8~ Ser lunático.

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"Respira ante la vida, y no te dejes llevar por ella."


"La vida está llena de complejos, y en ocasiones están en nuestra mente."Mirando esa pequeña, pero desgarradora frase. En aquel libro de filosofía universal. Honestamente no es de mis clases preferidas, pero aun así tenía que cruzar por esta materia, si quería mi licencia de abogado especialista en leyes internacionales.

Si lo sé, algo complejo. Las horas pasaban, y parecía que aquel dinosaurio al cual por respeto más que otra cosa, se le decía, Licenciado Leo Ricardo. Continuaba hablando como si no hubiera fin. Mirando alrededor, noté como todos estaban prácticamente dormidos. Él señor en sí, no aparentaba más de unos Cincuenta años de edad. Pero en la realidad ya caminaba por los ochenta y quién sabe más de años. El "vejestorio", al notar que casi en su totalidad de alumnos estaban dormidos, esté dejo de hablar. Y enseguida se podía sentir una atmósfera un poco tensa, seguida de un silencio tan abrumador e inquietante.

La gran mayoría de personas que se encontraban dormidas se levantaron de golpe ante aquel silencio tan arrasador. Algunos como zombis, otros estirándose para arriba de una forma un tanto temerosa y cautelosa. Y un especial de al fondo del salón, levantándose ha dicho, Presente profesor... nadie, absolutamente nadie. Presto atención ante aquel chiste tan cliché, porque la mirada fulminante de aquel señor un tanto apático, callo todas aquellas posibles carcajadas. Obviando esto, simplemente prosiguió con la cátedra.

"Hasta la eternidad, pequeñas palabras que en su momento significaron mucho. Aún algunos escasos recuerdos surgen de mi pensamiento, como si de una fuente tratase. Los deseos y anhelos de personas que no llegan ni a los pies de las expectativas, que en algún momento te has creado. La ventana principal del olvido es el odio, me había dicho Alisson. Pero no, eso no funciona; al menos en mi caso. Mi subconsciente es un lunático en sus pensamientos, probablemente ocupe un jodido psicólogo o bien, un psiquiatra. Pero de algún modo, cada parte es completamente independiente de la otra, cada una se apoyan en sus locuras y alucinaciones. Por consiguiente, la debilidad de uno, es el fuerte del otro. Es algo jodidamente irónico"

Legard, Legard, !Despierta maldito dormilón¡ — Eh!, Vamos, !detente¡, ya estoy despierto. No quiero llegar a casa con golpes Alisson. — Apúrate entonces, si no quiere quedarse afuera para psicología general, ya sabes cómo es la maestra Clauder. — Ni me lo recuerdes, la ves pasada me dejó afuera ese monstruo, solo porque llegue diez minutos después. — Y te lo tenías merecido. Recuerda que ese día era el último tema del semestre y tú llegado tarde como si ella fuera tu madre, o quien sabe qué diablos tenías en tu cabeza ese día. — Tampoco fue tan grave, al final le pedí apuntes a Raquel. — Bueno si, pero vamos, mueve tus piernas. — Espera iré al casillero a sacar los libros, Te alcanzaré. Si pregunta por mí, dile que el rector me hablo.

Mencionado todo esto a lo lejos tal cual como un niño despreocupado lo haría, acompañado de algunas muecas un tanto infantiles.

Ya en el casillero, tomé rápidamente el libro de psicología y una pequeña libreta para algunos apuntes. Luego salí corriendo como un niño pequeño de unos cinco años por el pasillo. Apartando algunas personas y golpeando levemente de hombros. De un momento a otro me encontré con un chico. Del cual sin piedad pegue de frente de una manera tan idiotamente tierna, haciendo que el cayera al piso de espaldas y yo, claro como es de esperar, estaba encima de él; a metros de sus labios, los cuales de alguna manera se me hicieron unos labios tan exageradamente finos, pero apetecibles. La lujuria me llamaba por aquellos labios que tenía enfrente de mí, pero no podía corresponderle. Nublando todos mis pensamientos le acaricie levemente una mejilla, levantando mi cuerpo para ponerme sobre los pies nuevamente. — Coge mi mano, es lo menos que puedo hacer por mi torpeza. El chico solo dedico una pequeña sonrisa un poco burlona, pero con unos aires de timidez. — Pero vaya torpeza tienes, con un pequeño color carmesí en sus mejillas. — Psicología general. — No llevo esa materia aún, pero según escucho es un monstruo devora estudiantes. — No estás tan alejado de la cruda y extremadamente aterradora realidad. Diciendo en tono infantil con unas muecas un tanto de niño de kínder.

Letras Oscuras (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora