« Le chat noir » {One-shot}

• Dia 2920 •

Parte 1
09:25 p.m.

Cada día despierto en el cuerpo de un gato.
No se por que ni como, solo sé que puedo transformarme en humana.
No se como nací o que pasó con mis padres.
Nunca me había convertido en humana, así que esa vez lo intenté.
Ya que no había encontrado comida, y mi pequeño estómago rugía.
Decidí por hacerme humana.
Y...no fue una buena experiencia.

   "Flashback"
No se como hacerlo.
No se como transformarme en humana.
Entonces me repito en mi mente, "Quiero ser una humana", " Quiero poder ser una humana".
Siento un dolor recorrer mi cuerpo, siento como el pelaje negro abandona mi cuerpo y como voy creciendo.
El dolor abandona mi cuerpo y suspiro de alivio.
Tiemblo ante el frío viento que choca contra mi frágil cuerpo.
En la oscuras calles de New Orleans hace frío.
En un pequeño charco de agua me veo.
Veo una pequeña nena, de ojos grises y pelo totalmente negro.
Una mujer grande, me ve y suspira con terror.
Se quita su chaqueta y me la coloca.
Suspiro de placer al sentir el calor abrazarme.
-Jovencita, ¿que haces en las vacías calles de New Orleans sola? - Dice dirigiéndose a mi.
Yo solo me encojo de hombros.
- ¿Y tus padres? -Vuelve a preguntar.
Y yo repito la misma acción, me encojo de hombros.
La mujer al darse cuenta que no le contesto toma de mi mano y tira llevándome a algún lugar.
Temo a que me lastimé.
Solo dejo que me guíe mientras estoy en mi mundo.
Vuelvo a la realidad cuando frena de golpe y me golpeo con ella.
- Niña, ¿Estas bien? -Pregunta y yo asiento.- Ya llegamos- Agrega.
Enfrente de mi hay una casa, de ladrillos muy bonita.
Ella abre la puerta y se adentra.
Busca algo en un armario grande y me pasa una pequeña ropa.
- Es de mi nieta, puedes usarla y cambiarte en el baño.- dice.
Asiento y camino para el baño donde anteriormente me había dicho como ir.
Entro y me cambio.
Cuando salgo la mujer no esta en el living, me asomo por la cocina.
Y ahí esta ella.
Lo único que pienso es en correr.
No me doy cuenta, mi cuerpo se mueve solo.
Abro la puerta y corro.
La mujer grita pero yo no paro.
Cuando mis piernitas duelen paro.
Ahora estoy caminado por las calles de New Orleans, sola.

Mi estómago ruge y entro a un lugar que parece vender comida.
Entro, todas las miradas se clavan en mí.