Capítulo Diez

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Capítulo Diez: Por Primera Vez

Punto de Vista de Amira
Me mire en el espejo una última vez, un poco insegura del vestido que había decidido usar, pues era un poco ajustado y tenía miedo de que fuera demasiado; era color negro, Tenía un escote en la pierna y abrazaba muy bien cada curva existente en mi cuerpo, de largo llegaba a mis tobillos pero aún así lo sentí demasiado sexy para mi y por esta razón en verdad no sabía si usarlo o pasar..
Mi maquillaje era natural: una mezcla de sombras café clara con oscuro que se difuminaban perfectamente entre sí, un poco de iluminador adornaba el lagrimal de mis ojos y nariz así como también resaltaba mi labio superior.
Con un suspiro lleno de inseguridad y nerviosismo, toque la puerta que conducía a la habitación de Sebastián; el abrió inmediatamente

-¿lista?-  me sonrió con naturalidad, por un momento sus ojos recorrieron todo mi cuerpo; aprecié como sus pupilas se agrandaron significativamente, asombrado por lo que tenía frente a él. Tomó cada detalle y devolvió su atención a mi rostro, ¿será que piensa que soy bonita? No pude evitar preguntarme esto, sea lo que sea que le haya impactado tanto sobre mi atuendo hoy, estaba feliz porque había llamado su atención. Mis mejillas se enrojecieron ante esta acción y sentí como mi rostro empezó a hervir, ese mismo calor recorriendo todo mi cuerpo.

≪¿Qué es esto?

-lista- le afirme con una sonrisa. Él vestía un pantalón negro de tela, una camisa de botones con un estampado oscuro que resaltaba sobre la tela ocre que la componía, para completar su atuendo un saco formal y unas zapatillas lo terminaban. En verdad que se veía muy guapo, no lo podía ocultar pues este hombre me había hipnotizado de tal forma que no lo podía dejar de mirar, y si me dejan añadir, la fragancia que él usaba sellaba este look de elegancia completamente.
Me alegraba ver que no era la única que había sacado sus mejores vestimentas.

Por esta noche, en vez de caminar, un auto paso por nosotros. El chofer nos saludó al nosotros entrar, no preguntó a dónde iríamos en cambio solo manejo. Nos llevó a lo alto de un parque, donde había un tobogán y algunos juegos más; era hermoso, se podía apreciar la vida nocturna de Paris. En este lugar, había una manta, decorada con pétalos de flor, en medio de esta se encontraba una canasta de la cual sobresalía una botella de lo que parecía ser vino tinto (mi favorito, por cierto) y para complementar, la luz de unas cuantas velas iluminaban nuestro entorno.

Esto era tremendamente tierno, tan especial y lo mejor era que él lo había planificado todo.. o al menos eso deseaba creer yo.

Estrechó su mano para que la tomase y me sentará, cosa que hice con gusto, luego él comenzó a sacar los alimentos de la canasta; unos ravioles en salsa blanca que se miraban deliciosos, pastel de queso, y finalmente sacó las copas de vino junto con la botella. Él y yo comenzábamos a comer, sirvió las copas y simplemente disfrutamos de la vista, el ambiente, y de nuestra mutua compañía.
Fue muy divertido, el hacía chistes y yo me reía, siguiéndole el juego.

Finalmente habíamos acabado y estábamos guardando las cosas en la canasta, menos las copas pues seguíamos bebiendo, claro que no fue en exceso pues está era apenas la segunda copa de ambos. En este momento mi cabeza reposaba en el hombro de el apuesto hombre que se encontraba a mi lado

-Gracias por todo Sebas, en verdad no tengo como agradecerte- le dije mientras tomaba un sorbo de lo último que quedaba de vino en mi copa.

-no hay nada que agradecer, princesa- dijo con una hermosa sonrisa pintada en su cara; en ese momento yo volteé a verlo y me encontré con su mirada tierna y penetrante al mismo tiempo-él ya me miraba a mí.
Yo le sonreí de vuelta, su rostro y el mío siendo separados por milímetros de distancia; esto me puso muy nerviosa-mi corazón empezó a latir a mil, como aquella vez que agarró mi mano frente a Mónica Jensen, mis palmas empezaron a sudar como la primera vez que lo vi, pero al final, ese sentimiento de pertenencia que habitaba en mi cuerpo en ese momento era el mismo que sentía en todo momento-desde la noche de Lilo & Stich.

bastó un beso|syDonde viven las historias. Descúbrelo ahora