrían de manera furtiva en sus mejillas, y sus ojos verdes, asustados se cerraron con fuerza.

Al abrirlos de nuevo pudo distinguir que había personas enfrente de él protegiéndolo.

Una cabellera rubia larga, unos ojos de color chocolate en un hermoso cuerpo voluminoso envuelto en una armadura celestial lo miró desde lejos. Su fascinación no le duró mucho, ya que no alcanzó a gritar cuando Erza le encajó un cuchillo en el corazón de ella.

Natsu vió como Lucy caía sin vida al suelo. Más lágrimas salieron de sus ojos. Abrió la boca para gritar, deteniendo su acción por un instante.

Antes no pudo gritar, ¿será que aún no podría...?

A su alrededor todo se congeló. Y decidió gritar.

Pero de su boca salió un fuerte rugido, que fulminó a todos a todos con el fuego rabioso que salía de él.

Al parar Natsu volteó, y vio cómo morían cada uno de sus cazadores, siendo asesinado por los guerreros de su salvadora, cuyo cuerpo ya no estaba en el suelo.

-¿Dónde está?- Se preguntó.

Sin embargo al sentir una mano en su hombro, dejó de pensar en ella y asustado volteó para toparse con la mirada de su hermano mayor, quien, con ayuda de Mavis pudo detener el tiempo.

-Te extrañe Natsu.- Ambos se abrazaron entre lágrimas. En plena guerra.-Tenemos que escapar. Mavis, por favor...- Mavis lanzó un grito a todos aquellos que eran sus amigos y aliados, y con ayuda de la magia de Minerva, sólo quedaron en el campo 5 personas y una lacrima en el desolado prado.

Natsu observó a todos a su alrededor. Muchas personas estaban en estado crítico, algunas otras estaban rodeadas de gente que les lloraba por irse al otro mundo. Pero no vio al cuerpo que la salvó.

Natsu dirigió su mirada nuevamente a lacrima para ver quienes habían quedado.

Sus ojos se abrieron demasiado cuando vió a la rubia viva, y en el prado.

Delante de ella se encontraban sus cuatro enemigos. Quienes tenían una sonrisa burlona en sus labios al verla sola. Lanzándose a la boca del lobo.

Natsu, desde el reino, donde estaba seguro esperaba que fuera un sueño.

Pero cuando vio a Lucy voltear hacia la lacrima, sonriendo, supo que la verdadera guerra acababa de empezar.

Y solo pudo ponerse a rezar en silencio, con una mano en el aire, al igual que los cientos de personas que estaban detrás de él, incluyendo a Zeref.

"Vamos Luce".

Hola, NatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora