Dope /Yoonseok/ ❝TERMINADA❞

11

Hoseok observó la gran habitación, llena de lujos, hermosas decoraciones y objetos valiosos. Se sentía fuera de su zona de confort, ese lugar no parecía su hogar, tampoco su departamento y menos su antigua casa.

Caminó por toda la habitación, admirando cada pequeño detalle, tocando cada cosa curiosa con sus dedos, temiendo a romperlo.

Se sentó en el filo de la cama tocando la suave seda azul oscuro con detalles de rosas escarlatas. Se recostó con un suspiro, casi un gemido de satisfacción al sentir la suavidad de éste en su cuerpo rígido. Cerró los ojos disfrutando del aroma a vainilla y orquídeas de la habitación.

—Jung —tocaron la puerta dos veces —. Hoseok, soy Yoongi —él se levantó de la cama para abrir la puerta —. Hay noticias de Namjoon, por si te interesa.

Hoseok asintió, abrió por completo la puerta para dejarlo entrar a la habitación. Yoongi observó la habitación de reojo para volver su vista a Hoseok quien se había sentado en la cama.

— ¿Qué está pasando? ¿Cómo es eso de soy hijo de BonHwa? Yoongi, ¿por qué está pasando todo esto? —Hoseok estaba asustado, todo estaba pasando demasiado rápido para tener solo dieciocho años.

Yoongi le observó, esperando a que terminara con sus preguntas. Hoseok se encontraba en un estado de crisis emocional.

—Hey, tranquilo —Yoongi intentó acercarse a Hoseok, sin embargo éste retrocedió, asustado —. Responderé todas tus preguntas, pero antes necesito que me ayudes con algo —sacó de su bolsillo unas pastillas.

—Ah no, no, no. Yo no me voy a meter en esas cosas —Hoseok retrocedió hasta chocar con el mueble, tomó su cabeza entre sus manos, temblando —. Quiero irme, no quiero estar aquí.

—Hoseok...

—Yoongi, no, no quiero estar aquí —en un rápido movimiento Yoongi tomó del cuello a Hoseok.

—Mira, arriesgue mi vida por protegerte una semana entera. Le hice una promesa a Namjoon, y también estoy a cargo de protegerte por órdenes del jefe BonHwa —Hoseok asintió con miedo —. Te lo dije, todos estamos en esta basura, ahora eres mi problema —suelta un suspiro alejando las manos del cuello de Hoseok —, solo necesito que cuides esto, solo eso. Jamás revisarán tu habitación.

— ¿Qué es? —Yoongi negó —. ¿Cómo voy a cuidar algo que no sé qué es?

—No hagas preguntas, solo cuídalo, esto salvará a Namjoon —Hoseok tomó la bolsa confundido —. Bien, ahora tengo que irme —Hoseok lo tomó muñeca.

Asustado, así se sentía, sentía que de alguna forma solo podía confiar en él, en toda esa mansión.

—Yoongi, no quiero estar solo —apretó su agarre, mostrando el temor en esa habitación.

—Lo siento. No puedo y no debo estar aquí —se encogió de hombros para salir de la habitación.

Hoseok se quedó solo, en ese gran lugar, sintiendo la soledad y un dolor en el pecho. Se abrazó a sí mismo, inconscientemente, admirando de nuevo la habitación y cerrando los ojos para pensar en otras cosas más buenas, pero nada venía a su cabeza en ese momento que no tuviera que ver con Yoongi y Namjoon.

Suelta un suspiro mientras muerde sus labios y acostarse en la cama observando el techo.

⚸

Hoseok revisaba constantemente el reloj que estaba en la habitación, sonando el tic tac con cada segundo que pasaba.

Las doce y cuarto de la noche. La noche era fría, oscura y silenciosa, el otro lado del pasillo estaba vacío, esa mansión parecía estar sola y abandonada.

No encontraba la valentía para salir de ahí, el miedo a la oscuridad atormentaba su mente, odiaba estar a oscuras, le recordaba a esos años en el orfanato, los días en los que era torturado por sus compañeros al dejarlo encerrado en el sótano.

Él no podría guardar rencor a la familia Jung, ni a la biológica y tampoco a la que lo adoptó. Si no hubiera sido por aquella familia, quién sabe dónde estaría él hoy en día.

Se escucharon unos pasos detrás de su puerta, Hoseok inmediatamente se cubrió de pies a cabeza, asustado. Odiaba estar ahí, lo odiaba, quería estar con su hermana, quería tener a alguien quien abrazar.

La ola de emociones lo llenó, derramando lágrimas silenciosas, temiendo que alguien pudiera escuchar sus sentimientos.

—Hoseok —una mano presionó su cabeza cubierta por las sábanas —, no llores. Odio que llores —Hoseok intentó quitar las sábanas de su cabeza, pero Yoongi no se lo permitió —. No, no lo hagas —él sintió un cuerpo al lado suyo, unos brazos abrazando su cintura.

—Yoongi...

—Solo, duerme, yo estaré aquí. Le prometí que te cuidaría. Nunca rompo mis promesas, no permitas que lo haga —Yoongi acarició el cuerpo cubierto de Hoseok, provocándole escalofríos. La respiración de Hoseok se fue haciendo más baja y tranquila, estaba dormido —. Sólo tú debes saber cuánto te amo.

Yoongi bajó un poco las sábanas para besar los labios de Hoseok, sintiendo un dolor en su pecho. Acarició el rostro ajeno antes de alejarse para no cometer una locura en la habitación.

—Lo fuiste a ver —Jimin lo esperaba con los brazos cruzados fuera de la habitación de Hoseok —. Lo tienes prohibido.

—Le prometí a Namjoon protegerlo —se excusó mirando a otro lado, molesto —. Tú eres el que no debe estar aquí.

—Hoseok no sólo te amó a ti, idiota. También a mí —dio un paso para entrar pero Yoongi cerró la puerta —. Aléjate, es mío también.

—No —Yoongi le empujó —. Hoseok no le pertenece a nadie —ambos se miraron con profundo odio —. Hoseok ya no es de nadie...

—Eso veremos, él lo sabrá un día y cuando eso suceda —Jimin se levantó, giró su cabeza para ver a Yoongi de reojo —, no podrá escapar.

—No dejaré que eso suceda —Yoongi sujetó con fuerza el pomo de la puerta.

—Ya veremos. Sabemos a quién escogerá —Jimin se burló con una sonrisa ladina para irse de ahí.

Yoongi le observó irse. Lo sabía, sabía que Hoseok no tardaría en recordar... Recordar lo que realmente es.

—Tú no estás sucio Hoseok —Yoongi tragó en seco para irse de ahí —, nosotros somos los que lo estamos.