Graveyard Of Hearts 🌻Joshler🌻

10

Los ojos de Tyler se abrieron desmesuradamente, estaba sorprendido, por lo que había dicho Josh.

Su corazón latía rápido, su cuerpo sólo reaccionó para asentir y regresar a la habitación con las mejillas quemando su aún irritado rostro.
Estaba tan sonrojado que sentía su piel quemar bajo sus grandes ojos.

No podía creer las palabras que hace unos momentos había dicho el tintado.

"Sólo quédate, por favor"

Se repetía una y otra vez en su cabeza, como un disco rayado, en ese maldito momento quería sonreír al igual que una maldita adolescente alborotada por un chico.

Sólo había observado al mayor en ocasiones, cuando mencionaban lo grosero y frío que era Harry y Niall, o las veces que lo descubría observándole de lejos. Sacándole más de una sonrisilla pícara.

Estaba sorprendido, ya que a comparación de las historias que siempre le reprochaba su rizado amigo, Josh le parecía tan agradable y atento.

Para él, Josh era un misterio, que le encantaría explorar.

O eso creía.

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Pasaron horas y horas hablando, riendo y con silencios largamente incómodos.

-¿Tienes un espejo?- Preguntó Tyler.

-Si, pero sólo en el baño.-

El delgado se paró del pequeño sillón que estaba al lado de una gran ventana y se dirigió con lentos pasos al baño.

Josh lo observó tomar su mochila y entrar, desde el sillón que habían estado compartiendo hace ya más de dos horas.

No cerró la puerta, por lo que se veía como aplicaba base de maquillaje en todo su rostro, el cual estaba repleto de moretones.

El tintado odiaba con todo su ser que escondiera sus defectos, sólamente para cubrir a un idiota.

Salió del sanitario con una apariencia totalmente distinta, como todos siempre lo veían. Sin saber todo el maquillaje que utilizaba para cubrir cada golpe.

Le sonrió de manera cálida y volvió a sentarse a su lado.

-Háblame sobre ti Josh, yo en serio no te conozco ni un poco- El sol comenzaba a desvanecerse, dándole inicio a la hora preferida del tintado.

-Bueno, tengo 18 y vivía en Tottenham, mi madre me mandó aquí por que era un gran dolor en su trasero y provocaba muchos problemas- Contaba el mayor sacando una cajetilla de cigarrillos y encendiendo uno.

-¿Eras un desastre?- Preguntó el castaño levantando una ceja.

Josh hizo un sonido de asentimiento al mismo tiempo que daba una calada. -Uno muy grande, no podía estarme quieto.-

Le extendió la cajetilla a Tyler que lo observaba curioso fumar.

-Hace mucho no fumo, Matty me lo prohíbe.-

-También te prohíbe cosas, genial- Dijo sarcástico rodando los ojos por lo tonto que era el amante del chico sentado frente a él.

Tyler tomó el cigarrillo y comenzó a fumarlo. A la mierda Matty y sus estúpidas reglas.

Observaron el atardecer juntos, y sin necesidad de palabras vieron al astro más grande y brillante desaparecer para dar bienvenida a tonalidades pastel.

Tyler suspiró, estaba disfrutando ese momento, pero si llegaba más tarde a su habitación tendría consecuencias.

Apagó el cigarrillo y lo dejó en ma orilla del gran ventanal.

-Emm... Tengo que irme- Dijo levantándose del sillón y acomodando su mochila en su hombro izquierdo.

-Oh, claro Ty, te acompaño- No tardó Josh en responder poniéndose de pie a su lado.

-¡No!, digo... No creo que sea necesario, ya es tarde. Gracias por todo, me hiciste pasar una tarde muy linda, nos vemos Josh- Al mencionado no le dio tiempo de responder ya que Tyler se había escabullido en la puerta.

Y al momento de su partida, el sol también decía adiós, con un cielo profundo repleto de estrellas.

Josh corrió a la puerta y sacó su cabeza en busca del delgado, pero como siempre, había huído.

Sóltó un bufido y regresó al ventanal para cerrar las cortinas, pero se encontró con la pequeña colilla de cigarro que pertenecía a Tyler.

Sonrió para sí mismo y la tomó, dándole vueltas en sus dedos, con la sensación de que el menor seguía con él.

La guardo en el pequeño buró al lado de su cama y se acostó con una gran sonrisa.

Sin percatarse, de que había caído en un sueño profundo y en la hermosa mirada castaña de un chico.

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💡BLED💡