Letras Oscuras (EDITANDO)

3~ Mi mundo de fantasía.

"La locura esta en la mente"

Ya eran de madrugada y yo aun sin poder dormir, abrí aquella ventana que por el día odiaba. Ya que toda la claridad entraba por la mañana, pero en la noche era un tesoro. Porque me permitía ver el cielo nocturno. Ese cielo donde podía imaginar cualquier cosa.

Tock...Tock... ¿Quién? Soy tu madre — Pasa madre. ¿No puedes dormir? — No he abierto la ventana para poder ver el cielo. — Cuando eras pequeño yo solía contarte una hermosa leyenda de unas constelaciones, ven recuéstate sobre mi pierna — ¿No crees que ya estoy grandecito para eso? —Tu siempre serás mi hermoso niño "le coge el brazo"— Está bien me acostaré — Presta atención ya que es una hermosa leyenda japonesa...

=Cuenta una leyenda en Japón que una princesa de excepcional belleza, llamada Orihime (la estrella Vega, en la constelación de Lyra), que se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi (la estrella Altair, en la constelación de Aquila).

Orihime (la Princesa Tejedora, en japonés) era una magnífica tejedora, y era hija de Tentei (el Rey Celestial). Ella tejía magníficas telas a la orilla del río Amanogawa (la Vía Láctea), y debido a su trabajo (tejía de sol a sol), no podía conocer a nadie de quien enamorarse. El rey entonces concertó un encuentro entre su hija e Hikoboshi (el Pastor de las Estrellas), al conocerse, ambos se enamoraron de inmediato y al poco tiempo, contrajeron matrimonio.

Sin embargo, tras la boda, Orihime descuidó sus labores textiles e Hikoboshi hizo lo mismo con su rebaño de estrellas, que se desperdigaron por todo el firmamento. Furioso, el rey Tentei los separó en el cielo, dejando uno a cada lado del río Amanogawa. Desolada por la separación de su esposo, Orihime le imploró al padre que le permitiera verle de nuevo.

El rey, conmovido por las lágrimas de su hija, les permitió verse el séptimo día del séptimo mes lunar a través de un puente tendido que atravesaba el río Amanogawa.=

Suena Como alarma " Lie" de Jimin. Rápidamente desperté con una euforia, debido a aquella leyenda japonesa.

Rápidamente recordé todo; y nuevamente me encontraba en mi realidad fétida. Recordé que le dejaría un recuerdo y así será.

Busque desesperadamente lápiz y papel, para dar inicio a esta cruda pero cierta existencia.

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Nunca deje de sonreír, aunque mis problemas fueran asesinos en series. Siempre tenías una sonrisa de mí. Pero llegamos a un punto donde todo ya era nada, y donde nada era todo.

Alguna vez te preguntaste ¿Cuánto aguantaba tus rabietas? ¿Cuantas veces me enoje contigo? ¿Te lo imaginas? ¡Claro que No! porque siempre pensaste en ti. Nunca pudiste observar mi interior, el cual sufría y se desmoronaba en mil pedazos. Nunca descubriste ese gran amor que tenía por ti. Ese amor, que por dentro se preocupaba cuando no te miraba, se preocupaba cuando no escuchaba tu voz. Pero tal vez sea mi culpa, por nunca desahogarme contigo, aunque siempre me lo repetías "Sácalo yo te escucharé" pero... nunca lo hice, porque sabía que eras débil, y más nunca te quería lastimar por unos simples y mediocres sentimientos. Yo prometí no lastimarte, aunque siempre lo hacía con mis estúpidas actitudes.

Nuestro amor era como una caja de cristal. Esta con el pasar del tiempo se fue agrietando, con cada discusión, con cada te amo, con cada silencio. Pero esta se despedazo, cuando ya eras más que un simple y vano recuerdo. Solo en ese momento entendí, que en mi corazón se había perdido una pieza; y esa pieza fue importante ya que complementa mi ser, hacía que todo mi mundo estuviera de cabeza. Pero hoy, mi corazón derrama lágrimas de sangre por tu profunda ausencia.

La vida siempre fue efímera con respecto a nuestro destino. Aquel camino que en un principio fue una luz brillante pero poco a poco se fue apagando, hasta llegar hacer una oscuridad. No sé por dónde camino... tampoco sé para dónde voy... porque aquella luz radiante que me acompañaba en mi aventura por la vida, simplemente se esfumó. Llevando consigo un sinfín de promesas, de alegrías y, sobre todo, un pedazo de mi corazón.

Aún recuerdo esa hermosa voz, que tan solo escucharla me relajaba. Pero mi recuerdo más vivido, fue cuando te escribí aquellas hermosas letras después de tu inesperada y dolorosa partida.

"Cada lágrima representaba cada dolor que mi alma ha experimentado, mi ser se ha vaciado completamente, para solo quedar el vacío eterno. Mientras tanto, miro mi vida pasar por delante de mis ojos, recordando aquellos momentos, en los que mi felicidad era una plenitud, donde una sonrisa era real; pero ahora me encuentro en una máscara, la cual seguirá cubriendo mi vacío interno. Como el mismo ciclo, cada cosa tiene su inicio y fin. Hasta acá he de llegar; porque al final la única persona que me comprendió y me acepto como su mejor amigo, fueron la soledad y la propia muerte... Ahora mi alma está oscura, como mi propia existencia."

Ahora solo quedan rastros de lo que alguna vez fue un gran amor. De lo que en algún momento era cautivo, porque no te amé con el corazón. Te amé con toda mi alma.

Atte: El amor.

-Fecha: 01/20/2009