Hola, Natsu

Una parte del pasado.

El duque Jude estaba camino al castillo donde la familia real estaba. Iba en compañía de su esposa y de su hija, las cuales iban hablando de cómo serían las flores del castillo.

La pequeña niña de 5 años estaba feliz y emocionada.

Cuando el carruaje se detuvo en frente de las puertas de entrada del castillo, un hombre con una máscara los invitó a pasar, llevando a Jude y a Layla al estudio, donde se llevaría a cabo una junta entre duques y reyes.

Había más niños en la sala, algunos jugando y otros hablando entre ellos, con un lenguaje muy raro.

Lucy se acercó a un niño de pelo planco que estaba jugando con un poco de hielo.

-Hola.- La voz de la pequeña rubia fue tan suave que el niño de cabello blanco dio un respingo un poquito asustado. Y volteó a verla.- Me llamo Lucy ¿y tú?

El niño se sonrojó de inmediato y empezó a balbucear un poco. La niña para él era hermosa.

Se fijó en su pelo rubio que iba atado en dos coletitas y la parte de atrás suelta, vio sus grandes ojos cafés que lo miraban con amabilidad y curiosidad.

Poco a poco fue recuperando el control de sí mismo y la saludó.

-Hola... Soy Lyon.- Lyon por no saber qué más decir se paró inmediatamente y dejó el hielo en el suelo.- Tengo 6 años y soy próximo elemental de Hielo. ¿Tú?

Lucy se sorprendió por la repentina pregunta.- Tengo 5 años... y soy elemental de las llaves del zodiaco.

Lyon abrió mucho los ojos y soltó un grito llamando la atención de los demás niños que estaban allí.

Las primeras cabezas en acercarse fueron un niño de cabellos puntiagudos negros, otro con un raro cabello rosa y una niña que se veía un poco mayor que ellos con un gorrito del mismo color que su cabello, azul.

Lyon se emocionó demasiado y le tomó las manos a Lucy.

-¡Tú y yo seremos los mejores amigos para siempre!

O al menos, eso pensó.